Unidas Podemos no desea que PSOE y PP pacten la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), según admiten fuentes de la coalición a El Independiente. Y es que a pesar de los continuos llamamientos que hace en este sentido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, incluso otros dirigentes morados al líder del PP, Pablo Casado, lo cierto es que en vicepresidencia segunda no quieren un acuerdo sobre el órgano de gobierno de los jueces "con el partido de la Gürtel", arguyen.

Los de Pablo Iglesias no están participando en las conversaciones con el Partido Popular pero sí han pedido su parte alícuota de representación en el Consejo y ese es, precisamente, el gran escollo para que avance la negociación o, al menos, ese es uno de los argumentos que reiteran los populares, además de acusar a los morados de poner en cuestión la independencia de la Justicia.

Y los aludidos no lo van a poner nada fácil. Además de querer sentarse en el CGPJ, como en otras ocasiones lo hicieron representantes de Ciu, del PNV y hasta de Izquierda Unida en la renovación de 2013, con Alberto Ruiz-Gallardón de ministro de Justicia, no van a cejar en su petición de reforma del delito de sedición amén del indulto para los nueve procesados por la consulta ilegal del 1-O y la declaración de independencia de Cataluña. Son otros dos asuntos que han ido sacando a colación desde Génova como ejemplo de que los morados no deben estar representados en el Consejo.

En cambio, éstos ven una oportunidad única para cambiar el sistema de elección de los magistrados del Consejo, conforme a la proposición de Ley que firmaron con el PSOE y que ahora está congelada por decisión de Pedro Sánchez. No descartan, en este sentido, volver a insuflarle vida tras las vacaciones de Navidad, aún a sabiendas de que el PP no hará ningún movimiento antes de las elecciones autonómicas catalanas del 14-F, si es que se celebran entonces y la pandemia no obliga a retrasarlas.

Temen que Sánchez "lo va a intentar todo para hacerlo con el Partido Popular"

Así, la renovación del CGPJ también se ha convertido en un tema de fricción, otro más, con sus socios de Gobierno. El PSOE, dicen, "lo va a intentar todo para pactar con el PP". No parecen confiar mucho en el interlocutor socialista, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ni tampoco en el propio Sánchez, que es, a fin de cuentas el que tiene la última palabra. Por ello, los morados esperan que la negociación vuelva a fracasar "para sacar la reforma con la mayoría que hizo posible los Presupuestos Generales del Estado", esto es, 187 votos. Se trataría de implicar, de nuevo, a PNV, PdeCat, ERC y EH-Bildu, entre otros partidos, sin descartar la representación de algunos de ellos en el Consejo.

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, volvió a incidir en este asunto el pasado miércoles durante el debate del estado de alarma, convertido en la "porrusalda" de la que habló el vasco Aitor Esteban por la mezcla de asuntos que poco tenían que ver con la convocatoria. Echenique abogó por rescatar la proposición para variar las mayorías necesarias con las que sacar adelante la renovación de este órgano tras más de dos años en funciones.

Por su parte, el vicepresidente segundo, vía Twitter, replicó que, tras el posicionamiento de Pablo Casado, hay dos opciones, esto es, "asumir que el CGPJ no se va a renovar hasta que la derecha gane unas elecciones y tenga mayoría en el parlamento" o "cumplir el mandato constitucional y adaptar la ley al presente para cumplir la Constitución".

Además, la decisión ayer del Consejo General del Poder Judicial de proceder a cuatro nuevos nombramientos una vez que se ha iniciado en el Congreso de los Diputados el trámite para limitar sus funciones dada la situación de interinidad del mismo, no ha hecho más que acrecentar el malestar con el compás de espera impuesto por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.