"Se acabó Bildu". Los socialistas ansían pasar página ya, sin perder un minuto, de la polémica por las listas de la izquierda abertzale, y creen que pueden lograrlo, que pueden revertir la tendencia, recuperar terreno. Volver a marcar la agenda, un elemento capital en toda campaña, y en esta más, cuando apenas quedan diez días para las urnas. Su estrategia, aseguran en Ferraz y en la Moncloa, será la misma que la desplegada hasta ahora: anuncios, medidas, explicación de la gestión del Gobierno, reivindicación de la "política útil", de la "paz social", propuestas "en positivo".

Pedro Sánchez cerraba un capítulo este miércoles. El Congreso acogió la última sesión de control al Gobierno en el Congreso, y la víspera lo había hecho en el Senado, ante Alberto Núñez Feijóo. Ya no habrá más duelos parlamentarios en ninguna de las dos Cámaras, porque el Parlamento siempre suspende sus plenos en la semana previa a unas elecciones. Ni el presidente, por tanto, ni ningún miembro de su Gabinete, se enfrentarán a preguntas del PP en las Cámaras. Tampoco se debatirá antes del 28-M la moción anunciada ayer miércoles por los populares para que el Congreso vote no pactar con Bildu mientras mantenga a condenados por pertenencia a ETA en sus listas y en su estructura y para que inste al Ejecutivo a "romper de manera inmediata y definitiva los acuerdos que mantiene actualmente" con la formación de la izquierda abertzale.

La Moncloa califica de "barbaridad", de "irresponsabilidad", de "inmenso error" los ataques del PP, que está "alimentando a Vox" y que corre el riesgo de "pasarse de frenada"

La campaña, por tanto, ya no pasará por el Parlamento y eso libera a Sánchez de la presión de los populares. En la Cámara baja, su portavoz, Cuca Gamarra, repitió el guion de su líder, empujando al presidente a romper con Bildu, pero Sánchez buscó desquitarse aportando un argumento nuevo: el "cinismo" del PP, porque en 2015 el partido de Arnaldo Otegi también presentó listas con "condenados que habían cumplido sus penas", igual que ahora, y entonces "no puso el grito en el cielo". El jefe del Ejecutivo afeó directamente a la portavoz de la izquierda abertzale, Mertxe Aizpurua, las candidaturas de su partido, y reclamó a todos sus integrantes un "mensaje más rotundo" de perdón, reparación, reconciliación y homenaje a las víctimas, aunque también dijo que esperaba el apoyo de su partido (y del resto de la Cámara) al nuevo paquete anticrisis que el Gobierno presentará en poco más de un mes, cuando venza el vigente.

"El PP sabrá lo que quiere hacer. Si sigue con este tema, evidenciará que no tiene nada que hacer, nada que ofrecer", señalan fuentes de la Moncloa, que califican de "barbaridad", "disparate", "inmenso error" e "irresponsabilidad" el "uso" de los populares de ETA. Pero las mismas fuentes gubernamentales avisan de que Feijóo puede "pasarse de frenada" hasta el punto de que sus duros ataques a Sánchez se le vuelvan "en contra". En el corazón del poder del Ejecutivo sostienen que un tema tan visceral como este al final "alimenta a Vox" y no tanto al PP. En el cuartel general señalaban la frase lapidaria del senador madrileño Pedro Rollán, miembro de la dirección de Feijóo, con la aprobación, ayer, de la ley de vivienda: los cimientos de esta norma "se levantan sobre las cenizas del centro comercial Hipercor, con 21 muertos, cuatro de ellos niños".

En el equipo del presidente hay quienes, más optimistas, defienden que incluso esta controversia puede estimular al electorado progresista, "cohesionarlo" al ser más conscientes de las "barbaridades del PP", al darse cuenta de cómo "adultera la realidad".

En el equipo del presidente subrayan que lo ocurrido "cohesiona" al electorado del PSOE, otros estiman solo que "no perjudica" al partido

Pero otros miembros del Ejecutivo y de la dirección del partido —y también en los territorios— sostienen que en todo caso "no perjudica" porque los pactos con los independentistas ya están amortizados para buena parte de la sociedad, y que todos aquellos votantes que recelan de ellos ya abandonaron a Sánchez y a los socialistas hace mucho tiempo. "Es muy burdo lo que está haciendo el PP", esgrime un miembro del núcleo duro del presidente, "ya lo hicieron en 2007, en la campaña de municipales y autonómicas, y no les funcionó". Entonces, el debate público giraba en torno a la huelga de hambre del sanguinario terrorista Iñaki de Juana Chaos.

Frente a la "frustración" e "hiperventilación" de la derecha

Más allá del efecto electoral, lo que sí es una evidencia es que las listas de Bildu han roto la planificación de campaña diseñada por el PSOE. Sánchez había tomado la delantera en las últimas semanas de precampaña, marcando la agenda con la ley de vivienda —aprobada definitivamente ayer miércoles en el Senado—, las medidas para jóvenes y para mayores y Doñana, el regalo que sirvió en bandeja el presidente andaluz, Juanma Moreno. En el Ejecutivo y en el PSOE asumen que el foco se ha desplazado, tanto que el presidente tuvo que salir a la ofensiva en las dos Cámaras frente al PP para poner pie en pared, pero confían en poder recuperar las riendas del 28-M.

Las campañas las ganan los que proponen, y por eso la campaña del PP es perdedora. El PP ha elegido su camino, que le vaya bonito", aseguran en Ferraz

Y lo harán, insisten, con una "campaña propositiva". Lo dijo el propio líder socialista en su primer mitin de la jornada, en Ibiza, poco después de la sesión de control en el Congreso: a la "frustración" e "hiperventilación" de la derecha, su partido responderá con una campaña "positiva y propositiva", como ha venido haciendo, al plantear "avances sociales en beneficio de la mayoría". "A la derecha solo le queda el insulto, la descalificación y la amenaza de derogación". Pero derogar, repitió por la tarde desde Palma, "nunca es un proyecto de país", es directamente "retroceder a la España de 2013".

"Nosotros estamos presentando medidas para cada ciudad, cada pueblo, cada comunidad autónoma. No hemos dejado de hacer esa campaña que quiere la gente, a pesar del ruido, los insultos y la escandalosa derecha que cuando no gobierna todo le vale para atacar al Gobierno. Las campañas las ganan los que proponen, y por eso la campaña del PP es perdedora —apuntan en el cuartel general de los socialistas—. Porque no propone, no aporta, ni construye. Su palanca es que no se hable de tu pueblo para hablar del pasado. Que no se hable de tu ciudad, para hablar de derogar leyes sociales y derechos. Una campaña así está abocada al fracaso".

En opinión de Ferraz, el PP sale "a la desesperada" tratando de afianzar el liderazgo de Feijóo, que define como "prestado". "El PP ha elegido su camino, que les vaya bonito, porque en el PSOE no vamos a perder un minuto en sus enredos de poder, sus luchas internas por ver quién es más de derechas ni sus cortinas de humo para evitar contrastar programas", remachan en la cúpula. En el sanedrín electoral reivindican que los anuncios de iniciativas sí siguen teniendo mucha presencia en los medios y están "calando".

En definitiva, sostiene otra fuente de Ferraz, el PSOE seguirá "haciendo lo que ha venido haciendo y que ha funcionado muy bien". "Quedan 10 días, y ya veremos los votos que mueve esto. El PP ya ha quemado todas sus naves", concluye. En la dirección del partido en la Comunitat Valenciana, un territorio clave que los socialistas necesitan mantener para impedir que el 28-M se lea como un cambio de ciclo, apoyan la estrategia de Ferraz y de la Moncloa, y sostienen que ante un PP que "babea sangre" y que solo ayudará a "movilizar a Vox", ante un Feijóo que está ya en una "dinámica de agresión brutal", Sánchez y el PSOE han de centrarse "no tanto en los anuncios, sino en los hechos", como el transporte gratuito, la subida del salario mínimo, el récord de empleo o el alza de las pensiones un 8,5% para 2023. "Pedro está recuperando credibilidad, y el PP la está perdiendo", señalan desde el entorno del president Ximo Puig, convencido por cierto de que podrá retener el Govern.

Zaragoza-Badajoz-Valencia

En la Moncloa, este miércoles sí que negaban con vehemencia que hubiera hablado con Bildu para que apartara a los siete exetarras condenados por delitos de sangre. Pero también Ferraz y la dirección del PSE desmentían tajantemente toda conversación con el entorno abertzale. "No ha hecho falta que nadie les diga nada", indica una responsable del PSE, "ellos viven en su burbuja y creían que todos habíamos olvidado su pasado, pero esto les hace perder votos a chorros". "No ha hablado nadie con nadie", "ellos solos han reculado", confirman, respectivamente, dos altos mandos del PSE y de Ferraz. El Gobierno ya atribuyó la victoria a las víctimas de la marcha atrás de la formación abertzale, y en concreto a Covite, al Colectivo de Víctimas del Terrorismo que lidera Consuelo Ordóñez, que denunció que las listas de Bildu emboscaban a 44 condenados por vinculación con ETA.

En el PSE indican que no ha hecho falta que "nadie diga nada a Bildu", porque se ha dado cuenta al ver que "perdía votos a chorros"

El presidente, por tanto, continuará con su estrategia de nuevas medidas. Él mismo se reía en Palma de la acusación de electoralismo que le llega de la oposición: "Dicen que soy multianuncios, pero prefiero anunciar a meter la pata como otros en sus mítines", señaló, y lo decía porque Feijóo, en el arranque de campaña, se refirió a su presencia en Andalucía cuando realmente estaba en Badajoz. En la Moncloa y en Ferraz no detallan cuáles serán las siguientes iniciativas, pero sí que las habrá.

Este jueves, Sánchez hace parada en Zaragoza, al lado de Javier Lambán, que como su compañero de partido Emiliano García-Page se ha mostrado muy crítico con los pactos con Bildu. En la cúpula federal dan por descontado que el presidente aragonés volverá a marcar distancias, esta vez delante del jefe del Ejecutivo. El viernes, mitin en Badajoz y el sábado, acto central en Valencia. Para entonces, el PSOE espera haber recuperado el control de la campaña. El PP, por descontado, no se lo pondrá fácil.