Cargaron, apuntaron y dispararon. La presidencia y el futuro Ciudadanos está en juego, y en ella entran dos candidatos con ideas casi del todo opuestas que han intentado defender en un debate en que, al más puro estilo televisivo pero sin público y retransmitido en streaming desde la sede naranja, han volado los ataques velados, los órdagos y, en general, cuchillos bastante afilados.

El veto a Sánchez, la ausencia -o no- de autocrítica tras el batacazo electoral, el modelo de baronías o la judicialización de algunos procesos internos de Ciudadanos han sido los ejes sobre los que ha girado el enfrentamiento, de casi hora y media de duración. Así, mientras Igea reiteraba el "hiperliderazgo" que "ha aplastado la crítica" como una de las características intrínsecas a la corriente "continuista" de su contrincante, Arrimadas acusaba a su rival de haber "intoxicado" al partido con sus críticas en los medios de comunicación. "Hay una diferencia entre la crítica y la autodestrucción", repetía hasta en tres ocasiones la actual portavoz parlamentaria de Ciudadanos.

El debate comenzaba en un marco de calma tensa, en el que ambos candidatos volvían a verse las caras después de un controvertido encuentro en Valladolid, en el que ella llegó a inferir que Igea buscaba un cargo "en la Ejecutiva", mientras que éste amenazaba con hacer públicos whatsapps que se había intercambiado con la dirigente. La animadversión entre ambos era evidente y este miércoles lo han vuelto a dejar claro.

Los primeros rejonazos llegaban a cuenta del cordón sanitario que la dirección de Rivera, en parte importada por la candidatura de Inés Arrimadas, levantó al PSOE y al que Igea achaca el batacazo electoral; y las coaliciones que ha alumbrado la dirección interina de Cs con el PP en territorios como País Vasco, en que el candidato crítico ha abierto fuego contra Arrimadas por condenar la "esencia liberal" en pro de "puestos y de cargos".

Igea censura la falta de "humildad" de su rival tras el 10-N, y Arrimadas le acusa de "blanquear al PSOE"

"La política no es el arte de buscar enemigos, sino el arte de buscar el encuentro", seguía el también vicepresidente de Castilla y León, que acusaba a Arrimadas de no haber tenido "humildad" ni haber hecho "autocrítica" tras la debacle. Su rival era tajante en su respuesta: "No creo que los militantes quieran que se utilicen sus votos para blanquear al PSOE", censuraba.

Baronías, "leninismo" y primarias amañadas

Si jerezana escribía la 'i', el vallisoletano tenía que poner el punto, y viceversa. Ha sido así a lo largo de todo el debate, donde se han discutido temas especialmente de carácter interno. No ha perdido la oportunidad Arrimadas, por ejemplo, de reprochar al médico haber dado al partido "por muerto" y el carácter "agorero" que ha "paseado" por los medios de comunicación, censurando que lo calificase con adjetivos como "leninista" y de afirmar que "las votaciones están amañadas".

"Yo no he sido quien ha cuestionado los resultados, sino la justicia", respondía Igea, atacando en uno de los puntos flacos de su contrincante. "En tu equipo hay personas que han ganado unas primarias que están bajo investigación", añadía. Se refiere el vallisoletano a los procesos abiertos por presuntos pucherazos en las primaras del partido en Castilla y León, Murcia y Madrid.

Y contraatacaba Igea poniendo negro sobre blanco las destituciones que ha protagonizado la gestora contra dirigentes de la corriente discrepante. "Yo nunca dejaré de contar con nadie que me haya llevado la contraria", sostenía, porque "nosotros queremos integrar de verdad".

El sistema de baronías hará que nos parezcamos peligrosamente a PP y PSOE", defendía Arrimadas

Otro de los momentos tensos llegaba con el bloque sobre el modelo de baronías, una de las torres del castillo que ha levantado la corriente de Francisco Igea. En este punto, Arrimadas era contundente e intentaba sacar las vergüenzas de su contrincante, señalando que en la enmienda a la totalidad presentada por la plataforma Ciudadanos Eres Tú se cuestiona al presidente del partido, "pero se blinda a los barones territoriales", como "una suerte de PSC". "Defiendo que haya más participación, pero perder una seña de identidad como es el discurso único hará que nos parezcamos peligrosamente a PP y PSOE", defendía.

21.000 afiliados eligen al sucesor de Rivera

Inés Arrimadas y Francisco Igea han protagonizado en la noche del miércoles el que se entiende como el hito más importante de la campaña de primarias del partido, cuyas candidaturas se votarán este 7 y 8 de febrero por parte de 21.000 afiliados, un proceso en el que Arrimadas parte como clara favorita. El partido dará a conocer los resultados previsiblemente el domingo por la noche.

Y es que en las elecciones a compromisarios a la Asamblea General del próximo 14 y 15 de marzo, en que deberá quedar ratificada tanto la Ejecutiva como el modelo de partido, Arrimadas arrasó con la elección de 277 de los 355 participantes de su corriente, frente a los 21 con los que contará Igea, que censura, como se ha hecho eco también en el debate, que el sistema de votación "va en contra de lo que defiende Ciudadanos a nivel nacional", pues en grandes circunscripciones, como la de Madrid, pese a obtener las listas críticas el 30% de los votos de la militancia, sólo han obtenido un único compromisario.