Política

Casado despierta y Sánchez recurre a Vox para atacar a Rivera en un debate bronco

Pedro Sánchez y Pablo Casado

Pedro Sánchez y Pablo Casado EFE

La segunda vuelta del debate electoral celebrado entre los candidatos de los cuatro principales partidos ha dejado escasas novedades. Las más significativas han pasado por el 'despertar' del líder del PP, Pablo Casado, y la agresividad del presidente del Gobierno hacia el candidato de Cs, Albert Rivera, claro ganador del primer debate del lunes. El ruido bronco generado entre ellos y sus constantes acusaciones mutuas por mentir ha terminado beneficiando también al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que ha quedado como el candidato más moderado. Quién lo habría imaginado.

Pablo Casado ha recuperado la iniciativa tras haber sido eclipsado por Rivera en lo que Pedro Sánchez ha denominado "las primarias de la derecha". Si el líder del PP se vio atropellado el lunes por las acusaciones de Pedro Sánchez por machismo a su partido, este martes ha sabido reaccionar. Casado ha arremetido con dureza contra el jefe del Ejecutivo por utilizar la violencia de género, la única materia en la que se ha alcanzado un pacto de estado entre todos los partidos, para hacer electoralismo.

"Un sucedáneo de presidente no va a venir aquí a arrojarnos las víctimas de violencia de género. Eso le inhabilita para el cargo", ha reprochado Casado, que también se ha enfrentado a Iglesias para advertirle de que no le levantara el dedo. "Usted no tiene ninguna superioridad moral. El insulto es decir que el PP no defiende a las maltratadas. No se ponga piel de cordero", ha denunciado.

Mientras tanto, Sánchez recurría a Vox para intentar atacar a Albert Rivera, al que ha interrumpido constantemente para disputarle el voto de centro y para evitar que volviera a quedar como el ganador del debate. "Hay silencios clamorosos. Rivera no nombra a Vox. La ultraderecha es peligrosa, es temible", aseguraba el presidente del Gobierno, para reprochar al líder de Ciudadanos que "hable de una España de rojos y azules para dibujar una España azul oscuro casi negro".

La bronca entre Rivera y Sánchez ha llegado a su momento cumbre cuando el líder de Ciudadanos ha entregado al presidente del Gobierno una copia de su tesis doctoral y el candidato socialista le ha respondido regalándole el libro del presidente de Vox, Santiago Abascal, "para que conozca los planteamientos políticos de sus aliados". En uno de los numerosos rifirrafes mantenidos con Rivera, Pablo Iglesias le ha reprochado que es "muy maleducado" por usar la "técnica de interrumpir todo el rato" y le ha pedido que no sea tan "impertinente". "Su técnica de interrumpir todo el rato es propia de maleducados, a la gente que le vota a usted no le gusta que usted sea tan impertinente", ha reprochado el líder de Podemos, que ha asegurado que "la gente que vota" a Ciudadanos "quiere ver a un caballero educado".

Por mucho que Sánchez ha intentado evitar la cuestión catalana en la campaña electoral, PP y Ciudadanos han vuelto a acusarle de ceder ante los independentistas a cambio del apoyo a su Gobierno. En este caso, Albert Rivera ha ampliado el conflicto territorial al País Vasco, donde sus candidatos han sido sometidos a escrache durante la campaña electoral. El líder de Ciudadanos ha expuesto en su atril la fotografía de la lideresa del PSOE vasco, Idoia Mendía, brindando con Arnaldo Otegi en una comida de Navidad, para recordar las críticas que recibió entonces por parte de dirigentes del PSOE. "Múgica rompió el carné del PSOE", recordó Rivera, en referendcia a José María Múgica, hijo de Fernando Múgica, asesinado por ETA en 1999, que se dio de baja del partido tras esa imagen.

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