
La sentencia de la Sala Penal de la Audiencia Nacional absolviendo a Rodrigo Rato y otros 33 acusados por graves delitos en la salida a Bolsa de Bankia ha provocado un gran revuelo. Sobre todo, entre quienes no comprenden que para condenar a alguien, al margen del clima social, hacen falta hechos probados.
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