Los socialistas andaluces afrontan las próximas elecciones autonómicas no sin dificultades, propias y ajenas. Pendientes de que el presidente de la Junta, el popular Juan Manuel Moreno, convoque para junio, la campaña electoral puede derivar en carrera de obstáculos para Juan Espadas. Ya se informaba desde este mismo medio cómo la decisión del Supremo sobre los recursos del caso ERE, los días 4 y 5 de mayo, puede ser un misil en la línea de flotación para el socialismo, pero hay otros riesgos que dificultan las cosas al sustituto de Susana Díaz.

Para empezar, “la falta de unidad a la izquierda del PSOE”, admiten fuentes socialistas, que acudirá, como poco, fragmentada en dos, lo que dispersa el voto. Pero tampoco se puede olvidar ese nuevo fenómeno, casi cantonal, que es el “auge de formaciones de ámbito provincial”, que tanto daño hizo a la izquierda en las elecciones de Castilla y León, cuando “Soria Ya!” le arrancó a Luis Tudanca y Pablo Fernández unos apoyos fundamentales para sus aspiraciones.

La izquierda a la izquierda del PSOE no se pone de acuerdo sobre el cabeza de lista

Prosiguen las negociaciones entre Izquierda Unida, Podemos, Más País y Equo para articular una única lista en Andalucía. No está siendo fácil. La última vez que se dio por hecho el acuerdo llegó Íñigo Errejón para aguarlo. "No está cerrado", aducen desde Más País. Son conscientes de que por separado tienen pocas opciones, pero ello no obsta para que las negociaciones sean difíciles y quede el recuerdo de antiguas rencillas entre los que fueron cofundadores de Podemos.

Precisamente, los morados ya han anunciado a quién quiere encabezando esa lista de unidad. Se trata del diputado por Cádiz y guardia civil, Juan Antonio Delgado. Izquierda Unida, que tiene una larga trayectoria en la política andaluza, propone a su coordinador general, Toni Valero. Los de Errejón apuestan por un cabeza de lista que no esté vinculado orgánicamente a ningún partido.

El consejo andaluz de Más País celebró este fin de semana su primera reunión en la que se apeló a ofrecer a los andaluces “algo más que una suma de siglas y es nuestra responsabilidad presentarles un proyecto transversal y abierto, con una importante participación de la sociedad andaluza y para ello la candidatura debe ser independiente y con un perfil claramente civil", según señaló la coordinadora general de esa formación, Esperanza Gómez, a la que supuestamente Errejón ha delegado la marcha de las negociaciones.

Ya hay tres formaciones provinciales que han anunciado su intención de ir a las elecciones

Gómez defendió "la puesta en marcha de una herramienta de consenso y transversalidad" para "recuperar la ilusión de la ciudadanía andaluza en un proyecto progresista, transversal, verde y feminista que lidere el gobierno autonómico en las próximas elecciones".

Pero al margen de quién encabece o no esta lista, el PSOE es el primer interesado en que fructifique esa coalición, plan del que se han autoexcluido los anticapitalistas de Teresa Rodríguez, que se presentará con su propia candidatura. En definitiva, se reproduce el mismo escenario de fragmentación madrileño del 4-M que tan catastrófico fue para la izquierda, hasta el punto de posibilitar a Isabel Díaz Ayuso sumar más votos y más escaños que Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos juntos.

El último sondeo del Centro de Estudios Andaluces, publicado hace seis días, arroja un resultado poco halagüeño para la izquierda. El PSOE-A no ha tocado suelo y pasara, según la encuesta, de los 33 escaños de 2018 a entre 30 y 31. Además, los 17 asientos del Parlamento de Andalucía que cosechó la izquierda a la izquierda del socialismo se quedarían en 11, 10 para la coalición de Podemos e Izquierda Unida y 1 para Adelante Andalucía de Rodríguez. El sondeo no contempla a Más País, pero sí da un escaño a Pacma.

El segundo sapo para el socialismo reside en la proliferación de formaciones de ámbito provincial. Soria Ya! les destrozó en las autonómicas castellano y leonesas del 13-F y todo apunta a que en Andalucía puede reproducirse un escenario similar. Juntos por Granada, Jaén merece más, y Por Huelva amenazan con desequilibrar el reparto de poder en la región. Ya se han inscrito en el registro de partidos políticos y anunciado su intención de concurrir a las elecciones andaluzas, cuando sean. De momento, el sondeo del Centro de Estudios Andaluces no detecta ningún impacto electoral, pero la campaña puede cambiar eso.

Aunque en principio podrían dañar de manera alícuota a los dos partidos tradicionales, esto es PSOE y PP, dado que se declaran superadores de las ideologías, la experiencia apunta a que es la izquierda la principal víctima electoral de este fenómeno basado en el agravio y la denuncia de marginalidad y olvido.

Los principales partidos diseñan campañas muy capilares para llegar hasta el último rincón de su territorio, aunque para los socialistas es especialmente doloroso desde el momento en que su principal granero de voto en Andalucía era el mundo rural, el mismo que ahora se rebela.