Política

Moncloa apuesta por retener el apoyo de ERC: "Nos ha faltado tiempo"

Pedro Sánchez y Gabriel Rufián EFE

"No cambiamos de socios", solemnizó este miércoles el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, en sede parlamentaria tras ser acusado por la portavoz de EH-Bildu, Mertxe Aizpurúa, de acercamiento a Ciudadanos. Pero lo cierto es que la foto fija de ayer, en el debate y posterior votación de la quinta prórroga del estado de alarma, muestra a un gobierno parlamentariamente muy débil y una ERC muy poco complaciente con la coalición, además de dolida por el respaldo inopinado que Ciudadanos comenzó a dispensar a Sánchez hace 15 días.

El Ejecutivo, tal y como verbalizó también ayer el inquilino de la Moncloa, "mantiene sus compromisos de legislatura", lo que incluye el acuerdo con los independentistas republicanos que hicieron posible con su abstención el actual gobierno. Pero las conversaciones cruzadas con los principales dirigentes de ERC terminaron en fracaso, entre otras cosas, aducen, porque "nos ha faltado tiempo".

Los portavoces parlamentarios de PSOE y ERC, Adriana Lastra y Gabriel Rufián, respectivamente, resucitaron la mesa de negociación previa a la formación de gobierno. La vicepresidenta segunda, Carmen Calvo, mantuvo una interlocución directa con el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, mientras que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, habló el pasado viernes con distintos dirigentes de la formación que lidera Oriol Junqueras.

La mesa bilateral Moncloa-Generalitat no fue el escollo de la negociación

De las versiones recabadas por El Independiente, hay coincidencia en que la mesa bilateral Moncloa-Generalitat no fue el impedimento para el acuerdo, sino que las discrepancias vinieron de la mano de otras cuestiones como el superávit de los ayuntamientos, ayudas sociales o modelo de desescalada. En el entorno de Aragonès, además de lamentar que, a su juicio, "el PSOE se deja seducir rápido por la derecha" no hubo concreciones a la hora de negociar unas peticiones "que no eran nada marcianas". En definitiva, "el escollo no fue la mesa. El escollo lo fue todo. Marearon más que otra cosa. Lo que esperas de una negociación es que se concrete con cierto detalle".

Fuentes gubernamentales destacan, por su lado, que "la mesa no era lo trascendental", Los desencuentros se centraron en el resto de las materias, insisten dando a entender que aunque la mesa bilateral dista mucho de ser ahora para el Gobierno una cuestión ni mucho menos perentoria en mitad de la gestión de la pandemia tampoco debe darse por muerta a pesar de lo que digan en Ciudadanos.

Los socialistas se quejan de que ERC "siempre va a remolque de Puigdemont" de quien sigue dependiendo, aunque sea por la vía interpuesta de Quim Torra, la convocatoria de elecciones catalanas adelantadas, y "siempre mete la pata".

Esquerra republicana, por su parte, ha sufrido la votación de este miércoles como una derrota propia, la confirmación del fracaso de sus esfuerzos por seguir siendo socio prioritario del Gobierno de Pedro Sánchez. Una derrota que aleja a los republicanos de la órbita del Gobierno y que hará difícil recuperar la senda del acuerdo tanto por el resquemor con el PSOE como por las presiones de sus socios de JxCat.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha tardado apenas unas horas en apuntarse el tanto del No de ERC a Pedro Sánchez, en un tuit en el que se ha felicitado por la postura de los republicanos. “Pedí el No a la prórroga del esetado de alarma y por eso agradezco a todos los partidos independentistas su voto hoy en el Congreso, en defensa de nuestros derechos y libertades”.

Torra ajusta cuentas con Rufián

“Este es el camino” añade Torra, que pasa cuentas así con el líder de Esquerra en el Congreso, Gabriel Rufián, principal defensor del acuerdo en la dirección republicana. El domingo Torra ya avanzó que “el Govern no apoyará” la prórroga del estado de alarma planteada por Sánchez en la conferencia de presidentes autonómicos. Rufián le respondió entonces, también a través de las redes sociales, que “con el debido respeto” en nombre de ERC “solo habla Esquerra”.

En este contexto, las advertencias de Rufián desde la tribuna del Congreso cuando advertía a Sánchez de que el acuerdo con Cs rompe el bloque de izquierdas que permitió la moción de censura, primero, y la investidura, después, adquieren un nuevo cariz. La dirección de ERC vivió el martes como una humillación conocer por la prensa el pacto que Gobierno y Cs hicieron público mientras ellos seguían negociando.

Tras ese revés, mantener la puerta medio abierta a la negociación ya fue un esfuerzo titánico de quienes abogan por el pacto en la formación republicana, que se sienten ahora abandonados por el PSOE. Y advierten que, cuando la pandemia pase, el PSOE difícilmente podrá contar con ellos para sus “presupuestos de la reconstrucción”.

En todo caso, no deja de ser harto complicado mantener al tiempo una negociación con dos partidos tan antitéticos como ERC y Ciudadanos y conciliarlo con los gustos y deseos de los partidos de la coalición de Gobierno. Pablo Iglesias admitía este martes que se sentía "más cómodo" con ERC que con la "derecha" que representa Ciudadanos, aunque alababa su talante negociador frente al de Pablo Casado.

Lastra invita a Rufián a participar de "cuatro años para desarrollar políticas progresistas"

Adriana Lastra mostró su mano tendida a Rufián recordando que "tenemos cuatro años para desarrollar políticas progresistas", aunque le reprochó que ahora lo más importante era conservar el estado de alarma "porque salva vidas" mientras que todo lo demás no eran más que matemáticas.

En cambio, para muchos socialistas la formación de Inés Arrimadas es mejor compañera de viaje. Así lo manifestó ayer el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, al destacar que ambos partidos "comparten un modelo de país" y ofrecerles gobiernos de coalición en distintos municipios extremeños.

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