El Gobierno no quiere que la XXVII Cumbre Hispanofrancesa se señale por la ausencia del president Pere Aragonès en la ceremonia de honores militares. Eso es "anecdótico" para la Moncloa, porque lo sustancial era el contenido de la cita en sí, un encuentro "histórico" por la firma del Tratado de Amistad y Cooperación con el país vecino, que eleva a un rango máximo las relaciones entre los dos Estados. Para Pedro Sánchez, además, lo importante es que el jefe del Ejecutivo catalán sí acudió a la bienvenida. Estuvo. Cosa que no hicieron otros presidentes autonómicos, reprochó, en citas bilaterales similares.

Sánchez compareció pasadas las 15 horas junto al presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, en una rueda de prensa en la que ambos exhibieron complicidad y sintonía, y en la que resaltaron la relevancia del tratado que ambos acababan de suscribir. Pero la ausencia de Aragonès en el momento en que se interpretaban los himnos nacionales y en la posterior revista a las tropas se coló en las preguntas de los periodistas.

En la cumbre con Alemania, el pasado octubre, no fue el presidente de la Xunta; y en la bilateral con Polonia, en 2021, tampoco acudió Ayuso

El president ejerció de anfitrión: en la explanada del Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC), dio la bienvenida a Sánchez y al resto de la delegación, departió unos minutos con él y con el resto de autoridades y luego estuvo presente en el momento de la recepción de Macron, pero se marchó en el instante quizá más simbólico de esa ceremonia. "Yo agradezco su presencia en la recepción al presidente Macron. Le diré que en otras cumbres bilaterales en otras partes de España no hemos ni contado con la presencia de presidentes autonómicos a la hora de recibir a otros mandatarios [...]. Me hubiera gustado, evidentemente, que se hubiera quedado a toda la ceremonia, pero agradezco en todo caso que, a diferencia de otros presidentes autonómicos, sí estuviera presente en la recepción al presidente Macron".

El contexto de las palabras de Sánchez lo había recordado la Moncloa minutos antes. En los últimos dos años, han sido cuatro las cumbres bilaterales de primer nivel que se han celebrado fuera de Madrid. En Trujillo (Cáceres), con Portugal, en 2021; en A Coruña, con Alemania, en octubre de 2022; en Castellón, con Rumanía, en noviembre de 2022, y la de este jueves en Barcelona con Francia, en Barcelona.

No da detalles de su charla con Aragonès

A todas ellas acudieron, en el acto de bienvenida, los presidentes autonómicos, salvo en el caso de la cita gallega: no fue el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, del PP, que no obstante envió a uno de sus conselleiros, al de Hacienda. En todas, eso sí, salvo en la de la capital catalana, los representantes autonómicos se quedaron hasta el final de los honores militares. Además, el equipo del líder socialista traía a la memoria otro dato: a la XIII Cumbre Hispano-Polaca, celebrada en mayo de 2021 en Alcalá de Henares, tampoco asistió la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, también del PP, quien delegó en una consejera. Es más, como inciden en la Moncloa, Ayuso suele boicotear por sistema los actos organizados por el Gobierno en la región, porque raras veces va.

Sánchez resta relevancia a la protesta separatista y recuerda que hay otra contra su Ejecutivo el sábado en Madrid: entre esos dos extremos, dice, está "la amplia mayoría"

Aragonès le trasladó que el procés independentista no está muerto, como el jefe del Ejecutivo reitera en las últimas semanas, y le repitió las inquietudes para la cumbre que ya le había expuesto por carta. Sánchez no reveló el contenido de su respuesta al president, aunque sí vino a expresar que sus preocupaciones, que son compartidas por el Gobierno de España, fueron abordadas durante la reunión. De hecho, indicó que también el lehendakari Iñigo Urkullu le había reclamado en una misiva que se atendieran las conexiones que afectan al Golfo de Vizcaya, y ese tema también salió en la cita en Barcelona.

El líder socialista tampoco se detuvo en la protesta convocada por los independentistas, y a la que se sumó ERC. Una convocatoria que fue secundada por unas 6.500 personas, según la Guàrdia Urbana, y a la que restó relevancia. Defendió que lo importante es que la Constitución "se cumple en todos y cada uno de los territorios de España, y también en Cataluña". Y la Carta Magna "reconoce el derecho a la manifestación pacífica". En ese punto, Sánchez recordó que el sábado se celebra otra marcha de signo contrario en Madrid, contra su Gobierno, y a la que acudirán dirigentes de Vox, PP y Ciudadanos. "Debemos respetarlo", dijo, subrayando que entre la concentración de este 19 de enero y la del sábado, entre esos dos extremos, se encuentra "la amplia mayoría de este país", que quiere una España "unida en su diversidad", y eso es lo que "reconoce la Constitución de 1978". Fuentes del Ejecutivo señalaban que la escasa concurrencia de la concentración soberanista de este jueves probaba su propio fracaso y cómo el procés, cimentado en buena medida en la unidad independentista, está realmente acabado.

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Durante su comparecencia, Sánchez quiso romper una lanza a favor de Barcelona, ciudad "sinónimo de vanguardia" en toda su historia —y de la que ahora partirá el corredor energético verde H2Med hacia Marsella—, de "europeísmo" —mensaje que traslada esta cumbre, insistió— y de "convivencia". Que el Tratado de Amistad y Cooperación con Francia [aquí en PDF] se llame Tratado de Barcelona representa, por tanto, una "reivindicación de respeto, consideración y admiración" hacia una capital que "durante muchos años se ha quejado, con razón, de que el Gobierno no se ha comprometido con ella en recursos o visibilidad internacional".

El presidente subraya que hará valer la defensa de los derechos de las mujeres allá donde vivan, "también en Castilla y León". No caben, asegura, "ambigüedades"

Mientras se celebraba la cumbre en Barcelona, se conoció la réplica de Castilla y León al Gobierno: no habrá respuesta al requerimiento oficial con el argumento de que es un "asunto inexistente", ya que no hay un protocolo antiaborto. Primero, Sánchez advirtió al Ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco que no tiene opciones, que ha de remitir su escrito: "Cualquiera que sabe de esto sabe que un requerimiento se tiene que contestar, no se puede desestimar, se tiene que responder".

Pero además hizo una lectura política de lo que está sucediendo: no puede haber "ambigüedades" cuando se habla de derechos fundamentales, una apostilla que podía leerse como un dardo hacia el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Castilla y León, "cuando dio a conocer este acuerdo o no acuerdo, no sé cómo calificarlo", el Ejecutivo central advirtió de una posible invasión de competencias, porque los derechos de las mujeres y la igualdad de los ciudadanos ha de defenderse en toda España, "vivan donde vivan, en Madrid, Valladolid o Barcelona". Así, el Gobierno va a hacer "valer que se cumplan los derechos de todos los españoles vivan donde vivan", porque es su "obligación". "También en Castilla y León", remachó.