Alentando a la resistencia. Así asumía la reelección hasta 2028 el presidente de Vox, Santiago Abascal, en la Asamblea General Extraordinaria que el partido ha celebrado en Madrid, en el Hotel Marriott Auditorium. El político vasco comenzaba su intervención, para poner el broche a un cónclave con la militancia de algo más de hora y media, aludiendo a las principales banderas del partido. Y reivindicando que "solo Vox" las defiende en el plano político español. Así entraban en escena la pugna contra el separatismo; "la defensa de la hispanidad, la memoria, las libertades y la igualdad de todo el territorio"; la seguridad en las calles; la expulsión "de okupas e ilegales"; la reivindicación de la lengua; del campo frente al globalismo y el rechazo a la Agenda 2030; o el combate contra la ideología woke, y "los lobbies LGBT o de género. Todo ello, en plena comunión con los asistentes. Se incluía la defensa de "la Europa cristiana".

Tras caldear el ambiente, el líder de Vox arremetió contra los medios de comunicación y las campañas que, a su juicio, van dirigidas a desacreditar a su formación. "Nos acusan de polarizar (...) e intentan desalentarnos" por haber "rescatado" debates que antes no se daban. Pero "no solo somos inmunes al desaliento", además "tenemos entusiasmo". "Ellos están desesperados, y se mueven por matar a Vox", decía Abascal incluyendo a adversarios políticos. Con especial atención a "los editoriales o las tertulias", Abascal negó que existiera división dentro del partido, como se ha ido apuntando desde la salida de Macarena Olona a finales de verano de 2022, o con la marcha de los principales perfiles liberales, caso de Víctor Sánchez del Real, Rubén Manso o Iván Espinosa de los Monteros, uno de los promotores de la entidad. El dirigente, asimismo, recalcó que no hay división porque no ha habido, como se apuntaba en referencia de Javier Ortega Smith, un candidato alternativo.

"No se quiere dar a conocer lo que Vox está consiguiendo o proponiendo. ¿Dónde está el candidato de los medios? ¿Y la corriente interna?", preguntó irónicamente Abascal al auditorio. "No existe", añadió. Lo justificó indicando que en los últimos años "ninguna idea ha dejado de ser defendida" y diciendo que "la estrategia" no ha cambiado. En añadido, mencionó el manifiesto anónimo promovido entre ese sector díscolo que pedía de cara a esta renovación un Congreso Refundacional. El Independiente tuvo acceso a ese documento [ver aquí] y como otras cabeceras, lo dio a conocer. Para Abascal, este tipo de comunicaciones denotan "una falta de deontología periodística en España" clara que, de tratarse de otros partidos, no hubieran visto la luz. "Están dispuestos a acabar con Vox, pero son películas de ciencia ficción", comentó.

Abascal se desliga de una deriva similar a la de CS y dice que Vox no lo preside ni el personalismo, ni los medios, ni el IBEX"

Ha habido hueco para cuestionar otra tanda de publicaciones que hacían a "las purgas en las listas electorales" para las generales, o alusión a un descenso de la afiliación. "Feijóo ha renovado su grupo parlamentario y Ayuso su Consejo de Gobierno, pero no se dice nada". De los 66.000 militantes que comunicaba tener el partido, solo 32.620 estaban al corriente de pago para participar en este proceso interno. Se requería a los participantes un diez por ciento de esa suma que, contando con los afiliados de reciente ingreso menor a nueve meses, y que no podían apoyar a Abascal, por ejemplo, ascendía a más de 35.000. Prosiguiendo con esa crítica, Abascal ridiculizó las cifras de partidos como el PP, con algo cercano a 800.000 militantes y "tres millones de euros en ingresos por cuotas" que veía descompensado. "No hay noticias sobre las bajas de afiliación de los partidos del establishment.

Para Abascal, pese a esos "ataques", propuestas como la suya están en auge internacional. Ponía como ejemplos a la Argentina de Milei o la Italia de Meloni. Ambos han intervenido en la sesión con un corto vídeo grabado en el que le dan aliento. Frente a las perspectivas electorales que ha dicho, dibujan los sondeos, el presidente de Vox se ha pronunciado con claridad: no renuncian a sus ideas y la esencia del comienzo. Ha reivindicado que no renuncian a Galicia como pide Alberto Núñez Feijóo, tampoco al cambio que experimenta Europa de cara a los próximos comicios de junio. "No vamos a travestirnos para lograr un voto más", como cree que hace el PP. "Vox no lo preside ni el personalismo, ni los fulanismos, ni los medios, ni el IBEX", declaración que a Abascal le sirvió para aludir a Ciudadanos y la OPA del PP entre otros. "No nos pueden desmontar, no somos naranjas. Las convicciones seguirán ahí cuando no estemos", consideró.

Precisamente en la diferenciación del ADN de Vox frente al PP también ha girado la intervención de Abascal. "Para el CGPJ con un mediador, las comisiones parlamentarias o la reforma constitucional", dijo, aludiendo al cambio del término 'disminuido' por 'discapacitado' del artículo 49. Algo que para Vox incluye cuestiones añadidas de desigualdad y que van en contra del artículo 14 de la Carta Magna. "El PP da balones de oxígeno al Gobierno (...) y le vamos a pedir que los asuntos tan relevantes como una reforma constitucional lo decidan los españoles" por vía de referéndums, trasladaba Abascal rescatando una de sus propuestas programáticas.

El reelegido presidente pidió a sus militantes "no tirar la toalla", incluso en los momentos más complicados. Incidió en que se ha presentado a las primarias porque "así me lo habéis pedido". "Es un honor que nos acompañéis en esta batalla frente a los mentirosos, los profetas del desaliento y los enemigos de España. El futuro es nuestro, adelante", finalizó el dirigente. En esta ocasión no ha tenido competencia para revalidar el cargo.

Nuevo CEN de Vox

Frente a un aforo afluente y con loas a España y Vox de por medio, que la organización ha tasado en 2.200 personas, como previa a las declaraciones de Abascal han intervenido algunos integrantes del nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Entre los cambios principales que se producen, están su ampliación al doble de los integrantes del máximo órgano de dirección hasta la veintena. También la limitación de las vicepresidencias a una, que compaginará el secretario general, Ignacio Garriga, con sus actuales funciones. Los anteriores vicepresidentes, Jorge Buxadé, Javier Ortega Smith y Reyes Romero, pasan a desempeñar las funciones generales de vocal junto a los 'barones' territoriales de la formación. Son los vicepresidentes autonómicos Juan García-Gallardo, en Castilla y León; el murciano, José Ángel Antelo; el valenciano, Vicente Barrera, y el aragonés, Alejandro Nolasco. Se integran, entre otros, la portavoz del Congreso de los Diputados, Pepa Millán, y su segundo, José María Figaredo. Pablo Sáez mantendrá las competencias de Tesorero, y está por ver la estructura de las vicesecretarías. De haberlas.

La responsable de Organización y vocal, María Ruiz, ponía una idea clara sobre la mesa como apertura del acto, que ha sido replicada sucesivamente y por el propio Abascal: "solo queda Vox para volver a poner sobre la mesa los debates que otros se empeñan en hacer desaparecer". La refrendaba Millán, que alentaba en un inicio la "resistencia" del partido frente a los ataques de la prensa y los adversarios. "No se puede competir contra una realidad incontestable", decía la parlamentaria en defensa de los argumentos de Vox. "Hemos conseguido que el PSOE" enarbole la bandera de España y que "el PP copie nuestra propuesta para ilegalizar partidos", alardeaba la política cordobesa, insistiendo en que sus siglas son la "oposición real" al Gobierno de Pedro Sánchez. Ello sin olvidar hacer mención al "problema migratorio y de seguridad", clave entre las banderas de Vox y que ha arrancado un aplauso al auditorio.

Espacio han tenido, igualmente, los 'barones' del partido, aquellas figuras que ejercen la vicepresidencia de Murcia, la Comunidad Valenciana, Aragón y Castilla y León. José Ángel Antelo, Vicente Barrera, Alejandro Nolasco y Juan García-Gallardo han adaptado sus perfiles y las realidades territoriales de sus regiones al discurso de Vox. Se ha alentado el anticatalanismo valenciano, el rechazo a financiar sindicatos, o la "valentía de los jóvenes", caso del líder castellano y leonés. Que evocaba a las protestas de Ferraz y al movimiento Noviembre Nacional.

Garriga antecedía a Abascal, él ha incidido en la evolución del grupo desde los inicios. Y ha dado las gracias a la militancia y a los cargos provinciales que pusieron a disposición sus medios en un inicio. "Sabíamos que era difícil llegar aquí diez años después, siendo tercera fuerza nacional. Seguiremos haciendo todo lo que creían que no haríamos. Trabajaremos contra viento y marea", sentenció el vicepresidente y secretario general.