No era el calendario que querían ni el Gobierno ni el PSOE. Pero Alberto Núñez Feijóo les descuadró los planes iniciales al reclamar más tiempo y los socialistas optaron por evitar el choque institucional del PP con la recién elegida presidenta del Congreso, Francina Armengol. Pero aun con esa mudanza en la planificación, Ferraz y la Moncloa esperan que el debate de investidura de Pedro Sánchez se celebre muy poco después de la sesión fallida para el líder del PP —que tendrá lugar el 26 y 27 de septiembre—, y la primera ventana disponible sería la semana que arranca el lunes 16 de octubre, justo después de la fiesta nacional del 12-O. Ese es su deseo, una reelección de Sánchez "lo antes posible", pero en última instancia todo dependerá de cómo evolucione la negociación con los socios, y especialmente con Junts.

Que el foco se sitúe durante este mes en Feijóo, el candidato designado por el Rey a la investidura hace justo una semana, no ha frenado los contactos entre el PSOE y sus aliados. Este lunes, por ejemplo, se cerró otra etapa importante: la Mesa del Congreso, controlada por el PSOE y Sumar, dio el visto bueno a la creación de los grupos de ERC y Junts con la oposición del PP. El órgano rector de la Cámara baja aprobó la cesión temporal de cuatro diputados del PSC a los de Carles Puigdemont y de dos de Sumar a los republicanos, para que así dispongan de más visibilidad y más recursos durante la legislatura, de los que no dispondrían si se aplicase de forma estricta el reglamento del Congreso. Las conversaciones siguen ahora y pivotan sobre la posibilidad de un alivio penal o amnistía al procés. Pero los contactos transcurren bajo la más estricta reserva.

Los socialistas quieren repetir el cerrojazo informativo que presidió la negociación de la Mesa, dado que les dio buen resultado entonces

Los socialistas quieren así aplicar el cerrojazo informativo que, defienden, les funcionó bien en la negociación previa, la de la Mesa, la que hizo presidenta de la Cámara baja a la expresidenta de Baleares Francina Armengol, y que la encumbró al puesto con 178 votos —los de PSOE (121), Sumar (31), ERC (7), PNV (5), Bildu (6), BNG (1) y Junts (7)—. Es lo que algunas fuentes gubernamentales denominan el método Bolaños, el del silencio absoluto para resguardar las conversaciones patrocinado por uno de los pretorianos del presidente, el ministro Félix Bolaños, hombre de su máxima confianza y encargado del diálogo con las formaciones independentistas catalanas. Pero, aunque no haya detalles, no se niega que el eje de los contactos gira en torno al olvido penal, apurando los confines de la Constitución, pese a que antes de las elecciones del 23-J, y aún después, el Gobierno y Ferraz indicaban que ni la amnistía ni el referéndum cabían en la Carta Magna. La primera sí es materia de debate; para el PSOE, una consulta sobre la independencia de Cataluña sigue quedando fuera del texto de 1978.

Pese a la complejidad de las negociaciones, Sánchez cuenta con poder ir avanzando a lo largo de este mes, con los focos puestos en Feijóo, con ERC y Junts. Así, la expectativa de su entorno es que se pueda celebrar la investidura del presidente en funciones en octubre, poco después de que el dirigente gallego vea frustrado su intento. "Es una aspiración normal que haya un Gobierno progresista cuanto antes, pasado el mes en blanco de Feijóo", señalan desde Ferraz.

Enseguida que fracase Feijóo, tenemos que acelerar a tope para la investidura de Pedro", dicen fuentes próximas a la presidenta Armengol

"No tenemos fechas aún, pero creemos que enseguida que fracase Feijóo tenemos que acelerar a tope para la investidura de Pedro", añaden fuentes próximas a Armengol. También hay una razón discursiva: el PSOE califica el intento del jefe de los conservadores de "pérdida de tiempo", de un mes baldío, por lo que se siente compelido a cerrar la suya lo antes que pueda.

Cuando Sánchez decidió, la semana pasada, dejar vía libre al líder del PP para que acudiese antes a la investidura lo hizo, también, para que fuera él quien activara la cuenta atrás de dos meses hacia las nuevas elecciones. Y para que lo hiciera ya. La dirección de los conservadores había lanzado el mensaje en las semanas previstas de que querían un debate en este mismo mes de agosto, para que si hubiera repetición de los comicios, estos se celebraran antes de Navidad. En concreto, el 17 de diciembre.

La sorpresa de la elección de Feijóo

Pero Feijóo, tras su audiencia con el Rey, sorprendió reclamando más tiempo para negociar, pese a ser consciente de que, con toda probabilidad, no podrá estirar el techo de 172 apoyos que ya ha conseguido —los de PP (137), Vox (33), UPN (1) y Coalición Canaria (1)—, y así se lo trasladó a Armengol. Los socialistas estimaron forzar la maquinaria y fijar la sesión para esta misma semana, para que la primera votación de investidura, la que pone en marcha el contador de dos meses, fuese este miércoles, 30 de agosto. Prefirieron, sin embargo, resguardar a la presidenta del Congreso, dado que es ella la que según el reglamento de la Cámara tiene la potestad de fijar el pleno. Optaron por evitar un choque que se anticipaba durísimo con el PP. Para sortear las fiestas navideñas —esto es, que las segundas generales coincidiesen con el 24 o el 31 de diciembre o con el 7 de enero, el día posterior a Reyes—, Armengol señaló el debate para el 26 y 27 de septiembre.

Sánchez podría ser elegido en primera vuelta si logra el sí de Junts, por lo que tendría 11 votos más que en 2020. Le bastaría la abstención de los de Puigdemont si CC da su respaldo al presidente

Será ese miércoles, el día 27, cuando se produzca la primera votación, en la que se requiere mayoría absoluta (176 votos). La segunda, 48 horas después, en la que ya solo se necesita mayoría simple, más síes que noes, llegará el viernes 29. Lo previsible es que la siguiente semana el Rey inicie la segunda ronda de consultas, tras la que postularía esta vez a Sánchez.

A primeros de octubre, no obstante, se presume difícil que pueda arrancar un nuevo debate de investidura. El presidente en funciones ejerce de anfitrión de la doble cumbre de Granada, el jueves 5 y el viernes 6 de octubre: la de la Comunidad Política Europea —que congrega a los líderes de los 27 Estados miembros de la UE y a casi una veintena de mandatarios que no pertenecen al bloque comunitario— y el Consejo Europeo informal. La siguiente semana está atravesada por los fastos del 12-O, que incluyen desfile militar en la Castellana y posterior recepción ofrecida por los Reyes en el Palacio Real de Madrid. Ahí cabría, no obstante, que el debate arrancara el martes 12 y se votara el miércoles 13, para prever una segunda vuelta el viernes 15.

Sánchez, de hecho, sería investido con mayoría absoluta, por 178 votos (11 más que en 2020), los mismos que hicieron a Armengol presidenta del Congreso, o incluso por 179 apoyos, si el PSOE se atrae a la diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido. El presidente sí necesitaría una segunda votación, por mayoría simple, si lograra el respaldo de CC, en cuyo caso le bastaría con la abstención de los siete parlamentarios de Junts. Si se quiere esquivar el 12-O, la primera semana limpia disponible es la que arranca el lunes 16 de octubre. El 26 y 27 asistirá al Consejo Europeo ordinario en Bruselas.

Es decir, la intención de los socialistas no es apurar todo el margen de negociación. El tiempo se agotará el 27 de noviembre. Si para entonces el Congreso no ha elegido un nuevo presidente del Gobierno, las Cámaras se disolverán y España caminará hacia nuevas elecciones el domingo 14 de enero. Por lo tanto, hoy por hoy, defienden que la investidura de Sánchez debiera prosperar lo antes posible... aunque son plenamente conscientes de que todo dependerá de cómo marchen las conversaciones con ERC y Junts y, en menor medida, con el resto de socios. Y no sería extraño que el suspense se estirase hasta el final. Los de Puigdemont acordaron apoyar a Armengol solo dos horas antes de que arrancara el pleno constitutivo del Congreso del pasado 17 de agosto. El expresident, de hecho, no tiene intención de acelerar y quiere saber qué ocurre el 19 de septiembre, cuando la UE aborde el reconocimiento del catalán como lengua oficial del club, a instancias de España.

Negociaciones "muy complejas"

Eso explica que impere la prudencia y que del equipo más próximo a Sánchez eviten aventurarse con el calendario: "Las fechas son el tejado de la casa, y va a costar mucho sacar adelante todo. Todos tenemos muchos deseos, así que la fecha no es lo más importante".

En Sumar, mientras, confían también en que cuaje un acuerdo lo más pronto posible, pero no están seguros de que pueda amarrarse. "Nosotros creemos que hay que dejar de jugar y tener un Gobierno ya. España tiene demasiados problemas y la gente no se merece esto. Pero unos días parece que iremos a una investidura rápida y otros lo contrario. Nadie quiere alargar, pero es que estas negociaciones son muy complejas", apuntan fuentes próximas a la vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Yolanda Díaz.

Junts no quiere pisar el acelerador y además se cruzan dos celebraciones claves: las de la Diada, el 11-S, y las del referéndum ilegal del 1-O

En el calendario se cruzan, además, dos jornadas claves: el 11 de septiembre, la Diada, en las que pese a todo en el Gobierno y en el PSOE no esperan una movilización masiva del independentismo, porque había decaído en los últimos años y porque las urnas del 23-J precisamente dieron un espaldarazo tanto al PSC como a Sumar y propinaron un fuerte golpe a las formaciones separatistas. Pero ahí también son protagonistas las entidades soberanistas. El 1-O se celebrará el sexto aniversario del referéndum ilegal. "Hay que dejar pasar esos dos días", reconocen desde el círculo de Díaz.

Pero para entonces queda mucho aún. Y Ferraz y la Moncloa no quieren que la atención se levante sobre Feijóo. Sánchez, por su parte, tendrá foco propio pero en su actividad como presidente, en su agenda internacional, por su asistencia a la cumbre del G-20 —el 9 y 10 de septiembre en Nueva Delhi (India)— y a la apertura del 78º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU —a partir del 18 de septiembre en Nueva York—.

Antes deberá encajarse la reunión entre Sánchez y Feijóo, que ayer lunes demandó oficialmente Génova. Pero la llamada del líder del PP aún no se había producido. El presidente acepta el encuentro, pero también demanda, recordaba la portavoz del PSOE, Pilar Alegría, "disculpas" y "respeto" al partido, y que cesen los "insultos" y las "llamadas continuas al transfuguismo" por parte del PP. Dado que un apoyo o una abstención a la investidura del dirigente gallego es imposible, Sánchez sí quiere abordar ciertas "cuestiones" con él, como advertía Alegría. Y aunque no anticipó cuáles, lo lógico es que a la mesa vuelva la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), bloqueada por el PP desde hace casi cinco años. Para su relevo, no es necesario que haya Gobierno, dado que es una elección que compete a Congreso y Senado.

Ferraz califica de "falta de respeto" a los grupos y a sus votantes que Feijóo no quiera reunirse con todos los partidos, salvo con Sánchez. A última hora del lunes no había habido aún llamada del líder del PP al jefe socialista

Por lo pronto, desde Ferraz criticaron este lunes que Feijóo no se reúna personalmente con los líderes de los partidos a los que pretende pedir apoyo, salvo con Sánchez, delegando en su equipo para los contactos con esas fuerzas. "El candidato Feijóo pretende que su investidura, además de fake, se realice por vía de personas interpuestas. Mientras él permanece atrincherado en la planta noble de la sede de Génova, enviará a las reuniones con estos grupos políticos a terceras personas, lo que entendemos como una falta de respeto y consideración a los grupos y sus votantes", señalaron en la cúpula federal socialista.

Para el equipo de Sánchez, "la dimensión de la pérdida de tiempo" a la que el dirigente gallego va a "someter" a España en este mes por delante "crece cada día". "Que un candidato a ganarse la confianza de la Cámara renuncie a reunirse con los grupos parlamentarios que pueden darle esa mayoría necesaria es tan inédito como revelador de la nula capacidad del candidato Feijóo para ser presidente del Gobierno de España", remacharon. El fuego cruzado no cesará en las semanas que quedan por venir.