La cesión de España a Marruecos del espacio aéreo del Sáhara Occidental, hasta ahora controlado desde Canarias, podría ser pronto una realidad. El hito al que se oponen los socios del PSOE, desde Sumar hasta Coalición Canaria, está cada vez más cerca de consumarse y se hallaría ligado a alguno de los compromisos que el Ejecutivo de Pedro Sánchez lleva dos años tratando de arrancar en vano a la Casa Real alauí.

Fuentes de Exteriores español reconocen a El Independiente que “España y Marruecos acordaron iniciar conversaciones sobre cooperación en la gestión de los espacios aéreos, en cuestiones tales como la seguridad en el tráfico aéreo o las comunicaciones, y éstas siguen su curso”. Una escueta respuesta en línea con el mutismo que el ministro José Manuel Albares ha impuesto en la carrera diplomática.

En manos de controladores canarios

La transferencia del espacio aéreo de la ex colonia española, una evidente vulneración del derecho internacional, es uno los asuntos que aborda el grupo de trabajo establecido por Marruecos y España desde el giro copernicano del Gobierno español en el contencioso del Sáhara Occidental y el inicio de la bautizada “nueva era” de las relaciones hispano-marroquíes. La ocupación del Sáhara en 1976 por Marruecos no modificó un ápice el control del espacio aéreo.

Según el mapa de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO, por sus siglas en inglés), una agencia de la ONU que supervisa la aviación civil internacional, el cielo del Sáhara Occidental se controla desde la Fir de las Islas Canarias. En el argot aeronáutico, Fir es una región de información de vuelo donde se presta un servicio de información de vuelo y un servicio de alerta (ALRS). El ICAO delega en un país el control operativo de una FIR determinada, en este caso, la que abarca las Islas Canarias y el Sáhara Occidental recae en España.

Fuentes del ICAO consultadas por este diario evitan pronunciarse sobre las negociaciones en marcha. “Únicamente los Estados miembros pueden divulgar información relativa a su cooperación con el ICAO”, señalan desde la agencia con extrema cautela. Fuentes del organismo subrayan la imposibilidad de especular con escenarios similares pero deslizan el ejemplo del Fir de Doha, establecido el año pasado después de que el ICAO acordara establecer un espacio aéreo  nuevo para el estado de Qatar, modificando el mapa mundial del espacio aéreo por primera vez en décadas.

Aspiración de Rabat

En el caso del Sáhara Occidental, la posible cesión se enfrenta al marco legal de un territorio no autónomo que es considerado el último pendiente de descolonización en África. La luz verde española allanaría el camino hacia una larga aspiración de Rabat y sería visto como un trofeo a su ocupación. “Es muy importante para Marruecos porque tiene repercusiones tanto técnicas como simbólicas. Recuperar el control total del espacio aéreo del Sáhara es una prueba más de que el enfoque marroquí está ganando impulso y solidificándose”, señalan a este diario fuentes próximas a la inteligencia marroquí. En realidad, más que “recuperarlo” sería obtener el control del espacio aéreo por primera vez.

Desde Rabat aseguran, no obstante, que la conquista del espacio aéreo no sería fruto de un cambalache. Insisten en que su negociación no está vinculada a las trabas que han impedido hasta ahora la reapertura de la aduana de Melilla, cerrada desde 2018, y la creación de la de Ceuta. Ambas son uno de los principales objetivos del restablecimiento de las relaciones a partir del volantazo en el Sáhara pero, a punto de cumplirse dos años, no se han materializado. Ni siquiera la audiencia de Sánchez con Mohamed VI logró desencallar la normalización aduanera.

Al cambio de manos del espacio aéreo -hasta ahora responsabilidad de controladores canarios, encargados de vigilar y gestionar los vuelos por la zona- se oponen los socios de legislatura del PSOE. Fuentes de Sumar consultadas por este diario muestran su oposición al proyecto. “Rechazamos la soberanía marroquí sobre el territorio del Sáhara Occidental. También sobre las aguas territoriales y el espacio aéreo”, apuntan. Esta pasada semana la diputada de Sumar Tesh Sidi, de origen saharaui, dio por hecho la cesión del espacio aéreo y afeó a Albares su política exterior desde la tribuna del Congreso de los Diputados.

Advertencia de Coalición Canaria

Una posición que también secunda Coalición Canaria en declaraciones  a este diario. Los nacionalistas canarios aseguran desconocer el desarrollo de las conversaciones. “No sabemos absolutamente nada. Y si se produce la cesión, estaremos totalmente en contra porque incumple el derecho internacional y con las resoluciones de la ONU”, apunta fuentes de Coalición Canaria. Dudan, en cualquier caso, de que se pueda producir la transferencia. “Por una razón de seguridad nacional son competencias que no se pueden ceder y que irían de forma clara y tajante en contra de las resoluciones de la ONU”.

Desde Canarias se exige información sobre las negociaciones en marcha

Desde Canarias se denuncia, además, la total opacidad que marcan las negociaciones de Exteriores español con Rabat. De hecho, el pasado lunes el presidente canario Fernando Clavijo remitió una carta a Sánchez para conocer qué asuntos se trataron en su reciente visita a Marruecos y su audiencia con el monarca alauí. Entre otros asuntos, Canarias quiere conocer los términos en los que se está abordando la delimitación de los espacios marítimos, la explotación de recursos naturales en aguas próximas a las islas y las decisiones en materia de control de los flujos migratorios con Marruecos.

En el acuerdo de investidura por el que Coalición Canaria respaldó a Sanchez, se exigió participar en las cuestiones que se aborden con Marruecos desde el Gobierno de España, bien tomando parte en las reuniones, bien teniendo la información detallada de lo que en ellas se trate. Una promesa que hasta ahora no se ha cumplido. “Cuando hay un acuerdo firmado, las partes tienen que cumplir. Si una de las dos partes no cumple, hay consecuencias”, advierten desde Coalición Canarias. Y agrega: “Somos una formación política que siempre ha defendido la autodeterminación del pueblo saharaui y creemos que las cosas no se están haciendo de la mejor manera”.

Desde noviembre de 2020 el FIR de Canarias ha desaconsejado sobrevolar el Sáhara por debajo de los 5.800 metros de altitud por la reanudación del conflicto armado entre el Polisario y Marruecos. Desde entonces el régimen alauí ha empleado drones para atacar posiciones saharauis e incluso a civiles que transitaban por el área.

En caso de que fruto de esas opacas negociaciones con Marruecos el Gobierno de Sánchez ceda el espacio aéreo, el Frente Polisario ya ha avisado de que recurrirá la decisión a las instancias internacionales "España no es la dueña del espacio aéreo para conceder su control a una potencia ocupante como es Marruecos, y nos va a encontrar enfrente en caso de que eso suceda", ha amenazado Abdulah Arabi, delegado del Polisario en España.