Trump ha disfrutado de la primera jornada de su primera visita de Estado en el Reino Unido gracias a su anfitriona, la reina Isabel II. "Toda la familia real ha sido fantástica", ha dicho en un tuit poco antes de asistir a una cena de gala en el Palacio de Buckingham. La reina ha dicho que está convencida de que los valores comunes y los intereses compartidos del Reino Unido y EEUU "continuarán uniéndonos". A su vez, ha recordado a Trump cómo los dos países y otros aliados "trabajaron juntos para construir una asamblea de instituciones internacionales para salvaguardar la paz" después de la Segunda Guerra Mundial. Es una defensa del multilateralismo en el lenguaje exquisito de la monarca.

Trump ha elogiado el coraje de los británicos durante la Segunda Guerra Mundial y ha destacado que la reina es una mujer "extraordinaria, extraordinaria".

Justo en estos días de víspera del 75 aniversario del Día D, ha destacado: "En aquella hora oscura, la gente de esta nación enseñó al mundo lo que significaba ser británico". Ha añadido cómo "esa valentía hizo que el destino del país permaneciera en vuestras manos", según la BBC.

El presidente de Estados Unidos y su esposa Melania han sido agasajados con todos los honores por Isabel II, el heredero Carlos y su esposa la duquesa de Cornualles y sus nietos los duques de Cambrigde, quienes asistieron a este último acto de este primer día en Londres. El menú incluía cordero de Windsor, cuatro diferentes tipos de vino, y un postre especial con fresas pensado para el gusto por el dulce del presidente estadounidense.

Pese a ser un visitante incómodo en un momento complicado, la familia real le ha dedicado toda su atención: comida privada con la monarca en Buckingham, té en Clarence House con el príncipe Carlos, visita a la Abadía de Westminster con el duque de York, y cena de Estado con la familia en pleno, salvo los duques de Sussex, debido al reciente nacimiento de su primer hijo, Archie.

En un tuit ha reconocido que los miembros de la familia real han sido "fantásticos". Pero no se ha podido resistir a aludir al Brexit, una vez más. "Un gran acuerdo comercial es posible una vez que se deshagan las cadenas", ha escrito. Ha presumido de que no ha visto protestas, sino "multitudes de gente con buenos deseos y amantes de nuestro país". El martes difícilmente podrá eludir los ecos de la manifestación que tendrá su foco en Trafalgar Square.

May le atenderá el martes en el 10 de Downing Street en lo que será su último acto como anfitriona de mandatarios internacionales como líder del Partido Conservador. May y Trump se verán acompañados por miembros de su gobierno, entre ellos estará Jeremy Hunt, el ministro de Exteriores y uno de los aspirantes a suceder a May.  El viernes es su último día en este puesto. Antes Trump desayuna con un grupo de empresarios británicos y de Estados Unidos.

El lunes por la mañana, Trump había sido recibido en el Palacio de Buckingham por el heredero Carlos y a pie de la escalinata por la reina Isabel II. Ha almorzado en privado con la reina y parte de la familia real y después le han mostrado parte de su colección privada. Las imágenes de cordialidad con la familia real contrastan con las críticas a Trump de diferentes líderes de partidos de la oposición.

Han declinado su asistencia a la cena el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, y el liberaldemócrata, Vince Cable. Corbyn habla este martes en la concentración de protesta contra la visita del presidente de EEUU, según informa The Guardian. Según Cable, Trump, por su historial como misógino y racista, no merece la pompa y solemnidad de una visita de Estado.

Han tomado el té el lunes por la tarde con el heredero, el príncipe Carlos, y su esposa, Camilla, duquesa de Cornualles. Sin embargo, no tendrá ocasión de encontrarse con Meghan Markle, la ex actriz estadounidense casada con el príncipe Harry. Markle se decantó en las elecciones por Hillary Clinton y criticó a Trump por "misógino" y divisivo. Trump dijo que ella era "desagradable", aunque luego lo ha negado. La duquesa de Sussex está de baja maternal.

Trump y Melania no van a pernoctar en el Palacio de Buckingham, como sí hicieron Obama y Michelle, debido a que hay obras en marcha. La pareja presidencial se aloja en la residencia del embajador de EEUU en Londres, en Regent's Park. Viajan con ellos Ivanka Trump y su marido, Jared Kushner.

Trump no estará en el cargo para siempre", ha dicho el alcalde de Londres, Sadiq Khan

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, dirigente laborista, ha pedido hasta el último momento que se cancelara la visita. En declaraciones a Sky News, Sadiq Khan, ha declarado: "Hemos de distinguir entre el actual presidente de Estados Unidos y nuestra relación con el país y su gente y sus negocios y los futuros jefes de Estado. Igual que nuestra primera ministra dejará pronto el cargo, tampoco Trump estará en el puesto para siempre". Además, le calificó de populista en línea con los fascistas de épocas anteriores.

Posteriormente, en un video en su cuenta de Twitter, Sadiq Khan ha añadido que Trump representa lo contrario de los valores que defienden los londinenses. "Creemos que la diversidad no es una debilidad. La diversidad es fortaleza. Respetamos a las mujeres y creemos que son iguales a los hombres", ha señalado el dirigente laborista.

En la capital británica se llevan a cabo este martes multitudinarias manifestaciones de protesta por la visita. Volverá a pasear por las calles londinenses el globo con la caricatura de Trump.

El presidente de Estados Unidos ha dedicado al alcalde Sadiq Khan un tuit que ha difundido antes de bajar del Air Force One. Trump señala que Sadiq Khan ha realizado un trabajo nefasto como alcalde y le recomienda dedicarse a combatir la criminalidad. Califica al alcalde laborista como "un completo perdedor" y en otro tuit le compara con el regidor de Nueva York, el demócrata Bill de Blasio.

Trump se ha entrometido en la política británica en un momento tan complejo como el que vive el país tras el fracaso a la hora de llegar a un acuerdo en el Parlamento sobre el Brexit.

El presidente de Estados Unidos se ha pronunciado a favor de Boris Johnson, el ex ministro de Exteriores, que ha hecho oficial este lunes su campaña por la sucesión de Theresa May. Trump tiene previsto verse el martes con Johnson y con Farage en la residencia del embajador de EEUU. Es posible que también mantenga algún otro encuentro con ellos.

Trump también ha aconsejado que Nigel Farage, líder del Partido del Brexit, participe en las negociaciones con la Unión Europea para ultimar el Brexit. El Partido del Brexit arrasó en las elecciones europeas del 26 de mayo, mientras los conservadores se hundieron hasta un quinto puesto.

El presidente de EEUU ha dicho que la factura de 45.000 millones de euros que ha de pagar el Reino Unido es excesiva y ha animado al Reino Unido a dejar la UE sin acuerdo, según exponía en una entrevista en The Sun. Los Veintisiete consideran cerrada el Acuerdo del Brexit, que alcanzaron con la primera ministra, Theresa May.

También ha lanzado serias advertencia al Reino Unido que en principio iba a dar vía libre a la compañía china Huawei al contrario que Estados Unidos que desconfía de la tecnología impulsada por Pekín.

La visita de Donald Trump se estima que cuesta unos 20 millones de libras a las arcas del Reino Unido, en gran parte debido a motivos de seguridad. Durante este viaje de Estado Trump estará siempre a resguardo de los manifestantes británicos que van a mostrarle este lunes y el martes que no es bien recibido.

En su última jornada, el miércoles, Trump participará junto con la reina Isabel II en el 75 aniversario del Día D en Portsmouth. Isabel II, en sus 66 años de reinado, se ha encontrado con 12 presidentes de EEUU, pero solo ha sido anfitriona en visitas de Estado de tres de ellos, George Bush, Barack Obama y Donald Trump. Lo cierto es que Trump se ha sentido como el patriarca de una singular dinastía junto a la matriarca de la dinastía de mayor abolengo del mundo, la reina Isabel II.