Las restricciones de movilidad y las malas proyecciones para el sector turístico están llevando a numerosos propietarios de pisos destinados al alojamiento vacacional a darles una nueva vida. Las opciones más elegidas son pasarse al alquiler de temporada y ponerlos a la venta en vista de que no es posible aún saber cuándo se recuperará este sector en España.

En las últimas semanas, han aflorado en los portales de búsqueda de viviendas numerosas casas en alquiler que recuerdan mucho a las que solían encontrarse en plataformas como Airbnb, que durante las últimas semanas ha registrado un hundimiento en las reservas.

Muchos propietarios optan por el alquiler de temporada, lo que indica que una vez finalizado el estado de alarma lo revisarán

Algunas se alquilan solamente por unos meses, tras lo cual serán retiradas de la oferta de alquiler tradicional.

Otras lo hacen con una importante rebaja, que puede llegar al 50% pero que solamente dura unas semanas, pues existe con la promesa de que el precio se incrementará pasados tres o cuatro meses, como se indica en los propios anuncios de pisos consultados en varios portales. Algunas inmobiliarias utilizan esta última modalidad alegando que se trata de una “bonificación” del precio del alquiler que dura unos meses.

La ley española contempla, básicamente, tres modalidades de alquiler: por días (turístico), de larga estancia (residencial) y de temporada. Esta última opción, que permite la firma de contratos de entre un mes y un año, se convierte en la salida para aquellos propietarios de pisos turísticos que quieran sacarlos de este mercado, pero con la vista puesta en volver a él cuando todo pase.

“Muchos de estos propietarios han optado por la modalidad de alquiler de temporada, lo que indica que una vez finalizado el estado de alarma revisarán la situación y la fortaleza de la industria turística española para decidir si retornan esas viviendas al alquiler turístico”, explica a este periódico Fernando Encinar, jefe de Estudios de Idealista.

El experto, sin embargo, considera que se trata solamente de “un puñado de viviendas” que no son “ni mucho menos relevantes en su número para afectar a los precios ni del distrito ni mucho menos de la ciudad”. “Este grupo de viviendas serán absorbidas rápidamente por la demanda y su relevancia en la evolución de los precios consideramos que será meramente anecdótica”, añade Encinar.

Ismael Ruiz, director técnico de Instituto de Valoraciones, sí ve posible que esta circunstancia, en el caso de agravarse, diera lugar a un ajuste de los precios del alquiler, dado que se generará mayor oferta. “Parece lógico que los propietarios de viviendas busquen nuevas alternativas para seguir generando ingresos con sus activos y el alquiler de larga duración se presenta como una situación bastante viable”, explica a El Independiente.

No en vano, el segmento del alquiler de viviendas turísticas y el de segunda residencia serán los más afectados por el impacto económico de la crisis del Covid-19, con bajadas en el volumen de transacciones, que pueden alcanzar el 30%, y de los precios, que podrían ser entre un 15% y un 20% menores, de acuerdo con las proyecciones de la inmobiliaria Donpiso.

La venta, una opción para dejar el turismo

Otra salida para los propietarios con pisos turísticos es la venta del inmueble. Emiliano Bermúdez, subdirector general de Donpiso, considera que, ante la caída de las reservas vacacionales, una parte de estos caseros “va a decidir poner su vivienda a la venta”, mientras que otros, “en menor cuantía, van a pasar al alquiler tradicional”.

En todo caso, todos estos efectos podrían compensarse entre ellos. En opinión de Bermúdez, “una parte de los propietarios, ante la imposibilidad de vender al precio que quiera hacerlo, va a decidir ponerla en alquiler, por lo que va a haber un trasvase de la compra al alquiler”.

Con todo, la salida de la venta del piso tampoco tiene por qué ser la más rentable. Según datos de AIS Group, el impacto del Covid-19 lastrará el precio de la vivienda de tal forma que tardará entre dos y siete años en recuperar los niveles de 2019. Otra mala noticia que lleva por titular al coronavirus.