En general consideramos ‘estrellas’ a las personas que sobresalen extraordinariamente en su profesión, especialmente en el mundo del espectáculo. Hoy tengo el honor de entrevistar, para vosotros, a una de las estrellas más brillantes y reales de la cultura, del deporte, y del periodismo en este país, Paloma del Río.
Estrella es, para mí, alguien que consigue llegar con su talento, con sus mensajes, y con sus valores, a todos, de manera transversal, independientemente de su clase social, de su edad o de su cultura. Paloma del Río ha logrado, a lo largo de sus 38 años de carrera en RTVE, hacer que el deporte, casi siempre deportes de los considerados como ‘minoritarios’, se convirtieran en parte de nuestra vida. Su estilo a la hora de narrarnos y hacernos vivir los grandes éxitos, y en ocasiones también los fracasos, de muchos atletas españoles y españolas a lo largo de casi cuatro décadas, nos ha llegado al corazón. Este domingo he tenido el placer y el honor de charlar con ella, tan sólo unos días después de su última y emocionante retransmisión deportiva en Valencia y a tan solo dos días de su jubilación. Os ofrezco ahora nuestra conversación, que debo confesaros que me ha emocionado profundamente.
Pregunta.- Buenos días Paloma. Nunca voy a poder olvidar las imágenes que hemos vivido el domingo pasado. Más de dos millones de personas las han visualizados en las redes sociales. Y yo, como muchos espectadores, nos hemos emocionado admirándote, una vez más, por televisión. Y qué decir de la imagen de más de seis mil, presentes en Valencia el pasado domingo que te tributaron una tremenda ovación en tu última retransmisión de gimnasia rítmica. ¿Qué sentiste, Paloma? ¿Te esperabas que tu última retransmisión en TVE fuera así?
Respuesta.- Mucha emoción. En el aspecto técnico, porque era un mundial preolímpico en el que España y el resto de países participantes se jugaban un puesto en los próximos Juegos Olímpicos y también porque sabía que era la última retransmisión que iba a hacer. Intenté embridar las emociones porque tú sabes que este día, en un momento u otro, llega… y le das paso al relevo. Hubo dos momentos importantes: uno fue el jueves anterior, cuando la Federación Española, la Federación Internacional y mis compañeros de RTVE tenían preparado un homenaje que me hicieron. Yo estaba a lo mío, preparando la retransmisión y ni me enteré de que iban a hacerme un homenaje. El segundo llegó el propio domingo y fue espontáneo y completamente inesperado. En un momento determinado, el realizador pincha una pancarta que portaba alguien del público y la imagen sale en el marcador del pabellón de Valencia. Todo el mundo se puso en pie, se dio la vuelta hacia la posición de comentarista y comenzó a corear, ¡Paloma, Paloma! Yo alucinaba y le dije a Almudena Cid: ‘¡Qué majos son! Ella me respondió: ‘Paloma, han venido por ti’. Gente de Latinoamérica, de México, de Uruguay, de Argentina, que me suben regalos a la posición de comentarista, y que te dicen que te han estado viendo y que quieren darte las gracias. Más tarde llegaron las palabras de Almudena, cuando me dijo que hablaba en nombre de todos los compañeros, periodistas, deportistas que han pasado por mi vida en estos últimos 38 años. De gimnasia pero también de esquí, de patinaje… de todos me decía que, cuando revivieran su vida, en su identidad, iba a estar yo como banda sonora porque era mi voz la que estaría ahí.
Siempre he trabajado preparando y estudiando en la mayor medida posible, Euprepio, tratando de representar a mi empresa, a RTVE, dejándome los higadillos por hacer las cosas lo mejor posible. Que te llegue todo esto al final de tu carrera y te retires de la profesión con ese cariño y ese reconocimiento personal y profesional, no sólo de los deportistas sino de otros periodistas que no tienen que ver (con el deporte) como Mamen Mendizábal, Jordi Evole, de políticos, por supuesto compañeros míos de TVE como Ana Bosch… el teléfono empezó a echar humo… correos, WhatsApp, Instagram… no me ha dado la vida. Llevo varios días contestando en la medida en que me es posible, aunque me gustaría agradecérselo a todos.
P.- Tú no has sido, Paloma, tan sólo la voz de algunos deportes considerados ‘minoritarios’ sino que también has estado al pie del cañón comentando eventos extraordinarios de los deportes de masas, más populares, los que a veces se han visto ‘contaminados’ y ‘corrompidos’ por el capitalismo más burdo y vacío de valores. Pero es cierto que tú has sido determinante para proyectar al público y dar notoriedad, no sólo a la gimnasia rítmica, sino el esquí, la hípica, el voleibol, el patinaje artístico y muchos otros que nos han dado, por cierto, muchas medallas olímpicas a España. Has sido LA VOZ del deporte de este país. ¿Te das cuenta de la importancia que tiene todo esto? ¿Te lo han reconocido?
R.- Yo me siento muy satisfecha de los resultados y de los reconocimientos que he recibido. Pero quiero recordar que nuestro trabajo no está hecho solo de pantalla y de comentar en directo los grandes eventos deportivos. Esa es la parte que la gente ve, pero luego es fundamental la que la gente no ve, que es la del trabajo de mesa. La coordinación con las 66 federaciones españolas, olímpicas y no olímpicas, para que, a través del canal teledeporte de TVE, obtengan visibilidad y esta les lleve a que algún patrocinador quiera aportarles dinero y sostenga su deporte. Las retransmisiones son muy importantes, pero también ese trabajo con las federaciones. No cerrar la puerta a nadie, recibir a todos con una sonrisa y buscar vías para su proyección.
Una de las cosas más importantes que me ocurrió en los inicios fue con Susana Mendizábal. Yo volvía muy contenta a casa, y le pregunté a mi madre cómo me había visto, y me contestó que muy bien, pero que no se había enterado de nada. Eso me dejó pensando que, si mi madre no se había enterado de nada, cómo lo habría visto el resto de la audiencia. Hice los cursos de juez para tener el punto de vista de los jueces, poder valorar, y tener así la capacidad de trasladar a los espectadores la posibilidad de valorar qué estaba bien y qué estaba mal. Esa preparación y ese estudio no se ve. Uno no llega una semana antes de una retransmisión y se pone a estudiar. No. Ahora hay que empezar ya a preparar los Juegos Olímpicos, y falta un año. Ese tipo de cosas son inapreciables pero son fundamentales. Hoy la informática es una gran ayuda pero yo he ido a buscar libros fuera de España para documentarme, sobre todo de gimnasia y de patinaje, porque en España no los había.
Podría ponerte también ejemplos en el mundo del ciclismo o en otros deportes: ¡a los hombres chuletón y a las mujeres filete empanado!"
P.- El martes 5 de septiembre es tu último día de trabajo. Hazme un balance de estos 38 años que vas a cerrar en la televisión pública.
R.- Lo he pasado bomba. He aprendido muchísimo de los deportistas, de lo que representa el deporte, de la gestión de los sentimientos, del triunfo, de la tristeza, de la humildad, del trabajo bien hecho, de prepararte en los períodos valle y de cómo, en el momento de una retransmisión, aparezca todo lo que he aprendido previamente. Sobre todo del bagaje humano de todos los compañeros: del conserje, del camarero, del guardia de seguridad de la puerta de Torrespaña, administrativos, redactores, jefes, los que no son jefes… todo eso es lo que me llevo, todo ese cariño que he recibido en estos años.
P.- Paloma, no podemos no hablar del ‘caso Rubiales’. Dame tu punto de vista acerca de los días tan delicados que vive el fútbol, el deporte español y la ‘Marca España’, a pesar de haber ganado un mundial femenino de fútbol por primera vez en la historia. ¿Qué sentiste al ver la que para mí fue una película que comenzó con la emoción de una victoria extraordinaria al bochorno más horrible de un beso robado? ¿Qué pensaste cuando Rubiales se agarró los genitales frentes a los centenares de millones de espectadores en todo el mundo y al lado de las autoridades, la Reina Letizia y la Infanta Sofía.
R.- Durante el partido lo pasé muy bien porque fue un ejemplo para todos los que dicen que las mujeres no saben jugar al fútbol. Demostraron que sí que sabían hacerlo de forma excelente, ‘de tiralíneas’. Después, acaba el partido y aparece la imagen del beso… más tarde también las del palco, aunque esta es previa, pero al ver la imagen del beso yo dije: ‘¡Qué está pasando!’ Pensé: ‘Este hombre no sabe cuál es su puesto, ni su posición, es el máximo representante del fútbol español en un palco en el que al lado tiene a una Reina y a una Infanta’. Lo que mostró fueron comportamientos de ‘hooligan’, de una persona absolutamente descontrolada. Después se produjo la bajada al césped, la entrega de medallas, la alegría… él, en esas imágenes que han ido saliendo con cuentagotas, están haciendo una entrevista con la cámara con dos jugadoras, y se les ve las caritas y él aparece y ‘pum’, le da un beso a una de ellas… y luego vemos la imagen del beso a Jenny Hermoso, otra imagen portando como un saco de patatas a otra de las jugadoras… pensé que había perdido las formas y no sabía quién era, el máximo representante del fútbol español.
P.- O lo sabía pero se sentía por encima del bien y del mal y pensó que era ‘intocable’.
R.- Desde España, cuando empezamos a ver la sucesión de los acontecimientos asistimos a cómo, en primer lugar, la Federación comete la torpeza, en una reacción totalmente ‘naif’, de empezar a retirar los vídeos pensando que le pueden poner puertas al campo, existiendo ya pantallazos de todo. Después, cuando empiezan a recibir tanto él como su equipo, reacciones, se va a una radio y nos insulta a todos, tomándonos por tontos. A todos los que vimos que aquello no fue en absoluto adecuado. Cogió de madrugada un vuelo de Sidney a Doha, y en ese avión iban periodistas que narraron cómo por internet se estaba ya viendo la indignación de la gente. Narraron también que en ese vuelo intentó convencer a Jenny para que ‘se sumara a la causa’ y saliera con él a decir que todo estaba arreglado. Al llegar, hizo una disculpa que no había por dónde cogerla: ‘No ha habido intención por ninguna de las dos partes’. ¿Qué partes? ¡Aquí sólo ha habido una!
No sé la cantidad de actos fallidos que ha tenido todo su equipo, porque no es sólo él, pero te digo una cosa: en España ha habido momentos cumbre en la lucha por los derechos de las mujeres, para que sigan vivos y no se mantengan los agravios. Uno fue el de Ana Orantes, en Canal Sur, que fue quemada viva por el marido a los pocos días de aparecer en televisión. Otro fue el de la Manada. Otro ha sido este, que será recordado porque ha supuesto tal revolución social que aquí no se pueden quedar las cosas.
P.- ¿Tendrá algo de positivo este hecho, cuando se haga un balance de lo ocurrido?
R.- Creo que sí. Cuando decrezca la espuma por la situación personal de Rubiales y pase un poco esta marea, a esta selección, a las 83 que firmaron y a las 15 que se inmolaron en el documento del año pasado, se verá que todas ellas no eran unas niñatas sino que estaban hablando, como decimos los de deportes, ‘con los pelos de la burra en la mano podemos saber de qué color es la burra’. Sabían de lo que estaban hablando. Ellas y generaciones anteriores, como las que estuvieron en el mundial de 2015 con el anterior seleccionador que estuvo 22 años. Tremendo el individuo y tremendo lo que le consintieron, y en esa federación nadie dijo nada. Ahora han creado un sistema piramidal, clientelar. Qué horror ver como anunciaba esa subida de sueldo de medio millón en cuatro años en público, en una Asamblea, delante de las cámaras, llevando a sus hijas que, ya me dirás, qué pintaban allí.
Lo bueno es que cuando pase la espuma y puedan disfrutar lo que han conseguido, toda la sociedad tendrá que estar agradecida a ellas, a nuestras futbolistas, porque han levantado la tapa de una cazuela que tenía material podrido.
P.- Tú que has vivido y comentado tantos deportes, ¿qué foto me darías del deporte femenino en España?
R.- El punto de inflexión se produce con los JJOO de Barcelona, en 1992. Se profesionaliza el deporte y las ayudas llegan para hombres y para mujeres. A partir de ahí, la mujeres y también muchos hombres pueden dedicarse sólo a entrenar, cosa que antes no podían hacer. El problema es la falta de continuidad y los medios de comunicación somos responsables. Cualquier anécdota, no ya noticia, cualquier record del mundo o hazaña, se mantiene sólo cuatro o cinco días. Después se acabó y se olvida el deporte femenino hasta la siguiente.
P.- Escuché decir el otro día a Sergio Sauca, y yo opino de igual modo, que desde aquel hito de las 22 medallas de Barcelona en 1992, el deporte español no ha vuelto a cosechar los mismos éxitos y el mismo número de medallas. Nos estamos quedando atrás respecto a países como Holanda o Italia. ¿Qué está fallando y qué se puede hacer desde el punto de vista institucional para que el deporte vuelva a tener un peso más relevante en España? No sólo desde el punto de vista de las medallas, sino también de los valores.
R.- Debe darse visibilidad y espacio a los deportes femeninos para atraer patrocinadores. Iberdrola, desde el año 2016 puso todo el dinero que tenía para patrocinios para las siete federaciones españolas que habían conseguido medalla en Río. Ahora ya lo destina a 33 porque ha visto que le es rentable, y que la Ley de Mecenazgo hace que, por la visibilidad del acontecimiento, deportivo se devuelva fiscalmente el 90 por ciento de ese patrocinio. Si además en tu marca sale ‘patrocinador del equipo olímpico español’ el éxito es total. Las ayudas pequeñas de diputaciones, de ayuntamientos, están muy bien, pero las grandes marcas son las que tienen que invertir en el deporte en general y en el femenino en particular porque si no, no crece. Hay deportistas que no pueden entrenar ocho horas al día porque con una beca de 300 o 400 euros al mes no pueden vivir, y al final tienen que dejarlo. El año pasado había algún equipo de fútbol que a su categoría masculina le hacía viajar en avión y a la femenina en autobús, o que priorizaba a los hombres en sus horarios de entrenamiento. Podría ponerte también ejemplos en el mundo del ciclismo o en otros deportes: ¡a los hombres chuletón y a las mujeres filete empanado! Ellos con dietas y ellas sin dietas, y cuando reclaman, lo que escuchan es: ‘Esto es lo que hay’. Llega un momento en el que las deportistas se tragan la dignidad porque estos dirigentes, que aún conservan esa mentalidad, mantienen esa diferenciación. No todas las federaciones son como la de fútbol y esto hace un daño tremendo a otras, pero es que la de fútbol maneja un disparate de dinero.
P.- Hemos visto, por cierto, una imagen, que me parece tan grave como la del beso. Una mesa, en la Asamblea de la Federación, con treinta y tantos hombres y ninguna mujer.
R.- Así es. Siendo Miguel Cardenal secretario de Estado para el Deporte y Ana Muñoz directora general, se estableció una norma para el deporte femenino porque ella era una firme defensora del mismo. Se establecieron subvenciones con mucho dinero de la época y se estableció que en la junta directiva tenía que haber un 33 por ciento de mujeres para recibir esa subvención, que además debía ser gastada en el deporte femenino y no en el masculino porque si no, la federación que fuera, perdía ese dinero. Todas contestaron menos la de fútbol. Hablamos del año 2003 o 2004. Consideraba (la RFEF) que con todo el dinero que tenía no necesitaba esa ‘minucia’, pero no era la ‘minucia’ lo importante, sino el gesto. Preferían seguir en el pleistoceno, seguir atrás.
P.- Habida cuenta de que Luis Rubiales está repleto de escándalos, ¿qué responsabilidad tienen las instituciones? ¿Alguien ha mirado para otro lado durante años?
R.- A este señor se le han sacado muchas tarjetas amarillas pero nunca la roja. No sé por qué razón. Eso es evidente. Hasta que no ha existido un comportamiento como el que ha ocurrido. ¡Madre mía! Imagino a la Reina Letizia en esa foto con él agarrándole por el hombro.
P.- ¡Tocándose los cataplines ante millones de espectadores!
R.- Teniendo en cuenta el esfuerzo que ha hecho la Casa Real para estar allí, cosa que no ha hecho la casa Real británica, y de corazón porque la Infanta Sofía es una forofa del fútbol y la Reina lo es del deporte, esa falta de decoro y de ausencia de comportamiento… es que es de principio a fin. ¡Por favor, que es la Reina!
P.- Además de tu papel en el mundo del deporte, tú has sido firme defensora de los derechos de las personas LGTBI. Has sido proactiva en conferencias defendiendo estos derechos, no sólo en el deporte sino en la sociedad en su conjunto. ¿En qué momento estamos?
R.- Hay mucho sufrimiento. Como persona con relevancia pública considero que tengo la obligación, no me la impone nadie, me la impongo yo, de defender los valores en los que creo. Y echar una mano a todo aquel que la necesite. Hay mucha gente que lo está pasando muy mal. En las grandes ciudades existe el anonimato, pero en las pequeñas no y a la gente LGTBI la señalan con el dedo y le hacen la vida imposible. En cuando al mundo del deporte, cuando me propusieron hacer los tres capítulos de ‘Ya no quiero esconderme’, inmediatamente me puse a ello. Hay mucho miedo y estamos volviendo atrás, estamos dando pasos atrás. Más que nunca hay que ponerse delante de la pancarta. No puede ser que a estas alturas se cuestione a la gente por con quién quiere pasar su vida. Porque eso es absolutamente libre. Somos seres humanos, no tenemos cuernos ni rabo, y tenemos una manera de ver la vida y de amar con diferente prisma. Y eso es tan respetable como el que tiene otras. A mí nadie me escuchará criticar si alguien va a misa, si no va, si es de esta religión o de este partido. Lo que quiero es que sea feliz y si para ser feliz tiene que vivir o hacer una serie de cosas, que las haga, y buscar su compañero de trabajo y de vida libremente y eso no le debe importar a nadie. Si de repente empezamos a ver que se suspenden conciertos, que se cancelan obras de arte, que los departamentos de igualdad de determinados ayuntamientos se cierran por falta de… ¡no será por falta de motivos porque vamos a una asesinada al día! ¿Qué tiene esa gente en la cabeza? Hago un esfuerzo por entenderles, pero no lo consigo.
Me lo decía un día Lorenzo Milá: ‘Te lo pasas tan bien que lo transmites al que está en su casa’
P.- La instrumentalización política de las ideas es algo tremendo, yo que me dedico en buena parte a cuestiones políticas lo veo a diario.
R.- Yo no podría dedicarme a la política.
P.- Creo que sí podrías, porque tú has hecho mucha política durante estos 38 años, pero política de la buena porque tu mensaje y los valores que tú has aportado los ha ‘comprado’ mucha gente. La prueba son las más de seis mil personas que te aplaudían el pasado domingo en Valencia. La televisión transmite emociones y valores.
R.- Me lo decía un día Lorenzo Milá: ‘Te lo pasas tan bien que lo transmites al que está en su casa’.
P.- Me gustaría tener también aquí a Almudena Cid para preguntárselo también a ella pero, ¿cómo habéis conseguido esa complicidad que os hace casi una pareja de hecho televisiva?
R.- Yo he narrado todas las competiciones de Almudena Cid. Ella es la única gimnasta mundial que ha llegado a cuatro finales olímpicas y las ha disputado. Luego me costó un tiempo, porque ella se retiró en 2008 y hasta 2011 no conseguí que se viniera a transmitir conmigo porque tenbía que poner su distancia de la gimnasia. Yo vi su potencial televisivo pero ella no quería saber ya nada de la gimnasia. En el mundial de Montpellier de 2011 conseguí que se viniera, y desde entonces hemos estado haciendo retransmisiones. Ella puede aportar su punto de vista del sentimiento de la gimnasta cuando está a punto de salir, cosa que yo no puedo hacer, y ponerse en la piel de la que está ahí, que se lo juega todo en 90 segundos y que si falla siente que sus dos o cuatro años de preparación no han valido para nada. Ese sentimiento lo tiene ella, y a veces ha llorado. Ese es su papel y el mío es llevar el hilo de la retransmisión, quien gana, quien no, la biografía de las gimnastas y tal… la gente no sabe la preparación que llevamos, cómo nos hemos visto todos los vídeos de todos los ejercicios, conocemos las músicas, y cómo lo preparamos todo. Hay gente que piensa que nos sentamos y nos ponemos a ver el espectáculo. ¡Y llevamos doce años haciéndolo! No te imaginas los ataques risa, de emoción al sentir cómo viven las gimnastas, y transmitirla.
P.- ¿Qué vas a hacer a partir del 5 de septiembre? ¿Qué sueños tienes para el futuro?
R.- Sigo perteneciendo a dos instituciones. Una es el Consejo Asesor del Deporte Español, que es un consejo civil de las federaciones y en el que nos piden opinión a mí, a Vicente del Bosque, a Edurne Pasabán, con grandes patrocinadores como Movistar o Iberdrola. Otra que es la Fundación del Deporte Joven que depende del CSD. Me llaman para charlas y conferencias de deportes, del mundo LGTBI, y todo eso va conformando mi agenda. Ahora, lo que voy a hacer es levantarme y acostarme cuando el cuerpo me pida, dedicarme a mis mosaicos, que me gustan mucho, mi pintura por números, mis manualidades que me encantan y tomando la vida con más calma porque he cumplido las expectativas, por encima de lo que pensaba. Y tener paz.
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