Una remodelación acotada a los Ministerios de Sanidad y de Política Territorial y poco más. En el Gobierno no esperan una gran convulsión con la salida de Salvador Illa para encabezar la lista del PSC a la presidencia de la Generalitat aunque admiten que sólo el jefe del Ejecutivo está en el secreto de sus intenciones. Los nombres que se barajan tampoco albergan ninguna sorpresa, Carolina Darias para Sanidad y su vacante en Política Territorial para Miquel Iceta, un ministerio en el que tiene un gran significado político la presencia de un catalán, subrayan gubernamentales. De hecho, su entrada al Consejo de Ministros es hoy por hoy la apuesta segura.

En el PSC confirman la marcha a Madrid de su jefe de filas, que seguirá al frente del partido aún por un tiempo y a la espera de ver qué pasa en las elecciones del 14 de febrero si es que el TSJ de Cataluña no desbarata la cita ante las urnas seis días antes. Hasta el día 8 no toma una decisión definitiva sobre la suspensión electoral del decreto de la Generalitat, aunque la campaña arranca este jueves a las 12 de la noche.

Pedro Sánchez ya sondeó la posibilidad de un catalán, en este caso, una catalana, para el ministerio de Política Territorial y Función Pública. Pensó en la actual delegada del Gobierno en Cataluña, ex diputada nacional y ex miembro de la Mesa del Congreso, Teresa Cunillera, pero aquello no terminó de fructificar.

Un Ministerio anodino y sin competencias

Una serie de carambolas y de descartes llevó a que la cuota catalana recalara en Sanidad, una cartera sin apenas competencias y de poco lucimiento, que le permitía a Illa ocuparse de sus responsabilidades de partido como secretario de Organizació del PSC. Así al menos se le vendió un Ministerio que a todas luces se antojaba menor. Paradójicamente, ha sido la tragedia del Covid el que le ha dado un protagonismo inesperado e indeseado que le catapulta en Cataluña para mejorar los resultados de su partido.

En el PSC afirman que "Salvador ha sido un milagro. Tiene todo el futuro, es un valor seguro y en alza". Y respecto a Iceta lo resumen muy gráficamente: "cuando le llaman, siempre le encuentran", en alusión a su desembarco en Madrid, aunque siempre "se ha sentido en la obligación de enderezar la política catalana". Si consigue que Illa gane las elecciones y sea presidente de la Generalitat, habría cumplido ese deseo.

Cuota catalana

Lo cierto es que el Ejecutivo no puede quedarse sin cuota catalana y esa no la cubre el titular de Universidades, Manuel Castells, al formar parte de otra cuota, la de Unidas Podemos, en general, y de En Comú Podem, en particular.

Ello no obsta para que tenga, además, una estrechísima relación con Sánchez, a quien acogió en Estados Unidos cuando lo defenestraron de la secretaría general del PSOE en 2016. Otra cosa es que debido a la edad, proponga su sustitución, aunque sus declaraciones de este domingo a El Periódico, apostando por la gratuidad total de la universidad pública, parece denotar que está en plena forma. A pesar de ello es, junto al titular de Consumo, Alberto Garzón, el eslabón más débil de los morados.

Sin embargo, conforme al pacto de coalición, correspondería al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, decidir el futuro de sus cuatro ministros y no parece que por ese lado vaya a haber ningún cambio. Incluso si Sánchez quisiera reducir Ministerios, -alternativa que se plantea a más largo plazo, una vez acabe el proceso de vacunación del Covid para dar un impulso al Ejecutivo- "el porcentaje de Unidas Podemos se debe mantener", advierten en el entorno de Iglesias.

Sánchez se despidió ayer públicamente de Illa destacando que "ha sido un honor trabajar codo con codo" con él. El de este martes será su último Consejo de Ministros para poder arrancar la campaña electoral catalana este jueves por la noche. Su más que probable sustituta e Iceta prometerán el cargo el miércoles ante Felipe VI. Salvo sorpresas, no habrá más cambios, pero a los jefes del Ejecutivo, con o sin cuaderno de tapas azules, les gusta, de vez en cuando, dar la campanada.

En cambio, los socios de Gobierno y la oposición no fueron nada benevolentes con el todavía titular de Sanidad. Le despidieron este lunes con una lluvia de críticas por irse sin comparecer en comisión parlamentaria y eso que desde que se conoció su candidatura no habían hecho más que exigir que dejara el Ministerio, cosas de estar ya en campaña.