Ser ministra de Economía en este Gobierno no tiene que ser fácil. Nadia Calviño, que es de lo más presentable que tiene el equipo de Pedro Sánchez, no sólo debe cuidar que las cuentas que presenta sean del gusto de Bruselas, sino que, además, tiene que bregar con unos compañeros que, en cuanto pueden, le ponen la zancadilla.

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