El exministro de Transportes José Luis Ábalos gastó 561 dólares para desokupar el inmueble que está a su nombre en la localidad de Chimbote, Perú, y que forma parte de su papel en la Fundación Internacional de Apoyo al Desarrollo Local y Social (Fiadelso) que está bajo el foco de la investigación del Tribunal Supremo. Los mensajes recopilados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil muestran un presupuesto que un tercero remitió a Ábalos para poder echar a las personas que entraron en el edificio y reforzar la seguridad.

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En junio de 2019, el ex secretario de Organización del PSOE envió un "resumen de gasto" a su asesor, Koldo García. La tabla muestra partidas como "trámites", "seguridad", "abogada", "mantenimiento reja tercer piso" o "cerradura puerta segundo piso". En total suman 1.683 soles peruanos, que al cambio a dólares supone 561. Preguntado por este mensaje, el propio Ábalos ha confirmado a El Independiente que reenvió el mensaje a Koldo y que sí pagó el importe.

No está claro el origen del dinero con el que se abonaron los gastos y esto es lo que está indagando la Guardia Civil. La UCO sospecha que durante su etapa como ministro, Ábalos contó con una gran cantidad de efectivo proveniente del supuesto cobro de comisiones irregulares por el amaño de obra pública y que Koldo era el "custodio" de este efectivo.

Esta okupación está relacionada con un ciudadano peruano de nombre Segundo Valle que, además, terminó denunciando al exministro. Ábalos dirigió Fiadelso en los años 90 y en esa etapa se construyó un centro social polivalente en la Avenida Pelícano de la Ciudad de Nuevo Chimbote que fue cedido a la municiplaidad para su uso, pero que siguió quedando a nombre del exministro tiempo después.

Eso es lo que ha provocado que esta suerte de terrenos en Perú haya aparecido en los informes de la UCO tantos años después, ahora que está bajo la lupa todo su patrimonio. La fundación sin ánimo de lucro contrató a Valle para que hiciese de delegado en Perú y se encargara de las relaciones con la contraparte y el seguimiento de la ejecución de los proyectos que se realizaban en la zona. Como ya contó El Independiente, en un momento dado la relación se rompió Valle se quedó ocupando el inmueble, tal y como revela el vídeo publicado. Ahora, el análisis del terminal de Koldo demuestra también que se realizó un presupuesto para que la policía sacara del local a Valle y se iniciaran acciones legales.

La Fundación cesó su actividad en 2016, y el edificio quedó en un limbo legal. Fue en 2019, cuando se produjo la ocupación del inmueble. Un grupo de personas, lideradas por el peruano, fueron a la sede de la ONG para entrar en él de manera ilegal.

El propio Ábalos lo explicó en su cuenta de X: "Una persona que en origen estuvo vinculada a la Fundación en Perú promovió una ocupación del edificio aprovechando la situación de extinción que atravesaba la Fundación. El único que podía invocar derechos para acometer la desocupación era yo y procedí a apoderar a una colaboradora en Perú que pudo conseguir la desocupación".

Con el estallido del caso Koldo y la imputación de Ábalos, Valle ha visto una oportunidad para dar voz a su versión e incuso interpuso una denuncia contra el exministro. Sin embargo, este medio ha tenido acceso al archivo de dicha denuncia por presunto delito de "falsedad ideológica", fraude procesal y contra la Administración de la Justicia.

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