El PP marcó las elecciones europeas del 9 de junio como una segunda vuelta de las generales del pasado 23 de julio. Como una suerte de comicios plebiscitarios en torno a la figura de Pedro Sánchez. El PSOE acepta el envite. Más que nunca ahora, después de meses de desgaste a cuenta de la ley de amnistía, se siente fuerte tras su crecimiento en Euskadi y, sobre todo, su victoria holgada e incontestable en Cataluña. Los socialistas se zambullen en las últimas urnas del ciclo persuadidos de que pueden ganar la partida o quedarse muy cerca de los populares. Y lo hacen con una candidata, Teresa Ribera, centro de los ataques de las derechas por su perfil verde, pero con la que creen que pueden aglutinar el voto de izquierdas y penetrar en el electorado joven y urbano.

Ribera (Madrid, 1969) debutó este sábado como protagonista en un mitin, ya como cabeza de cartel para el 9-J, junto al presidente del Gobierno, al ganador de las elecciones catalanas del 12 de mayo, Salvador Illa, y el regidor de Barcelona, Jaume Collboni. Fue en Barcelona, ante unos 1.500 militantes y simpatizantes, según la organización. En la fila cero, la plana mayor del Ejecutivo y de la cúpula socialista, y junto a ellos, dirigentes socialistas llegados de distintos puntos de España. Imagen de unidad interna para arropar a la vicepresidenta tercera del Ejecutivo y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Ribera llama a hacer un "cuatro en raya" con una victoria el 9-J y pinta cuál es la Europa que defiende, frente a la de PP y Vox. Una UE que combine justicia social y agenda verde, dice

La candidata llamó a hacer posible "un cuatro en raya", sumar la victoria en Europa a la alcaldía de Barcelona, la presidencia de la Generalitat —los socialistas confían en que ERC ceda e invista a Illa— y la jefatura del Gobierno de España. Cuatro en raya, y no "un tres en raya", como había dicho Collboni, afirmación que ella se permitió corregirle. Pero también, en su discurso, pintó cuál es la idea de Europa que defiende, el modelo que reivindican los socialistas frente al que enarbolan PP y Vox. Lo que está en juego es una "mejor Europa, más humana", cimentada en la "convivencia y el respeto" y en una economía moderna "que funcione" y que no deje atrás a las personas. La defensa de un "Estado social que protege", de un Estado "diverso, amplio, generoso y cultural", que cultive el pacto entre generaciones, que garantice las pensiones de los mayores, "empleo de calidad y para todos" para los adultos de hoy y una agenda verde "para nuestros hijos, que asegure su futuro para las próximas décadas".

Esa Europa tiene enfrente a "quienes quieren destruirla desde dentro", a quienes "quieren mirar al pasado y no al futuro, a quienes reivindican los hombres de negro y el cierre de fronteras", alertó. "Hay quien está atacando frontalmente los pilares de la construcción europea, la idea de Europa y sus valores". Ribera llamó a plantar cara frente a la "dura batalla" con las derechas que se plantea este 9-J, en un momento en el que "vuelve a las calles el imaginario del fascismo" y proliferan las "agresiones verbales contra personas e instituciones".

Teresa no altera la frontera izquierda/derecha, pero sí invade el espacio de Sumar, sin perder voto moderado del PSOE", asegura un dirigente próximo a la vicepresidenta tercera

Sánchez elogió a su candidata, reconoció que le costaba tener que prescindir de ella en su Gobierno, para el que la fichó en junio de 2018, nada más aterrizar en la Moncloa. Reivindicó su autoridad, su liderazgo internacional en la lucha contra la emergencia climática, sus éxitos políticos —entre ellos, la excepción ibérica y la reforma del mercado eléctrico—. Y es que el perfil de Ribera es una baza fundamental para los socialistas. Por sus profundas convicciones verdes y por su trayectoria institucional.

Por eso en Ferraz creen que la vicepresidenta puede reagrupar el voto progresista, trascendiendo las fronteras del PSOE, atrayendo a electores de su espectro más a la izquierda. Y defienden que puede acercar a votantes jóvenes y de entornos urbanos. Los más poblados. "Teresa no altera la frontera izquierda/derecha, pero sí invade el espacio de Sumar, sin perder voto moderado del PSOE, porque es apreciada por ese votante por su dimensión técnica y europea, de modo similar a Nadia Calviño, que sin embargo rechinaba a nuestros votantes más progresistas. Atraer a votantes de Podemos es más difícil, porque ya son una secta impenetrable", explica un dirigente muy próximo a la vicepresidenta.

Mensajes similares de Abascal y Feijóo

El medio rural es más adverso, en principio, para los socialistas. Y PP y Vox piensan aprovecharlo al máximo. Este viernes, Santiago Abascal, presidente de la formación ultraderechista, criticó que el PSOE haya puesto de cabeza de lista a una "enemiga de la agricultura". Similares términos empleó este sábado Alberto Núñez Feijóo, líder de los populares, desde Cieza (Murcia), en un acto de apoyo al mundo del campo. Ribera, dijo, es la que "más ha ninguneado la agricultura" y su elección misma es uno de los "muchos ejemplos de desprecios del Gobierno" de Sánchez al campo. La estrategia del PP pasa por presentar a la vicepresidenta como una dirigente dogmática. Feijóo, de hecho, le reprochó que haya gestionado el mundo rural desde "el desconocimiento, desde la frivolidad, desde la prepotencia, desde el sectarismo y desde el paseo de la Castellana". Quien presenta a una candidata que "ni conoce el campo, ni quiere el campo, no merece su voto", advirtió.

PP y Vox identifican a Ribera como una dirigente hostil al campo. "Mienten. Nunca como hasta ahora se ha trasvasado tanta agua, nunca se ha invertido tanto. Más lo hecho por Planas", aseguran fuentes muy próximas a la candidata

"Hasta en eso mienten", contestan fuentes muy cercanas a Ribera. "Nunca como hasta ahora se ha trasvasado tanta agua —defienden—, nunca se ha invertido tanto en eficiencia, en modernización de regadíos, en la búsqueda de soluciones al expediente de infracción por contaminación por nitratos de los acuíferos (por dejadez de las administraciones de agricultura, que son las comunidades autónomas), en el apoyo al autoconsumo para comunidades de regantes, en la digitalización… Y eso lo hemos hecho desde Transición Ecológica. Luis Planas [el titular de Agricultura] con la ley de la cadena alimentaria y con la negociación de la Política Agraria Común [PAC] superó con creces a [Mariano] Rajoy".

El campo será, en España y en toda Europa, uno de los ejes de la batalla del 9-J, y lo probaron las manifestaciones de agricultores que estallaron en varios países en febrero y que inquietaron a las instituciones comunitarias, ya en alerta por el auge de la ultraderecha que se presume para estos comicios. Pero Ribera, insisten fuentes muy próximas, no va a dejarse vencer. Y combatirá tanto el "negacionismo de Vox" como la "ambigüedad de un PP que se deja arrastrar por Abascal a posiciones ultras". Lo decía también Sánchez este sábado desde Barcelona: "Lo que rompe las sociedades es la claudicación y rendición de la derecha tradicional al discurso y la ideología de la ultraderecha porque las palabras, las actuaciones, no son inocuas".

"Nuestro modelo es claro: más Europa, más escudo social, más protección de los ciudadanos. ¿Cuál es el del PP? En inmigración, como vimos en la campaña catalana, se dejaron llevar por Vox. Están muy atrapados en asuntos muy sensibles como este o el de la agricultura, porque creen que el mundo del campo se lo ha llevado Vox", exponen en el equipo de Ribera.

Los colaboradores de la vicepresidenta ven al PP "atrapado por Vox en asuntos muy sensibles" como la inmigración o la lucha contra el cambio climático, para la que proponen "tiritas"

Los colaboradores de la vicepresidenta subrayan que ella no ha cambiado su discurso en lo relativo a su defensa de la agenda verde. Ni lo hará. "Los agricultores tienen problemas y uno, enorme, es el propio cambio climático, eso que Vox les dice que no existe. Pero son ellos los que más lo sufren: granizadas, pérdida de fertilidad de los suelos, fenómenos meteorológicos extremos. Y el PP les dice que existe un poco de cambio climático pero que dejemos las medidas para más adelante. Es decir, nos desangramos y ellos ponen tiritas".

Para Ribera, relatan desde su círculo, las derechas caen en una suerte de "manipulación emocional" hacia los trabajadores del campo. "Van al estómago, y esa es la esencia del populismo —denuncian—. ¿Que los agricultores necesitan menos papeleo ante Bruselas? Claro. ¿Que necesitan las cláusulas espejo [que las importaciones de terceros países cumplan los mismos requisitos que a ellos les exige la UE]? Claro. Pero eso no significa que no haya que hacer nada en el campo. Los manipulan, Vox los utiliza para ganar votos al PP".

Ribera hará valer su capacidad de negociación en Bruselas y también la fortaleza de Sánchez y su Gobierno ante la UE

La vicepresidenta está dispuesta a entrar en el cuerpo a cuerpo en este terreno. Especialmente con Dolors Montserrat, la candidata de Feijóo. "Hará valer" la gestión del Ejecutivo y la inyección de recursos en el mundo rural. Pero los socialistas también harán hincapié en que será ella, Ribera, la que podrá pelear en Bruselas directamente por más medidas de ayuda al campo, dado que previsiblemente integrará la nueva Comisión Europea a propuesta de Sánchez. Y es el Ejecutivo, además, el interlocutor ante la UE. "¿Quién va a poder luchar por menos burocracia? ¿Feijóo? ¿Montserrat? Quien puede torcer el brazo es el Gobierno y Teresa tiene autoridad y liderazgo en Bruselas". La vicepresidenta se siente fuerte, señalan en su equipo, frente a la cabeza de cartel del PP, que encarna, recuerdan, "los recortes sanitarios del Gobierno de Rajoy", ya que fue ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad entre 2016 y 2018.

Cataluña, Andalucía, Madrid y Comunidad Valenciana

En todo caso, el PSOE centrará su campaña en la España más poblada. En concreto, en Cataluña, Andalucía y Madrid, que reúnen a 16,81 millones de ciudadanos, el 47,54% de un censo de residentes en España de 35,36 millones. Si se suma la Comunidad Valenciana, aglutinan las cuatro autonomías al 57,84% del total. "En el mundo rural triunfan los bulos de Vox y el contagio del PP", resume una integrante de la cúpula federal, que cree que los populares "cada vez son menos ambiguos", precisamente por esa asunción, estima, de los postulados de Vox, y no solo en materia ambiental.

Sánchez acusa a Feijóo de "mimetizarse con el discurso xenófobo" de Vox. Si la "internacional ultraderechista" se reúne en España es porque su sociedad representan lo que ellos "odian"

El PSOE, como hizo en generales, jugará a asimilar al PP con la ultraderecha. La reunión en Madrid de este fin de semana de Vox con sus partidos hermanos, y con la presencia del presidente de Argentina, Javier Milei, o de la francesa Marine Le Pen, dio munición a Ribera y Sánchez en su mitin en Barcelona. La vicepresidenta recordó que el mandatario suramericano ha defendido que "la justicia social es una aberración". "Hay quien viene del otro lado del Atlántico a decirlo, pero hay quien aquí no se atreve a decirlo y piensa y hace lo mismo. Así que mucho cuidado", avisó ella, en clara referencia a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, quien ya había asegurado que la justicia social es "un invento de la izquierda para promover el rencor y una pretendida lucha de clases en la que perpetuarse".

Para Sánchez, si la "internacional ultraderechista" ha elegido España para su convención de este fin de semana es porque su sociedad representa "todo lo que ellos detestan y odian". "Que es el feminismo, la justicia social, la dignidad laboral, un Estado del bienestar fuerte, la democracia", detalló el presidente. "¿Pues sabéis lo que les digo a estos representantes de la internacional ultraderechista? Que les ganamos las generales, les ganamos las autonómicas en Cataluña y les ganaremos las europeas el próximo 9 de junio", desafió.

Sánchez definió a Milei como "uno de los líderes principales de la internacional ultraderechista", la corriente de "negación" de la ciencia y de los derechos de las mujeres que también impacta en España. Y cargó contra el jefe del PP por "mimetizarse con el discurso xenófobo de la ultraderecha": "Cuando gana la convivencia, Feijóo y Abascal se quedan sin discurso". La réplica a la clausura de la convención ultra en Madrid la darán Ribera y José Luis Rodríguez Zapatero este domingo desde Cádiz. El expresidente también estará con Sánchez y la candidata en la apertura de campaña, el próximo jueves en Valencia. El cierre, el 7 de junio, será en Madrid.

La importancia del reconocimiento de Palestina

El mitin en Barcelona de este sábado pretendía celebrar también la victoria del PSC el 12-M. Cataluña como aval, como impulso de los socialistas para las europeas. Cataluña y la amnistía como activo para el 9-J. "Siempre hemos sostenido que España quiere a Cataluña y el pasado 12 de mayo la ciudadanía catalana dijo alto y claro que Cataluña también quiere a España", festejó el presidente. "¡Bienvenidos a una Cataluña que ha abierto una nueva etapa!", clamó por su parte Illa ante las bases. El primer secretario del PSC elogió al presidente por haber adoptado medidas "difíciles" como la amnistía: "Teníamos razón. Sentid vuestra la victoria —dijo, dirigiéndose al PSOE, el partido hermano—. Sentíos partícipes y protagonistas porque sin vosotros no hubiera sido posible".

Con el impulso de las catalanas, los socialistas creen que pueden vencer al PP. "Han perdido la iniciativa, van a remolque", alegan en Ferraz

El presidente hizo alusión a otro gancho que los socialistas esperan que sea potente para el 9-J. El reconocimiento de Palestina. No será, como ya había asegurado la víspera, el próximo 21 de mayo, sino "en los siguientes días", y anunciará la fecha exacta el miércoles en el Congreso. Ferraz está seguro de que la sociedad española comparte de manera mayoritaria su posición, y especialmente los jóvenes: muchos universitarios están haciendo acampadas en campus de toda España para mostrar su repulsa por los crímenes cometidos por Israel.

El PSOE ya avisa de que las europeas pueden acabar volviéndose contra el PP. Génova, de hecho, ha ido rebajando expectativas en los últimos días, consciente de que las catalanas son un impulso para Sánchez. Por lo pronto, en Ferraz observan que los populares "han perdido la iniciativa", capital en política, y "van a remolque". "En el PP ya hay miedo, y estamos muy cerca. Se van a meter en una campaña de ponzoña, y lo mismo salta la sorpresa. Desde luego, nada de cambio de ciclo. Y el que se ha puesto un plebiscito a sí mismo es Feijóo. Él sabrá". A falta de que se publiquen las primeras encuestas del 9-J tras las catalanas, el ambiente que respiran los socialistas es de optimismo. Y eso ya es mucho después de un arranque de legislatura duro, y con una primera parada en las urnas, las gallegas del 18 de febrero, que se saldaron con un enorme fracaso. Pero esas quedan ya muy lejos —también la pausa de cinco días del presidente, sin aparente impacto en las expectativas electorales— y en la dirección explotarán el regusto dulce de las dos últimas convocatorias. Sobre todo las catalanas, la prueba más decisiva.