La sentencia del Tribunal Supremo sobre el destino final de los restos de Franco le ha venido como anillo al dedo al Gobierno de Pedro Sánchez en un momento especialmente delicado porque, contra su propósito inicial de adjudicar toda la responsabilidad de estas nuevas elecciones generales a Pablo Iglesias y a su partido, la mayoría de los electores consultados por los diferentes institutos de opinión adjudicaba al presidente en funciones la culpa de esta nueva convocatoria que irrita a casi todos, especialmente en esa izquierda frustrada por no haber conseguido una versión bis del pacto de Gobierno de las izquierdas durante la II República.

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