"Ya os anuncio que no vamos a parar". Pedro Sánchez sabe que el gran poder de todo Gobierno es la capacidad de marcar agenda, de retomar la iniciativa a través del BOE, de medidas. Un Ejecutivo no siempre lo consigue, pero la pelea política empieza ahí, en quién logra imponer el marco del debate: o quien gobierna o la oposición. Y en un momento en el que la coalición vive la presión por la tramitación de la ley de amnistía, por las negociaciones al límite con Junts, por una precariedad parlamentaria que limita mucho la posibilidad de redactar leyes y más aún de enviar decretos al Congreso, el campo de actuación del Gobierno es la gestión, su facultad para dar forma a anuncios de carácter social, de impacto ciudadano. Y eso fue lo que el presidente hizo este domingo, en su intervención de clausura en la convención política del PSOE en A Coruña: adelantar un plan de refuerzo en la escuela para mejorar los datos del informe PISA en dos de las áreas en las que España es más débil, en matemáticas y en comprensión lectora. Era el final de una última jornada de cónclave que comenzó con la validación, por parte del comité federal del partido, de la nueva dirección, de 44 miembros y con 10 ministros en ella.

Sánchez recordó que el pasado martes el Gobierno aprobó el informe para la protección de los menores frente a la pornografía en internet, que contempla la elaboración de una estrategia interministerial, la aprobación de un proyecto de ley con el mismo objetivo de proteger a los menores del porno y la creación de sistemas de verificación de edad para el acceso a páginas web de adultos. La educación y los jóvenes, dijo, serán un ámbito de atención prioritario para el Ejecutivo. De ahí que el siguiente paso sea la ayuda en las "asignaturas que son duras de roer" para los alumnos: matemáticas y comprensión lectora, las dos esferas de conocimiento en las que España registró una caída, según el último informe PISA, coordinado por la OCDE, y cuyos resultados se conocieron el pasado diciembre.

"Por eso quiero anunciaros que en los próximos Presupuestos [los de 2024] el Gobierno de España va a hacer un plan de refuerzo en matemáticas y en comprensión lectora para todos los jóvenes que están estudiando en nuestro país", adelantó. El Ejecutivo lo hará "de la mano de la comunidad educativa", y por esa razón él mismo y la titular de Educación, Formación Profesional y Deporte, Pilar Alegría, se reunirán el jueves con el Consejo Escolar para "impulsar este programa de refuerzo".

Sánchez vino a expresar que la aprobación de medidas como estas, que afectan a la vida cotidiana de los ciudadanos, justifica sus alianzas parlamentarias con el independentismo: "Así es como se une España, con derechos, con convivencia, con respeto, siendo conscientes de que solamente se puede gobernar este país si asumimos la pluralidad política y la diversidad territorial en torno a un proyecto común, que es España". Y siguió: "Como no se une España es con recortes, corrupción o la guerra sucia de [Mariano] Rajoy [con la operación Cataluña] o el 155 permanente de [Santiago] Abascal, o el dislate de la ilegalización de partidos políticos que propone [Alberto Núñez] Feijóo".

El presidente y los socialistas en su conjunto han insistido en estos meses en que la amnistía y los pactos con Junts eran el mal menor, el peaje para poder repetir en la Moncloa y continuar con la senda de avances sociales y de conquista de derechos, que es la seña distintiva del partido. Una idea que el propio Sánchez volvió a apuntalar este domingo: "El futuro de España no es retroceder a 2017, a ese año aciago para todos y para todas, sino en avanzar en derechos, en convivencia, en empleo, como hace el PSOE cuando gobierna. Así se une España y esa es la mejor y mayor reivindicación de la Constitución española, la que defienden los socialistas cada vez que gobierna nuestro país".

"Sanchismo es que Feijóo y Abascal no formen gobierno"

Sánchez se burló del PP por machacar en el concepto sanchismo que tanto explotó en la campaña de las municipales y autonómicas del 28 de mayo y en las generales del 23 de julio: "Que lo llamen como quieran: sanchismo es que Feijóo y Abascal no formen gobierno y a [Alfonso] Rueda le va a pasar lo mismo aquí en Galicia. Nuestra política ha consistido en achicar espacios a la desigualdad y en ampliar el espacio de la cohesión social y territorial: es lo que hacemos todos y cada uno de nosotros". A los "agoreros de la catástrofe", a las derechas, les remarcó que España va "en la buena dirección, con más empleos, más convivencia y menos desigualdad que hace cinco años".

Para el líder socialista, la 'crisis de los pellets' demuestra el modelo "agotado" del PP, de "mala gestión, soberbia y mentira"

Se trataba también, claro, de regionalizar el mensaje, cuando apenas queda un mes para las elecciones gallegas del 18 de febrero. El presidente se detuvo en varias ocasiones en la crisis de los pellets, y no era casual porque este domingo se celebraba en Santiago una manifestación de protesta. De hecho, el candidato socialista a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, adelantó su intervención ante el plenario para poder viajar hacia la capital autonómica y luego Sánchez interrumpió por unos segundos su discurso para conectar en directo con la marcha contra la gestión del vertido de microplásticos. Para el jefe del Ejecutivo, esta crisis "no deja de ser el síntoma de algo más grave", el "agotamiento de un proyecto para Galicia", el del PP, que está "completamente superado", y que definió como "mala gestión, soberbia y mentira".

Todo el partido se va a volcar en la campaña, arropando a Besteiro, y a eso llamó también Sánchez: a que sus militantes, dirigentes y alcaldes se impliquen en ese "cambio que es posible y necesario en Galicia". El PSOE sabe que es fundamental retener el voto que recibió en las generales, y el mismo presidente lo reconoció: "A todos los que el 23-J confiaron en el PSOE para que tengamos un Gobierno de coalición progresista, les pido que se movilicen el 18-F y voten masivamente, y depositen su confianza en José Ramón Gómez Besteiro. Cuando hay una participación masiva, la izquierda gana en Galicia ¡Urnas llenas y cambio seguro!".

¡Urnas llenas y cambio seguro!", clama Sánchez, para pedir el 18-F una participación "masiva"

El candidato lo había expresado de manera parecida una hora antes ante los 1.700 asistentes a la clausura: "Si Galicia vota, el PP pierde". Los socialistas necesitan que la participación rebase el 60% para tener posibilidades de que la izquierda arrebate la Xunta al PP, y en ese escenario creen que podrían superar al BNG, pues son ellos los que tienen mayor margen de crecimiento, dado que la mitad de sus electores de las generales suele quedarse en casa en las autonómicas.

Reivindicación de la posición sobre Israel

Sánchez puso también el foco en la política internacional. Y reivindicó la posición del Gobierno en el conflicto de Israel y Hamás, postura que minutos antes había agradecido explícitamente el Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad de la UE y vicepresidente comunitario, el socialista Josep Borrell, que había sido invitado al cierre de esta convención para hacerle entrega del Premio Manuel Marín europeo. El jefe del Ejecutivo condenó los "terribles atentados" de la milicia gazatí, exigió la liberación de los rehenes, pero insistió en que "no es admisible el bombardeo indiscriminado" sobre Gaza, por lo que España pide un "alto el fuego permanente, que entre la ayuda humanitaria" en la Franja, que se celebre una conferencia internacional de paz y que se reconozca el Estado palestino "por toda la comunidad internacional".

El presidente pide de nuevo al PP que "rectifique" sus alianzas con Vox y se abra a grandes acuerdos con él: "Nuestra mano está tendida"

Frente a la "internacional ultraderechista" que ataca los "consensos globales", frente a la "coalición de reaccionarios", los socialistas responden, resaltó, actualizando su proyecto político, como han hecho en esta convención. Porque por mucho que el PP y Vox lo impidan, dijo, el Gobierno reforzará el bono cultural, el diálogo social, el compromiso contra la violencia de género o hará cumplir las leyes LGTBI y de memoria democrática: "Somos garantía de derechos y convivencia en nuestro país".

También, para desdramatizar las últimas votaciones apretadas en el Congreso, explicó a los suyos que lo importante no es tanto esa fragilidad parlamentaria, que es "lógico" en una Cámara tan fragmentada, sino "por qué hay fuerzas que votan en contra" de revalorizar las pensiones o bonificar el transporte público.

Lo hacía para mirar a la derecha: "No tenemos una oposición, hay un galimatías". Pero, dado que el jueves pasado el Congreso aprobó la reforma del artículo 49 de la Constitución —solo queda ya el trámite en el Senado—, con el apoyo de todos los grupos y el voto en contra de Vox, para eliminar el término "disminuidos", pidió de nuevo al PP que "rectifique sus alianzas con la ultraderecha" y se abra a "grandes acuerdos". "Nuestra mano está tendida", sostuvo.

El discurso del líder socialista se tuvo que parar unos minutos porque uno de los asistentes, un delegado navarro, sufrió un ataque epiléptico y tuvo que ser atendido por un servicio médico de manera inmediata. El presidente estaba hablando cuando se oyeron, desde lo alto de la grada, algunos gritos —"¡Un médico, un médico!"—. Automáticamente, se desplazaron hacia donde estaba el militante socialista la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, que es médica, y el eurodiputado Nicolás González Casares, que es enfermero. Enseguida se movilizaron los equipos de seguridad y también el equipo médico de guardia en la convención, en medio de un silencio sepulcral. Nadie sabía exactamente qué había pasado. Pasados unos diez minutos, el afectado era conducido al exterior en camilla. La alocución del presidente podía continuar.