El último debate en el Senado entre el dirigente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo -por su condición de senador autonómico-, y el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, que acudió a petición propia a la cámara para comparecer sobre las medidas fiscales tomadas por el Ejecutivo y fijadas en los nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE), ha evidenciado un cambio en los tonos empleados por ambos mandatarios. En el caso de Sánchez, lo ha corregido frente a Feijóo bajo el argumento de salvar la negociación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ); por parte del gallego, se han implementado la dureza, aunque desde su equipo lo atribuyen no a un abandono de la "cordialidad", sino a la escasez de tiempo en comparación con el presidente y a la gravedad que supone que el Banco de España o la AIReF cuestionen las nuevas cuentas. De cualquier manera, tanto PSOE como PP salen satisfechos del debate.

También se congratulan internamente por los "avances" que está atravesando la negociación para renovar el Poder Judicial, que de no fijarse una solución entre los dos principales partidos nacionales, llegará a diciembre bloqueado por cuarto año y, difícilmente, podrá dársele salida, posteriormente, en año electoral. Este miércoles, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, afirmaba que se ha progresado en el diálogo: "Puedo reconocer que se producen avances, a buen ritmo, y que hay contactos que se multiplican en las últimas horas y días".

Esos avances de los que habla Bendodo, el tercero en el organigrama de Génova, son replicados por otras fuentes del PP. Éstas, indican a El Independiente que las conversaciones avanzan "sin prisa, pero sin pausa", aunque no prevén que haya un acuerdo inminente dando a entender que han surgido problemas en el diálogo. Los populares quieren guiarse por la "prudencia" en este tramo, el último marco de oportunidad dado entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, de unas negociaciones reabiertas en el mes de abril, y ya con Feijóo en la dirección nacional. Principalmente, porque entienden que cualquier filtración hecha por alguna de las dos partes, puede provocar un retroceso o romper el diálogo. Y eso, no puede ocurrir, explican.

Génova reconoce los contactos se han multiplicado en los últimos días y que las negociaciones avanzan a buen ritmo

No obstante, no niegan que en apenas doce días desde la reunión entre el líder gallego y el presidente del Ejecutivo "se ha avanzado más que nunca". La dimisión de Carlos Lesmes ha marcado un punto de inflexión entre socialistas y populares, y entre sus interlocutores designados para el asunto: el ministro de la Presidencia y las Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y el vicesecretario de Política Institucional y secretario de Justicia del PP Esteban González Pons. El anuncio, a última hora de la tarde del domingo 9 de octubre hizo a Moncloa y a Génova mover ficha y convocar un encuentro entre los propios Sánchez y Feijóo en la sede del Gobierno tras seis meses de nulas conversaciones entre liderazgos y con un enfriamiento notable de las relaciones únicamente encendidas con los reproches lanzados mutuamente.

Cinco días después de su designación como presidente del PP, Feijóo acudió a una vista oficial con Sánchez para conocerse más y abordar las principales cuestiones económicas y sociales del momento, con la reciente guerra iniciada en Ucrania por la invasión rusa. Sin embargo, en una comparecencia posterior, el popular reprochó que el jefe del Gobierno solo mostró interés e insistencia por la renovación express del CGPJ. "Estaba solo focalizado en ello, no le interesaba otra cosa hasta poder resolverlo", reconoció el propio Feijóo en una conversación informal con periodistas meses posteriores.

Precisamente, a finales del mes de abril Bolaños empezó la toma de contactos con el González Pons, designado el día 26 por el PP para afrontar el trámite tras la salida de Pablo Casado y el entonces encargado, el exsecretario general popular Teodoro García Egea. Una vez afianzadas las relaciones y después de una pausa por los comicios regionales de Andalucía, PSOE y PP volvieron a abordar la cuestión. Fue Génova, entonces, la que hizo públicas sus exigencias a través de un documento el 11 de julio, ya finalizado el ciclo de sesiones parlamentarias y antes del último debate de la nación. "Queremos que las negociaciones se hagan con luz y taquígrafos", expresó González Pons, algo que ahora, por la situación, no tiene cabida.

En agosto, el PP dio por roto el diálogo. Bolaños sacó a la luz un acuerdo firmado por García Egea y fechado en octubre de 2021 en la que ambas partes se emplazan a renovar el CGPJ y el Tribunal Constitucional (TC) al mismo tiempo. Y, una vez hecho, los grupos socialista y popular en el Congreso de los Diputados presentarían una proposición de ley para reformar la actual legislación del Poder Judicial. La versión el González Pons choca con la del dirigente socialista, y asegura que éste cedió a reiniciar el procedimiento. Ello, implicó que Bolaños le advirtiese que acabaría publicando el pacto tarde o temprano, con el fin de hacerle aceptar un pacto rápido, reduciéndolo a un reparto de nombres.

Rebaja de las exigencias mutuas

Días posteriores al encuentro de Sánchez y Feijóo en La Moncloa, se conoció que ambos líderes y sus interlocutores para el CGPJ pactaron que el nuevo sistema de elección de jueces lo establezca el próximo Consejo. Ese paso, dista del documento denominado Propuesta para reforzar la independencia judicial y la calidad democrática en España, donde una de las condiciones esenciales es la de modificar el modelo de elección de magistrados previamente y para que éstos, de manera independiente, elijan quién integra el órgano judicial. Se habría optado, según fuentes de ambas formaciones, por que, una vez desbloqueado el Poder Judicial, se solicite la elaboración, en un plazo de seis meses, de un informe al CGPJ para dar recomendaciones sobre su propuesta de mecanismo ideal. Aunque ello, al tratarse de sugerencias puede no llegar a materializarse en año electoral.

El PP quiere dejar por escrito que, una vez quede elaborado el informe del CGPJ, el Gobierno accederá a reformar la ley

De ello, en el PP son conscientes, por lo que buscan dejar por escrito y firmado esa condición. "Si hay voluntad, en seis meses se puede hacer", recalcó Feijóo en un encuentro informativo del periódico El Mundo, para llegar a la Presidencia de la UE con una ley nueva, y tras la visita del comisario de Justicia europeo Didier Reynders, que también ha intentado mediar en el asunto. Sánchez, por el contrario lo descarta.

Para el PP, en cambio, hay tres 'cesiones' por parte del Gobierno que pueden entenderse como una rebaja de exigencias. La primera, es la propia disposición a negociar. La segunda, dicen, es el compromiso a dar salida conjuntamente al CGPJ y al TC sin nombrar a sus jueces pertinentes del Alto Tribunal tras modificar lo referente a los nombramientos en la ley; en su artículo 52 bis. En tercer lugar, la aceptación de dialogar sobre los criterios de idoneidad para preservar cierta experiencia en las designaciones o plazos de tiempo para ocupar cargos si se procede de la política. Es el caso del de Fiscal General del Estado, con un margen de cinco años.