Los socialistas manejan la hipótesis de que el rival de Pedro Sánchez en las generales previstas para diciembre de este año no sea Alberto Núñez Feijóo. Consideran que quizá no llegue a la carrera si hay un batacazo del PP en las autonómicas y municipales del 28 de mayo, y en ese caso quizá podrían relevarlo o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o el jefe de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.

Es el escenario que figura en el documento interno [aquí en PDF] analizado este viernes por la ejecutiva federal del PSOE en una reunión extraordinaria a la que estaban convocados todos los ministros del ala socialista (fueron 16 de los 17 todos menos la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, de viaje en Abu Dabi), con los que el líder se fotografió a su llegada en Ferraz. "Estamos preparados para un posible cambio de liderazgo en el PP" tras el 28-M, reza el texto, al que ha tenido acceso El Independiente. "Si el resultado que prevé el adversario político no se produce, presidentes como Moreno Bonilla o Ayuso podrían ser un recambio que solicitasen muchas voces en el PP", prosigue.

El PSOE ofrece, dice el texto, un "proyecto de futuro y con futuro", y el PP de Feijóo en cambio no tiene "programa claro" y "hace del bloqueo y el retroceso su eje de acción política"

La número dos del PSOE, María Jesús Montero, explicó después en la rueda de prensa que en el partido coinciden en que el PP "cambia de líderes, pero no sus políticas", "aparece con distintas caras pero no arrima el hombro". Pero además Feijóo se ha impuesto él mismo el 28-M "como un plebiscito" contra Sánchez, así que si tiene un mal resultado ese día, será él quien "deba responder" ante los electores. Para el PSOE, el jefe de los conservadores tiene "urgencia" para meter al país en generales porque tiene "un cronómetro", ya que le puede ocurrir, dijo, como a Pablo Casado, que su propio partido le eche si el desempeño en las urnas no es óptimo.

El documento interno opone los proyectos de PSOE y PP. Los socialistas "salen a ganar" y darán "respuesta a la pregunta que se plantea en las elecciones autonómicas y municipales" (o sea, qué alcalde o presidente regional se quiere). Se sienten avalados por la "excelente gestión realizada en estos años" en las administraciones que han gobernado. Es decir, que puede exhibir "buena gestión con datos, hechos y realidades".

En las urnas se librará la pugna entre una forma de gobernar, que quiere "proteger a la mayoría de la ciudadanía y que el país siga avanzando", y la de la derecha, "empeñada en retroceder y recortar derechos". El PSOE ofrece, dice el texto, un "proyecto de futuro y con futuro", y el PP de Feijóo en cambio no tiene "programa claro" y "hace del bloqueo y el retroceso su eje de acción política". "Un Feijóo cada vez peor valorado en las encuestas y tutelado por líderes regionales de su partido como Ayuso o Moreno Bonilla".

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El PSOE sale a al competición como el primer partido de España, ya que 20,6 millones de ciudadanos tienen alcalde de su partido, "muy por delante del PP". Gobierna en 23 diputaciones insulares, tres cabildos canarios y tres consells baleares y preside la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Tiene 2.500 alcaldes y casi 22.500 concejales. Preside nueve comunidades autónomas, vicepreside otra más (Cantabria) y también vicepreside la ciudad de Melilla. Es decir, que gobierna 10 de 12 CCAA y una de las dos ciudades autónomas en las que habrá elecciones el 28-M.

"Revalidar" y ampliar

Alcaldes y presidentes son los "cimientos del progreso que representa el PSOE para el país", dice el texto. Porque las opciones para mayo y para diciembre, a juicio de Ferraz, son dos: o la "vía de progreso del PSOE" o el "retroceso que encarnan la derecha y la ultraderecha". Los socialistas reivindican que el "Gobierno de la gente" ha afrontado dos grandes crisis (la pandemia y la guerra de Ucrania) y ha hecho de ellas una "oportunidad para afrontar la transformación energética, digital, laboral, mejorar la cohesión territorial y la convivencia". También abogan por la justicia social y fiscal y la financiación "justa" de ayuntamientos y comunidades.

Ferraz pone en valor su poder territorial: está en 10 de las 12 CCAA que celebran elecciones y tiene 2.500 alcaldes y casi 22.500 concejales

El PSOE sale a "ganar" las elecciones. "Aspiramos a revalidar todos los gobiernos autonómicos y alcaldías, y ampliar positivamente los resultados de 2019". Es decir, que aspira a arrebatar alguna gran plaza. La más a tiro es Barcelona, a costa de quitársela a Ada Colau. El partido hará "esfuerzos muy importantes" en las plazas gobernadas durante "demasiados años" por la derecha, y se volcará en los puntos en los que ganó hace cuatro años pero no pudo gobernar por los pactos del PP con Cs y Vox. Quiere demostrar su "capilaridad territorial" como su gran activo, y que tiene encendida su maquinaria electoral.

La dirección recalca que el PSOE es un partido que genera "confianza" porque incluso "en los momentos más duros" ha estado "junto a la gente". "Habremos cometido errores, pero siempre hemos tenido a las personas, a las clases medias y trabajadoras, en el centro de nuestra acción política". En cambio, "la derecha no genera confianza, y su candidato pierde credibilidad mes a mes desde que llegó al cargo".

"El compromiso ideológico del PSOE se extiende por todos los pueblos, provincias, comunidades autónomas y ciudades. Es un hilo invisible que teje la unidad del primer partido de España. Justicia social, justicia fiscal, más derechos, avances sociales, protección de los más vulnerables… Estamos comprometidos a defender a la gente de a pie hasta el último rincón del país", concluye el documento, que apela a ese compromiso para movilizar a sus militantes y simpatizantes. Porque sus bases son "más importantes que nunca". Y sabe el partido que si la maquinaria no echa humo todo se pondrá mucho más cuesta arriba para el 28-M.