Blas Cantó, el representante de España en la 65º edición del Festival de Eurovisión 2021, ha defendido su tema Voy a quedarme en decimotercera posición.

El artista murciano, ha cumplido su sueño y pisado por fin el escenario del Ahoy Arena de Róterdam tras dos años de espera. El cantante ha dicho con su actuación «el último adiós» que la pandemia le arrebató, tal y como él mismo ha confesado: su abuela fallecida el pasado diciembre, a quien ha dedicado la canción.

Blas Cantó ha actuado detrás de los islandeses Dadi & Gagnamagnid, y por delante de la moldava Natalia Gordienko y su Sugar.

Vestido de negro, con un pantalón de pinzas y una camisa, el cantante ha comenzado y ha terminado el tema a capella en un número que ha contado con una gran presencia de planos cortos para captar mejor la interpretación y emoción del cantante.

La propuesta ha sonado y hecho sentir al público «como en el cielo», con una puesta en escena a medida artificiada por Marvin Dietman, y unos coristas actuando en directo: Alba Gil, Héctor Artiles, Daira Monzón, Irene Alman y Dángelo Ortega.