El PP de Madrid sólo tendrá un representante en la nueva dirección nacional que ha conformado Alberto Núñez Feijóo tras asumir la presidencia del partido. Al menos, de momento, y a la espera del anuncio de nuevos nombres. Galicia y Andalucía, por el contrario, blindan su predominancia electoral y de militancia. Feijóo contará con el secretario general de los populares gallegos Miguel Tellado en la vicesecretaría de Organización, y con Diego Calvo, vicesecretario del PPdeG, como presidente del Comité Electoral. Por su parte, Juanma Moreno, cada vez más influyente entre las siglas, ha conseguido situar a su mano derecha en la Junta Elías Bendodo, por el momento y hasta las próximas elecciones consejero de la Presidencia, y al titular de Hacienda Juan Bravo Baena en dos sectores troncales dentro de la nueva estructura de Génova.

Bendodo será coordinador general, una labor mediadora entre la secretaria general Cuca Gamarra y el resto de vicesecretarios. Feijóo ha contado con él por su faceta de 'buen negociador'. Asimismo, el ámbito económico del PP, estará dirigido por Bravo, lo que, en una situación tan escabrosa como la que experimenta Europa y España, le augura tener un papel protagonista en los próximos meses.

Aunque la cuota valenciana, una clásica en los populares, la garantiza Esteban González Pons como vicesecretario Institucional, el nuevo PP, teniendo en cuenta la importancia de liderazgos, además de en Santiago de Compostela y en Sevilla, se sustenta de Madrid. Isabel Díaz Ayuso es una de las principales marcas del partido en la actualidad. Sin embargo, Feijóo parece no considerar que eso se deba traducir en peso dentro de la Dirección.

El aporte territorial

La nueva cúpula, más allá de un simple pacto entre barones, responde al aporte territorial de afiliados que cada comunidad hace. De los 778.046 ciudadanos adheridos al PP, según expone el partido en su anuario de cuentas de 2020, el último, Andalucía y Galicia, que son las regiones con más peso dentro de la dirección, aportan a esa cuantía un 34,7% de la militancia; más de un tercio del total. La Comunidad de Madrid, por su parte, con 84.757 poseedores de carnet, da un 10,9%. De ahí, también el reparto del presidente gallego, en pro de la representación regional aunque reniegan de ser un partido confederal: dos gallegos, dos andaluces y un madrileño.

Andalucía y Galicia aportan un tercio de toda la militancia nacional del PP

Asimismo, en el sur de España y en Galicia, el PP es donde más voto obtuvo la candidatura de Feijóo, pese a la poca participación generalizada. Frente a los índices de afiliación de los que presumen las estructuras de la formación, sólo 12.000 andaluces y 9.167 gallegos se apuntaron para ejercer su sufragio: un respaldo a Feijóo del 7,4% y 9,1% respectivamente. Menor fue el de los madrileños, con un 5,2%.

La excepción recae en términos electorales generales, donde la Comunidad de Madrid si tiene más peso que Andalucía, por ejemplo, aunque ligero. Salvando las diferencias entre el número de población, en los últimos comicios nacionales el PP consiguió de los madrileños el 25,11%, 4,33 puntos más que de los andaluces. Galicia, con el 32,28, es la región con más fidelidad a las siglas.

Conexión Génova y San Telmo

La identidad que ha establecido el presidente andaluz Juanma Moreno es lo que Feijóo quiere desarrollar a nivel nacional. Andalucía la mejor muestra de épica dentro del PP. Un territorio inexpugnable durante casi cuatro décadas para los conservadores que, tras numerosos intentos hoy dirigen los populares. Y, según las encuestas, parece que continuará así en los próximos años tras la celebración de elecciones en octubre.

El ejemplo de gestión para Feijóo es Juanma Moreno

De igual manera, Moreno ha presumido y presume de una gestión contundente, de estabilidad y de haber podido gobernar sin tener que recurrir a la derecha radical de Vox. Unos principios que Feijóo quiere abanderar desde Madrid. Sin embargo, la panorámica que encandila al gallego es la de hace cuatro años: ni los de Abascal eran tan fuertes en las encuestas, ni Ciudadanos estaba al borde del declive y sumaba con el PP de Moreno.

Ahora, esa estampa ha cambiado. Salvo que Moreno consiga mayoría absoluta y absorba por completo el voto naranja, estará abocado a pactar con Vox y con, previsiblemente, Macarena Olona. Lo que ocurra en el Parlamento de Andalucía será el mejor reflejo al que Feijóo podrá mirarse de cara al próximo año electoral.