"El PP apoya lo mismo que Ciudadanos. Su abstención o no la decidirá lo que Sánchez haga, igual que la de Ciudadanos". La cita es parte del contenido del argumentario interno -al que ha tenido acceso El Independiente- que los cuadros y militantes del partido "naranja" recibieron la tarde del lunes pasado tras la reunión de dos horas que Pablo Casado y Albert Rivera celebraron en el Congreso de los Diputados.

Ese mismo día por la mañana Rivera parecía arrumbar su veto a Pedro Sánchez proponiendo una abstención conjunta de PP y Cs, para evitar ir a elecciones, si el presidente del Ejecutivo en funciones cumplía una serie de condiciones. Lo cierto es que el entusiasmo del líder popular resultó perfectamente descriptible y, de hecho, intentó dar un perfil bajo a la convocatoria, pero la cita duró nada menos que dos horas aunque uno y otro partido dan versiones contradictorias sobre lo que allí se habló.

Porque si bien desde Génova aseguran que nunca se plantearon una abstención para investir a Sánchez "porque nuestro electorado no nos lo hubiera perdonado" y Casado evitaba comprometerse, Ciudadanos contaba otra cosa. De hecho, hizo un argumentario específico sobre Casado bajo el epígrafe "Reacción del PP" que los "naranjas" recibieron vía Whatsapp. "¿Pero el PP apoya la abstención compartida?", se preguntaban en el texto, para responder que "apoya lo mismo que Cs: que la pelota está en el tejado de Sánchez. Su abstención o no la decidirá lo que Sánchez haga, igual que la de Ciudadanos". "Si Sánchez no se mueve y no firma las exigencias -proseguía la versión de Ciudadanos- nadie más se va a mover. Ni Cs ni el PP".

Cs valoró "muy positivamente" la reunión de dos horas Rivera-Casado

E insistían en la pregunta de si Casado optaría por la abstención si Sánchez suscribía las tres condiciones presentadas por Rivera, esto es, bajar los impuestos; estudiar la aplicación del 155 y cerrar la puerta al indulto si la cúpula independentista juzgada en el Supremo es condenada por rebelión y revocar el pacto de gobierno de Navarra entre el PSN y Geroa Bai. Sin negar en ningún momento que esa fuera, aparentemente, una vía cegada para el PP, repetían que "el que se tiene que mover ahora es Sánchez, la pelota está en su tejado. Si no acepta las tres condiciones nadie más se va a mover".

Ciudadanos valoró "muy positivamente" la reunión del pasado lunes en la que ambos líderes se "mostraron de acuerdo en que Sánchez es el culpable de la situación de bloqueo, pues ha fracasado al no cumplir con el encargo que recibió del jefe del Estado para formar gobierno". Y "ahora es Sánchez quien tiene que mover ficha".

Lo cierto es que a pesar de este entusiasta argumentario sobre la unidad del centro-derecha, Rivera recibió entre sus propias filas fuertes críticas a una propuesta que en los chats de afiliados se calificó de "farsa en la que se nos está viendo el plumero desde el minuto uno". Asimismo se acusaba a la dirección de "ductilidad y maleabilidad" a la hora de alinearse "con las consignas que vienen de arriba, aunque para ello haya que dar un giro de esos que a cualquiera le rompe la espalda".

Rivera adelanta su disponibilidad a intentar un pacto con Casado

Este miércoles el líder de Ciudadanos ha vuelto a dar un aldabonazo en un intento por mantener la iniciativa política del pasado lunes. Su propuesta de desbloqueo político basado en la abstención para facilitar la investidura de Sánchez parece caducada pues este miércoles se ha comprometido a pactar con Casado con que haya «un solo escaño más para formar un Gobierno alternativo».

Nada dice si se reproduce la actual situación, esto es, un PSOE ganador pero dependiente de Unidas Podemos, del PNV y de los independentistas. El secretario de Organización socialista y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ya ha dejado claro en una entrevista en Los Desayunos de TVE que sería «una burla» insistir en la coalición de gobierno que Pablo Iglesias ya ha anunciado que seguirá pidiendo tras las nuevas elecciones. Aduce Ábalos que «la experiencia y el fracaso tienen que servir para algo, si se plantea intentar aquello sobre lo que fracasamos, es un error. Parece una burla, para hacer lo que ya podríamos haber hecho, no hay que intentarlo», ha sentenciado respecto al previsible escenario político postelectoral.