En el PSOE cuesta digerir la amnistía, chirrían algunos de los puntos del acuerdo con Junts —sobre todo, la asunción del lawfare o guerra sucia judicial—, hay dudas sobre si será capaz en el futuro de revertir el enorme malestar social, inquietan los insultos que reciben los dirigentes y los ataques a las sedes de todo el país. Pero por ahora el partido cierra filas con su líder, con Pedro Sánchez, en su arriesgadísima apuesta para conquistar la investidura. Y este domingo, jornada de concentraciones masivas convocadas por el PP en toda España, varios barones socialistas se unieron para pedir a los populares que respeten los resultados de las urnas y la decisión soberana del Congreso, que previsiblemente reelegirá el jueves a Sánchez como presidente, y condene los actos violentos ante las sedes socialistas. En la nómina de dirigentes, y era esperable, no figuran los máximos responsables del partido en Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán, ambos muy distanciados de Ferraz y críticos con la amnistía, y uno de ellos, el madrileño Juan Lobato, reclama también escuchar a los que protestan.

El goteo de declaraciones de barones socialistas fue constante. Y es que Ferraz les había pedido que se grabaran un vídeo o lanzaran un mensaje ante los medios en señal de apoyo a Sánchez. Hasta las 17 horas, lo habían hecho dos de los tres presidentes autonómicos —el asturiano Adrián Barbón y la navarra María Chivite, así que faltó García-Page—, y otros seis secretarios regionales, los de Valencia y La Rioja —los expresidentes autonómicos Ximo Puig (Valencia) y Concha Andreu (La Rioja)—, Andalucía (Juan Espadas), Madrid (Juan Lobato), Castilla y León (Luis Tudanca) y Murcia (Pepe Vélez).

El presidente tiene la mayoría parlamentaria y democrática, y eso es lo que debe aceptar el PP. No es posible que se tenga una actitud de odio", señala Puig

Todos ellos, en líneas generales, en las mismas coordenadas. Defensa de su líder y de la legitimidad del Gobierno que forme, avalado por 179 votos —los de PSOE (121), Sumar (31), ERC (7), Junts (7), Bildu (6), PNV (5), BNG (1) y Coalición Canaria (1)—, más que mayoría absoluta frente a los 171 diputados que suman PP (137), Vox (33) y UPN (1). Abogan por la "convivencia", pero no citan explícitamente la amnistía, y dibujan a un PP aislado con la formación de Santiago Abascal.

"Lo fundamental en democracia es el respeto a las reglas del juego. En julio, los ciudadanos decidieron que no querían un Gobierno de derecha y de extrema derecha —recordaba Ximo Puig—. Esta semana, podrá ser investido el presidente Sánchez porque tiene la mayoría parlamentaria y democrática, y eso es lo que debe aceptar el PP". "Lo que no es posible es que cuando se pierde", prosiguió, "se tenga una actitud de odio".

A partir de ahora, cree el expresident valenciano que surge un "Gobierno de esperanza", el de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, y así que hay que "frenar el odio", que significa que hoy "se ponga en diana a militantes del PSOE". El barón conviene que el PP puede "protestar", pero no "fomentar el odio". "Serenidad", reclama Puig. Porque a los socialistas también les parece "terrible" que el PP gobierne con Vox la Comunidad Valenciana, pero no montan "algaradas" y sí "asumen" los resultados. "Les pedimos lo mismo, que respeten la democracia cuando pierden", remachó en un vídeo.

Para Juan Espadas, "la democracia se construye trabajando desde la convivencia y el respeto a los demás". Lo que el barón andaluz pide al PP es que "respete los resultados del 23-J" y a las fuerzas que en el Congreso apoyan al candidato Sánchez, y que "condene los actos violentos y el hostigamiento a la militancia socialista" y a las sedes del partido. No se puede "cuestionar la legitimidad democrática" del nuevo Ejecutivo, advirtió.

La violencia se condena "siempre"

Los socialistas, señaló por su parte el presidente de Asturias, Adrián Barbón, son "defensores plenos de la Constitución española, pero no de un artículo concreto, sino de su totalidad, y esta ampara cualquier manifestación pacífica, pero jamás ni la violencia, ni los ataques, ni los insultos". Tras recordar que hay compañeros del partido que están siendo "amenazados" en los últimos días, que están sufriendo "no ya violencia verbal, sino física", Barbón, en un acto de partido este domingo, insistió en que el PSOE "respeta" a los que no piensan como ellos, porque sí son constitucionalistas, pero de la misma manera lamenta "profundamente que haya partidos que siguen sin condenar la violencia". Y agregó que, cuando uno es demócrata, "tiene que condenarla siempre, no solo cuando le afecta, sino siempre", como "siempre" ha hecho el PSOE.

Lobato se alinea con sus compañeros, aunque también dice que los líderes políticos "tienen que escuchar con atención, que atender y entender por qué protesta y por qué se queja la gente"

La presidenta de Navarra, María Chivite, hizo un llamamiento a la "serenidad y a la convivencia", y recordó que "los gobiernos se construyen con mayorías parlamentarias y con acuerdos entre diferentes, porque España es diversa y plural". En un vídeo colgado por el PSN en X, antigua Twitter, Chivite recalcó que "la derecha acostumbra a deslegitimar los acuerdos de los demás, pero avala los que ellos construyen, ya sean con nacionalistas o con esa ultraderecha agitadora que está alimentando una peligrosa estrategia irresponsable".

Chivite recordaba, como sus otros compañeros, que militantes y dirigentes socialistas están sufriendo "insultos", como las sedes del partido están recibiendo ataques, "y esto nunca se puede justificar en democracia". "Las manifestaciones son legítimas, pero la violencia no", remachó la jefa del Ejecutivo foral. "La foto de hoy [por las manifestaciones de este domingo en todo el país] es la de PP, Vox y UPN, partidos incapaces de acordar con nadie que no sean entre ellos mismos, escorados por la ultraderecha a posiciones alejadas de la mayoría social". Y si la derecha quiere estar en la "confrontación y el aislamiento", culminó, los socialistas prefieren estar en la "defensa de la palabra, la convivencia y el avance de este país".

La expresidenta de La Rioja y líder regional del partido, Concha Andreu, celebró que España tenga un Gobierno progresista a partir de esta semana, porque fue el mandato que expresaron los españoles en las urnas del 23-J. Y ellos también reclamaron que siguiera el diálogo con las fuerzas independentistas para "mejorar la convivencia". Y si el PSOE ha sido capaz de trenzar los acuerdos que harán posible la investidura de Sánchez, el PP ha "sido incapaz" porque "se ha radicalizado en exceso, se ha empeñado en irse con la ultraderecha", y ese "no es el camino".

Andreu reclama "huir del ruido y la crispación", y también del "miedo", porque "el diálogo y la convivencia es lo mejor para el futuro, para el progreso de nuestro país". La expresidenta riojana demandó al PP, en el vídeo enlatado por el partido, que condene "los ataques que estos días están sufriendo las sedes del PSOE" y que "se relaje y no se radicalice". "No nos van a quebrar aquellos cuya única bandera es la intolerancia", finalizó.

Al madrileño Juan Lobato le "encanta" que la ciudadanía se manifieste en las calles y opine "con total libertad". Pero "los líderes políticos tienen que escuchar con atención, que atender y entender por qué protesta y por qué se queja la gente". Pero "antes de la violencia, siempre hay palabras", y por eso es "muy grave" que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, asegurara este domingo en la concentración en la Puerta del Sol que devolverá "golpe por golpe" lo que entiende que Sánchez ha robado a España, o que dijera que España "es una dictadura". Lobato recordó en un vídeo grabado que precisamente Ayuso ordenó el viernes tramitar de urgencia el recorte de las leyes LGTBI y trans de la Comunidad de Madrid.

12,6 frente a 11,2 millones de votos

El dirigente madrileño subrayó que le habría gustado escuchar a Ayuso y al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, "condenar con contundencia de la violencia" de las manifestaciones de estos días y las agresiones a las sedes socialistas.

Tudanca o Vélez recalcan que el PP se ha quedado "solo" con Vox, y Andreu incide en que si Feijóo no ha pactado con otras fuerzas es porque "se ha radicalizado en exceso"

Luis Tudanca, secretario general del PSOE en Castilla y León, se fijó en las cifras de apoyo del nuevo Ejecutivo, los 179 escaños y los 12,6 millones de votos que están detrás, frente a los 171 diputados y 11,2 millones de papeletas de PP, Vox y UPN. "Se han quedado solos en la oposición, una derecha dividida, una derecha con una extrema derecha, que no ha podido configurar un Gobierno como el que hay en Castilla y León", con ministros "machistas, abiertamente franquistas". Tudanca expresó a los medios su respeto a las manifestaciones contra la amnistía, y reclamó una "condena" del PP a los insultos, "coacciones" y ataques al PSOE. "Este país es mucho mejor de lo que ellos están mostrando en las calles con esa violencia desproporcionada", remató.

También Eneko Andueza, líder del PSE y candidato de su partido en las próximas elecciones autonómicas vascas, se centró en el nuevo Gobierno nacerá con la legitimidad de más votos y escaños que los que suman PP, Vox y UPN. "Al PP no es no le guste la amnistía o Sánchez, lo que no le gusta es la democracia", señaló en una entrevista en Radio Euskadi. "Lo que les duele es que ellos fracasaron, ese castillo de naipes [de un Gobierno de PP y Vox] no se va a convertir en realidad". El nuevo Ejecutivo sí representa mucho más, a su juicio, "la pluralidad y la apertura a un nuevo horizonte en el que quepamos todos".

"El problema que tienen el PP y la ultraderecha es que no aceptan el resultado de las elecciones generales y, por eso, se dedican a crispar con mensajes incendiarios", coincidió en un vídeo grabado el barón socialista de la Región de Murcia, Pepe Vélez. El PP, en definitiva, se ha quedado "solo con Vox" frente a una mayoría plural de 179 escaños, dijo.