No rehuyó Pedro Sánchez este lunes los dos temas que le abrasan a él, a su Gobierno y al partido en la rueda de prensa de balance del año. Corrupción y acoso sexual. Los tocó aun antes de las preguntas de los periodistas, pero para reiterar que actúa con "contundencia" y "transparencia", que asume "errores", y para insistir en que no habrá adelanto electoral, que en su Gabinete están "cargados de determinación y energía" para afrontar los dos años que quedan de legislatura, pese al serial de escándalos. Y tampoco acometerá una remodelación profunda del Ejecutivo, como le pide Sumar, porque "es uno de los mejores que ha tenido España" y se siente "muy orgulloso" de todos sus ministros. Lo que sí hará es seguir desplegando gestos con Junts —precisamente como señal de que la legislatura continúa—, como la publicación próxima de las balanzas fiscales y la solicitud de integración de Cataluña y Euskadi en la Unesco y la Organización Mundial del Turismo, y reunirse por primera vez con Oriol Junqueras, líder de ERC.

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Fueron las palabras del presidente del Gobierno en una comparecencia que llega en un momento aciago para el Ejecutivo, para el partido y para él mismo por la cascada de casos de presunta corrupción y por el estallido del #MeToo en el PSOE a raíz de la deficiente gestión de las denuncias de dos mujeres contra el exdirigente sevillano Paco Salazar. Una demora de más de cuatro meses calificada por el propio Sánchez y su secretaria de Organización, Rebeca Torró, como un "error" no premeditado dado que no hubo, insistieron, voluntad de ocultación. Ese era el sustrato político de una rueda de prensa que también contuvo un anuncio: la creación de un abono único de transportes para todo el país —60 euros al mes, 30 euros para los jóvenes—, para facilitar una movilidad barata en buses, Cercanías o trenes de media distancia. Abono que estará disponible a partir de la segunda quincena de enero y al que el Gobierno espera que se vayan adhiriendo las redes autonómicas y locales de transportes.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, reclamó a Sánchez el pasado viernes una reestructuración en profundidad del Gabinete, un gesto claro frente al "deterioro" que está sufriendo la coalición por la corrupción, "los puteros, el machismo, el hastío". Una exigencia que Sumar ha venido repitiendo desde entonces, también este lunes. El presidente replicó desde la Moncloa que escucha con "muchísima atención a aquellos actores políticos como Sumar o la vicepresidenta segunda que tratan de ayudar". Lo valora y respeta, dijo, pero "ahí están los datos" y la "gestión extraordinaria de todos los ministros", tanto los del PSOE como los de su socio. Añadió que ejecutar una crisis de gobierno es una competencia exclusivamente suya. Su voluntad, apostilló, es "firme", y es agotar la legislatura en 2027 y acabar con la hoja de ruta diseñada.

Cuando se le repreguntó si entonces descarta un cambio radical de caras en el Gabinete, señaló que había sido "claro". Está "profundamente orgulloso y agradecido del trabajo que hacen todos y cada uno de los ministros y ministras del Gobierno de España", este es "uno de los mejores gobiernos que ha tenido España", es un "muy buen equipo" con el que cuenta. "Vamos a continuar con esa hoja de ruta que están desempeñando con éxito todos y cada uno de los ministros de España", insistió. Salvo sorpresa, por tanto, no estaría en su horizonte atender la petición de Sumar de un reajuste general y radical del Gabinete.

Lo que no precisó fue cuándo procederá al relevo, en principio quirúrgico, de la portavoz del Ejecutivo y titular de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, también secretaria general de los socialistas aragoneses y candidata de su partido a las elecciones autonómicas que el presidente regional, Jorge Azcón, convocó también hoy para el 8 de febrero. Tampoco adelantó quién la reemplazará en ambas funciones. "Ya lo sabrán", se limitó a decir. La salida de Alegría del Consejo de Ministros debe materializarse antes de Reyes, porque la ley electoral de Aragón impone que las listas se presenten a los 22 días de la convocatoria formal y ella sería inelegible como ministra.

Sí es más sensible Sánchez a la petición de una reunión que le lanzó este lunes ERC. El presidente reconoció que habló "esta mañana" con Junqueras —la formación independentista señaló que la conversación se produjo este fin de semana—. "Y me veré con él, con Esquerra Republicana, como hago con todos los grupos parlamentarios, porque es mi deber, mi responsabilidad, es un representante legítimo de la sociedad catalana y así lo haré". El portavoz de los republicanos, Isaac Albert, reveló este lunes que ambos líderes quedaron en que habría una ronda del presidente con todos los socios a primeros de año. Sería entonces el primer encuentro entre Sánchez y Junqueras desde que este salió de la cárcel.

La relación con Junts "está rota", admitió, pero el gobierno quiere "tender la mano" y continuar cumpliendo con los acuerdos de investidura. Ahí anunció que el Ejecutivo trabaja para publicar "cuanto antes" las balanzas fiscales "con una metodología acordada" entre Hacienda y Junts. Y también solicitará "en los próximos días" que Cataluña y Euskadi sean un miembro asociado de la Unesco y la OMT —dos organizaciones de la ONU—, "como lo son otros muchos territorios de otros países en el sistema multilateral. Y mientras se tramita, se pedirá en ambos organismos un estatuto "un poco más amplio" para que las dos comunidades autónomas "puedan desplegar las competencias que tienen" en materia cultural y de turismo. No adelantó si tiene intención de encontrarse con el expresident Carles Puigdemont. Gestos, por tanto, a ERC, Junts y PNV.

En todo momento, Sánchez volvió una y otra vez a trasladar el mensaje de que no se le pasa por la cabeza adelantar los comicios. Pase lo que pase. Su receta es resistir. Pese a la angustia que siente el partido por la multiplicación de frentes. En el Ejecutivo, sostuvo, están "cargados de determinación, convicción y energía" para seguir en la segunda mitad de la legislatura, dos años más aunque ello implique soportar "campañas de acoso personal, mentiras y fango". Detalló, después de que se le inquiriera, que no creía que las pesquisas sobre el caso Koldo / Ábalos / Cerdán o el resto de las que se siguen en los tribunales sean "campañas de acoso personal" —"ya veremos el resultado de las investigaciones judiciales"—. "No me refería a eso", indicó, aludiendo a que para él sí que los son las causas abiertas contra su hermano, que se sentará en el banquillo en primavera, y su mujer.

(Noticia en ampliación)

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