En un año tan nefasto como el que acaba de cerrar el mercado financiero español no resulta complicado confeccionar una lista de damnificados. El número de compañías que salda el año con unos resultados bursátiles decepcionantes es ingente.

Sin embargo, 2018 arroja crónicas de descalabros de difícil parangón no solo en este ejercicio sino a lo largo de la historia. Compañías otrora -no hace tanto- consideradas entre las estrellas del mercado que han sufrido un ejercicio aterrador que las deja casi al borde del colapso.

Sin duda, el caso que más titulares ha copado ha sido el de Dia. El tercer mayor operador de supermercados de España (con una cuota del 7,4%, según Kantar Worldpanel) ha acelerado a lo largo del año un hundimiento ya iniciado en la segunda mitad de 2017 y que le ha llevado a consumir casi el 90% de su valor en los últimos doce meses, lo que le ha supuesto recientemente su exclusión del Ibex.

Asediada por un entorno de elevada competencia, que se ha traducido en un constante deterioro de sus márgenes y pérdida de cuota ante rivales más poderosos como Mercadona, la compañía se ha visto sumida en crecientes dificultades financieras y, más recientemente, una lucha en su accionariado que no han hecho sino agravar la desconfianza de los inversores.

Con todo, el grupo trabaja en las últimas semanas en un plan que garantice su viabilidad a través de la refinanciación de sus deudas, para lo que anunció el lunes la firma de un nuevo acuerdo de financiación con sus acreedores por valor de 896 millones, la venta de activos no estratégicos (Clarel y Max Descuento) y una ampliación de capital por valor de 600 millones de euros que permita enfocarse en un nuevo plan de negocio al equipo gestor, al frente del cual acaba de ser nombrado Borja de la Cierva.

Los avances en la refinanciación de su deuda han favorecido un rebote del 27% en Dia en las últimas sesiones

Aunque aún son muchos los retos que la compañía mantiene por delante, los inversores parecen apostar en los últimos días por la recuperación, lo que se ha plasmado en un rebote superior al 27% en las últimas jornadas del año.

También lucha por recobrar la confianza del mercado OHL. La joya de la corona de los Villar Mir también ha fulminado a lo largo de 2018 alrededor del 85% de su valor. La constructora no ha dejado en los últimos trimestres de decepcionar con unas cuentas que siguen sin mostrar la esperada reactivación del negocio y que, además, se ven continuamente golpeadas por pérdidas inesperadas que han ido socavando la fe de inversores y analistas, que en algunos casos empiezan a dudar de la viabilidad del negocio.

La reducción de la presencia de los Villar Mir en su capital a mínimos históricos es otra de las cuestiones que han azuzado los recelos sobre el parqué.

Mediaset y Atresmedia, con pérdidas en torno al 40%, plasman la amenaza que se cierne sobre las 'teles'

Además de éstas, firmas como la inmobiliaria Nyesa, que también pierde alrededor del 90% de su valor en su regreso a la bolsa tras seis años suspendida de cotización; Tubos Reunidas, acosada por una situación financiera crítica; y la papelera Adveo (la antigua Unipapel), que ha caído recientemente en concurso de acreedores, conforman la lista de compañías con pérdidas superiores al 80%.

Y aunque no tan contundentes, las pérdidas también han dejado muescas importantes en grandes compañías del Ibex. Es el caso de Mediaset, que, con caídas superiores al 35%, evidencia, junto a Atresmedia (pierde más del 40%) la amenaza que se cierne sobre el negocio de las televisiones tradicionales ante el auge de las nuevas plataformas de contenidos a la carta.

El enésimo tropiezo de la banca

Asimismo, 2018 deja al sector financiero, una vez más entre los más damnificados, sin una sola excepción. Pese a salir bien parado de la polémica sobre los impuestos hipotecarios, el difícil entorno de tipos en mínimos y las dudas sobre un próximo cambio en el mismo han provocado un nuevo revés en el que Sabadell y Bankia han llevado la peor, con caídas superiores al 30%, pero que también ha alcanzado de lleno a las grandes entidades, BBVA -muy penalizada por la crisis de Turquía y las incertidumbres en México- y Santander, que recortan alrededor del 31 y el 24%, respectivamente.

Inditex ha sido otra de las grandes decepciones entre las mayores compañías del mercado español. El gigante del textil no ha logrado zafarse de las dudas que se extienden sobre el negocio de la moda a escala global y ha visto cómo los inversores empiezan a dudar de que sus exigentes valoraciones -tras años de muy buen comportamiento bursátil- estén justificadas ante las amenazas que le rodean. La firma que dirige Pablo Isla ha perdido en 2018 en torno al 20% de su valor hasta situarse en mínimos de cuatro años.

Con todo, 2018 también ha dejado lugar para algunas alegrías sobre el parqué y la mayor parte de éstas se han concentrado en torno al sector energético. Dos pequeñas firmas de renovables, Audax y Solaria, lideran el ránking de rentabilidad del ejercicio en el mercado español, con espectaculares alzas que rozan el 190 y el 150%, respectivamente.

Audax y Solaria encabezan las tablas de rentabilidad con ganancias que superan el 140%

El renovado interés inversor -por parte también de las grandes compañías energéticas- en las energías limpias, dado su indiscutible potencial de desarrollo a medio plazo ha alentado estos notables rendimientos.

Pero también las eléctricas más convencionales han salvado el año con nota, a pesar de los momentos de dudas vividos con el cambio de gobierno en España y sus propuestas de gravar los beneficios del sector. Finalmente, los peores escenarios han quedado descartados y compañías como Naturgy, Endesa e Iberdrola han podido poner en valor la superior estabilidad de sus negocios -sus ingresos están asegurados en proporciones muy elevadas- y sus atractivos dividendos, en un entorno de crecientes dudas económicas.

Así, las tres lideran las ganancias del Ibex en 2018, con subidas que rozan el 24% en el caso de las dos primeras y superan el 14% para la firma presidida por Ignacio Sánchez Galán.