La reforma que el Gobierno de Pedro Sánchez ha sacado adelante este jueves en el Congreso, a falta de que el Senado dé su visto bueno y que el Tribunal Constitucional se pronuncie ante la demanda de cautelarísimas por recurso de amparo del Partido Popular (PP) y Vox, ha agitado a los barones más moderados del Partido Socialista (PSOE). Esta semana, el presidente de los socialistas manchegos y de Castilla-La Mancha Emiliano García-Page mostraba su descontento por las enmiendas presentadas por su partido en la cámara baja, para reformar junto a Unidas Podemos y de manera exprés dos leyes orgánicas del Poder Judicial para desencallar el nombramiento del tercio de magistrados que corresponde y por la incapacidad de alcanzar un acuerdo sobre el CGPJ con el PP. Asimismo, rechazaba los acuerdos con ERC, desde la sedición, ya cuestionada con anterioridad, hasta la rebaja de penas por malversación que está a un paso de materializarse en el Código Penal.

A García-Page, lo han seguido sus homólogos en Aragón, Javier Lambán, y en Extremadura, Guillermo Fernández-Vara. Dos baronías también criticas con la política de pactos del secretario general del PSOE desde su cargo como jefe de Gobierno. Especialmente, por la vía de la izquierda independentista catalana y vasca que encarna EH Bildu, que entienden que acabará pasando factura en las urnas. Primero en mayo, y después en unas generales a finales del próximo año. La incapacidad de obtener un buen resultado en Andalucía frente al PP ha puesto en aleta a muchos territorios con liderazgos dependientes de Ferraz, que vem peligrar unos feudos recuperados entre 2015 y 2019. También lo percibe así el líder del PSOE-PSPV Ximo Puig, que, a diferencia de otras ocasiones, en las últimas semanas se ha hecho notar menos.

A nivel nacional el PP domina a unos 25-30 escaños por encima del PSOE. Así lo reflejan las últimas encuestas de Hamalgama Métrica, Sociométrica e IMOP Insights, con unas estimaciones de 98 para el PSOE y 131 para el PP; 101-130; y 100-125 respectivamente. Unas encuestas elaboradas desde que se da a conocer las intenciones con la sedición y con la malversación y el TC. A falta de una actualización de mediciones, este es el balance de encuestas en el plano electoral, que complica la relección de García-Page, Puig o Lambán.

García-Page, Paco Núñez y Vox

Un escaño separa al actual presidente de la región de revalidar el cargo, pero también al PP de recuperar la Junta con el apoyo directo o indirecto de Vox. De ahí que, aunque en su línea cotidiana, García-Page se oponga a cuestiones como al rebaja de la malversación. Porque hay en juego capas de electores moderados que podrían verse espantados y recalar en el seno popular. El escenario del que parten los grupos es el siguiente. En mayo de 2019, García-Page obtuvo el 44,1% de los votos y 19 escaños, dos por encima de la mayoría necesaria. El PP, con el 28,5% de se hizo con diez representantes y Ciudadanos (Cs), en un momento culmen en su progreso electoral y situado como tercer partido nacional, logró cuatro parlamentarios (11,4%). Podemos, quedó fuera. La encuesta más reciente que hay sobre el escenario castellano y manchego, es la publicada por SigmaDos el pasado mes de noviembre, ante el primer pronunciamiento de García-Page contra la reforma de sedición.

El sondeo pinta un escenario de clara desfragmentación. Por un lado, el líder socialista podría optar a la mayoría exacta de 17 escaños (39,9%) necesarios para continuar con independencia de gestión por tercera vez, desde que María Dolores de Cospedal abandonara la presidencia. No obstante, existe la posibilidad de que quede a un representante de la mayoría absoluta. Con 16 escaños, le sería imposible revalidar responsabilidades. Y es que el PP de Paco Núñez, con entre 14 y 15 parlamentarios (32,3%), podría optar a mandato replicando la fórmula de Castilla y León, junto a los 3-4 miembros de Vox que optan a las Cortes (10,4%). Podemos seguiría fuera y Cs se sumaría al extraparlamentarismo.

Peligra la reedición del Botanic

Esa rivalidad entre bloques se extrapola a territorios como la Comunidad Valenciana. El presidente de la Generalitat, Puig, tendría opciones de continuar liderando el Govern, según las dos últimas encuestas publicadas en el mes de noviembre, y previamente al anuncio de Sánchez de remplazar el delito de sedición por uno de desórdenes públicos agravados. Pero también de verse resignado a líder de la oposición. Data10 alumbró entre el 9 de noviembre, dos días antes de que Sánchez se pronunciara, que las aspiraciones de Puig eran de un máximo de 38 escaños en comparación con los 52 con los que ahora cuenta por la suma de su formación (27) con Compromís (17) y Unidas Podemos (8). En este caso, el bloque de derecha lograría la mayoría exacta necesaria de 51 parlamentarios con los 36 del PP y los 17 de Vox. Cs, seguiría la senda de Andalucía igualmente.

Page y Puig rozan la mayoría, pero pueden quedar fuera por un trasvase de votos al PP, su pacto con Vox y la fragmentación de la izquierda. Lambán dependería del PAR

SigmaDos, al unísono del sondeo de Castilla-La Mancha, sitúa al PSOE-PSPV en el contexto contrario: los socialistas valencianos pasarían de 27 a 28 representantes (26,4%), Compromís, con 17, mantendría la misma representación con la que cuenta actualmente en la cámara autonómica (15,9%) y Unidas Podemos perdería dos escaños hasta pasar a seis (7,4%). Podría conformar esos 51 escaños necesarios. Ahora bien, está por ver cómo afecta la reforma penal y de las leyes del Poder Judicial y del Constitucional, y la estrategia vía jurídica del PP y Vox en oposición. Asimismo, la capacidad de marchar juntos de la izquierda a la izquierda del PSOE, dada las aspiraciones de Yolanda Díaz con Sumar y las diferencias con los morados. Aunque hay rechazo de que se vuelva a producir la falta de previsión en los pasados comicios andaluces.

La falta de socios del PP: el salvavidas de Lambán

En esa oleada valenciana y manchega, SigmaDos añade el escenario aragonés. Con el actual alcalde de Zaragoza Jorge Azcón en las quinielas de los populares, al ser la preferencia de Alberto Núñez Feijóo para ser cabeza de cártel, el PP opta a 21-23 diputados en la región (29,6); entre cuatro y seis más que en 2019 (16). Sumaría un máximo de 31 escaños junto a los 7-8 de Vox (10,9%); a uno de los 32 necesarios. Cs perdería sus 12 bancadas. Lambán (20-21 y 28,5%), junto a Podemos (5-6 y 8%), la Chunta Aragonesista (4-5 y 8,1%), el Partido Aragonés (2-3 y 3,3%) e Izquierda Unida (1 y 3,8%) podría situarse en los 36 diputados. Ahora bien, si el PAR, de tendencia de centroderecha, decide pactar con Azcón, podrá producirse un vuelco en la comunidad. Este viernes, su presidente Arturo Aliaga, ni descartaba ni confirmaba si estaría dispuesto a dar ese paso. Quiere esperar hasta después de las elecciones para plantear cuestiones tácticas en vista de los resultados.

Guardiola, la apuesta de Feijóo para frenar a Vara

A priori, Guillermo Fernández-Vara no tendrá problemas, según SigmaDos, para repetir en mayo. Ahora bien, dependerá de la fórmula que adquiera Unidas Podemos y de la capacidad de Sumar para hacerse fuerte en Extremadura. El sondeo de esta demoscópica alumbra el siguiente escenario: 29-30 (41,2%) representantes para el PSOE y 4-5 (7,6%) para el partido morado. Se sobrepasaría en uno o dos los 33 votos para la mayoría. Cs pugnaría por un escaño con el 4,5% de los sufragios y Vox lograría 4 (6,9%). La suma del centroderecha optaría a 32, de hay que la candidata de Feijóo, María Guardiola, esté en búsqueda de todo el "talento" de Cs, para que esos cuatro puntos y medio no se pierdan y permitan dar la vuelta al panorma.

La OPA del PP a Cs y la división entre Sumar y UP puede marcar la diferencia entre bloques

Muestra de ello es el fichaje del alcalde 'estrella' de Cs, Ignacio Gragera. El edil hasta ahora cabeza de cartel de los naranjas, encabezará la lista local de Badajoz bajo ese mismo propósito: unificar el voto moderado. Fuentes del aparato popular de la región indican a El Independiente que Guardiola trabaja por ampliar las bases con más incorporaciones.

El resto de autonomías

A principios de noviembre, Data10 daba a Francina Armengol y sus socios de gobierno -Unidas Podemos y el MES- un descenso de los 29 escaños actuales con los que lideran con mayoría simple -a un diputado de la mayoría- a 24 parlamentarios. PP y Vox, alcanzarían en conjunto los números actuales de Armengol. Serían los partidos localistas Mes per Menorca, Gent per Formentera o Protesta per les Illes quien deberían desempatar, previsiblemente en favor de la actual presidenta para no ver a Vox incorporado en el Ejecutivo autonómico.

En Navarra, el ElectoPanel de octubre y noviembre da a María Chivite continuidad. Sus 10 escaños sobrepasaría en dos los 26 necesarios junto a la marca de Podemos y otras formaciones Contigo Navarra (3), Geroa Bai (7) y EH Bildu (8). A Navarra Suma se le atribuyeron 20 bancadas y a Vox dos, pero la ruptura del pacto de centroderecha probablemente dividirá más el voto entre la UPN, el PP, Cs y Vox. Terreno complicado sigue siendo la Región de Murcia para los socialistas, con Fernando López Miras y el PP al borde de la mayoría y con Vox fuerte con quien establecer una coalición o acordar un apoyo externo como en Madrid. En la capital, Isabel Díaz Ayuso está en esa misma dinámica y el PSOE disputa su propia batalla a la izquierda, admitiendo que un sorpasso a Más Madrid ya sería una victoria.

En las Islas Canarias Ángel Torres puede sumar con la Agrupación Socialistas Gomera, con Unidas Podemos y con Nueva Canarias, según Hamalgama Métrica a principios de noviembre. En el caso de Asturias y Cantabria, no hay encuestas recientes. Pero todo apunta a que Adrián Barbón no tendrá problemas para seguir en el cargo y el PSOE cántabro gobernará como ahora hace con el PRC de Miguel Ángel Revilla.