Política

El Rey facilitó el consenso político para restablecer la legalidad en Cataluña

El Rey Felipe VI.
El Rey Felipe VI. | EUROPA PRESS

El Rey Felipe VI está siendo un agente activo en la búsqueda de soluciones a la crisis catalana. Sus conversaciones y reuniones con dirigentes políticos no se limitan al Gobierno y a los máximos responsables de los grandes partidos, como Pedro Sánchez y Albert Rivera, sino que incluyen a miembros de las cúpulas de PSOE y Ciudadanos y deja fuera a Podemos. El Monarca también ha mantenido contactos y reuniones con decenas de agentes de la vida social y judicial, confirma la Casa Real. De esta manera, se ha convertido en una pieza clave a la hora de alcanzar un consenso nacional y europeo sobre la defensa del orden constitucional en Cataluña.

La culminación de esa labor se constató el pasado viernes en su discurso en la entrega de premios Princesa de Asturias ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker; del Parlamento Europeo, Antonio Tajani; del Consejo Europeo, Donald Tusk y del Tribunal de Justicia de la UE, Koen Lenaerts. "Su presencia hoy aquí, en Asturias, en Oviedo, en este Teatro Campoamor que cumple 125 años simboliza el compromiso, el apoyo y la solidaridad de las instituciones europeas con España, con nuestro sistema constitucional y con nuestro estado social y democrático de derecho", aseguró Felipe VI.

Felipe VI destacó el viernes el apoyo de la UE al sistema constitucional español

La asistencia de las máximas autoridades comunitarias para recoger el galardón a la Concordia de 2017 supuso un expreso apoyo al Rey y al Gobierno español frente al desafío secesionista catalán, como explicitó en su intervención el propio Tajani. El respaldo europeo a la aplicación del artículo 155 era el último paso en la diplomacia antes de que el Consejo de Ministros aprobara el sábado el paquete de medidas que se aplicará en Cataluña para recuperar el orden constitucional.

"Señores presidentes, España tiene que hacer frente a un inaceptable intento de secesión en una parte de su territorio nacional. Y lo resolverá por medio de sus legítimas instituciones democráticas dentro del respeto a nuestra Constitución y ateniéndose a los valores y principios de la democracia parlamentaria en la que vivimos desde hace ya 39 años", anunció, un día antes de que el Gobierno aprobara la intervención en Cataluña.

El Rey "modera el funcionamiento regular de las instituciones", según la Constitución

Con esa labor de mediación, Felipe VI cumple el artículo 56 de la Carta Magna: "El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes".

Esa labor moderadora sitúa al Monarca en un papel clave ante un momento histórico como el que afrontó su padre durante la Transición, cuando su margen de acción fue más amplio porque no tenía reguladas sus funciones. Dentro de esos límites constitucionales, Felipe VI ha establecido una interlocución en distintos ámbitos para facilitar el consenso en torno a la respuesta del Estado de Derecho al desafío secesionista.

Desde que se celebró la consulta ilegal del 1 de octubre en Cataluña, el Rey ha acentuado sus conversaciones especialmente con el secretario general socialista, Pedro Sánchez. También mantiene un contacto fluido con Albert Rivera y ha conversado con otros dirigentes del PSOE y de Ciudadanos. Esos encuentros y llamadas versan fundamentalmente sobre la crisis catalana, aunque tocan otros asuntos adyacentes como la reforma de la Constitución.

En este sentido, Felipe VI ha reconocido la importancia de la recuperación de personas con "transcendencia histórica" en la defensa de la Constitución y del Estado como la que está llevando a cabo Pedro Sánchez, que ha retomado contacto con los ex presidentes socialistas José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, así como con ex secretarios generales como Alfredo Pérez Rubalcaba. Tras un almuerzo con Sánchez, Zapatero ha transmitido a Ferraz su intención de acudir al próximo Comité Federal en calidad de ex secretario general.

El sábado, tras la aprobación de la intervención en Cataluña, cuando el PSOE recibía una gran presión por su respaldo al 155, Sánchez volvió a telefonear a sus antecesores en el cargo para "agradecer su apoyo en estos momentos". Además, habló con los secretarios generales y presidentes autonómicos para "mantenerles informados, agradecer su apoyo en la defensa de la Constitución y la legalidad que abandera el PSOE".

En una reunión con el Rey antes de su discurso televisado, Pedro Sánchez mostró su convencimiento de que había que dar una última oportunidad al "diálogo" con el Govern para evitar el uso del 155. Aunque Felipe VI no mencionó esa palabra, sí hizo una apuesta personal por el "entendimiento" que satisfizo al PSOE.

En ese discurso, el Monarca recordó a los ciudadanos catalanes que "tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos" en la España constitucional y democrática. A los especialmente angustiados con la actitud de los gobernantes autonómicos les aseguró que "tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos". Y al conjunto del pueblo español les ratificó "el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España".

Pedro Sánchez volvió a hablar con el Rey después de la intervención de Carles Puigdemont en el Parlament el pasado 10 de octubre, cuando el presidente catalán "asumió el mandato de que el pueblo de Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república" para acto seguido "proponer que el Parlament suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas emprendamos un diálogo sin el cual no es posible llegar a una solución acordada".

A partir de entonces, Sánchez y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, han intensificado sus reuniones y conversaciones telefónicas para coordinar la respuesta a cada escenario que provoquen los independentistas, incluidas las medidas y plazos concretos de la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

La colaboración entre el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición también se constató el miércoles y el jueves durante la visita de Pedro Sánchez a Bruselas. Desde su llegada, el dirigente socialista defendió ante las autoridades europeas la aplicación de las medidas previstas en la Constitución para salvaguardar la integridad territorial del Estado español.

Así lo hizo Sánchez en sus reuniones con los presidentes de la Comisión, Jean-Claude Juncker- y de la Eurocámara, Antonio Tajani; con la jefa de política exterior de la UE, Federica Mogherini; con los primeros ministros portugués y sueco, Antonio Costa y Steffan Löfvent, y con el líder de la oposición británica, el laborista Jeremy Corbyn. El mismo objetivo presidía el viaje de Rajoy al Consejo Europeo el jueves: rebatir las mentiras del Procés, difundidas para lograr apoyos internacionales al separatismo. La misión tuvo resultado y, además del apoyo europeo, prestigios periódicos como The Guardian y The Washington Post ya han informado a sus lectores sobre la proliferación de noticias falsas sobre la actuación policial en Cataluña el 1 de octubre.

De las principales fuerzas con representación parlamentaria se queda fuera de esa interlocución Podemos, que asegura no haber mantenido ningún contacto con el Rey. Su apuesta por la república y sus constantes desplantes a los monarcas durante sus visitas al Congreso, así como su ausencia de la fiesta nacional del 12 de octubre, dificulta la relación del jefe del estado con un partido que representa a cinco millones de españoles.

Esa complicada relación Podemos-Casa Real se hace prácticamente inviable por la actitud de Pablo Iglesias, que también ha cargado contra la Corona estos días, ampliando así sus acusaciones a la "triple alianza" de PP, PSOE y Ciudadanos para restablecer el orden constitucional en Cataluña a un "proyecto monárquico-corrupto de las élites". En protesta por la posible aplicación del 155, Podemos se ha descolgado de la comisión de reforma constitucional pactada entre PP y PSOE para dar cabida al diálogo sobre Cataluña, y cuya creación votó a favor el grupo de Unidos Podemos.

La participación del PSOE en ese consenso y su exclusión de las conversaciones ha irritado sobremanera a Podemos. Sus dirigentes cargan ahora contra el mismo Pedro Sánchez al que querían convertir en presidente del Gobierno este verano a través de una moción de censura. "La gente no va a olvidar que Pedro Sánchez hablaba de la dimisión de Rajoy y que Miquel Iceta le decía que no se podían soportar cuatro años más de Rajoy", ha advertido este fin de semana el secretario de Organización, Pablo Echenique.

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