La activista y expresa saharahui Mahfouda Lefkir ha denunciado un ataque por parte de agentes de las fuerzas de seguridad marroquíes contra la vivienda de su familia en represalia por sus actividades.

Lefkir ha asegurado que su familia ha sido un “blanco permanente de intimidaciones” y que los agentes han atacado el domicilio “para humillar, agredir verbalmente, acosar y amenazar a su familia a altas horas de la noche”, según ha recogido la agencia de noticias saharaui SPS.

"Hacia las seis de la mañana del 28 de septiembre de 2023, equipos especiales de la fuerza de ocupación marroquí atacaron los domicilios de los militantes políticos y de derechos humanos saharauis Lahbib Boutenguiza y "Mahfouda Bemba Lefkir en el barrio de Zemla de la ciudad ocupada de El Aaiún", señala en un comunicado el Colectivo de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental (CODESA).

Además, Lefkir ha asegurado que las fuerzas de seguridad marroquíes aplican una “política de acoso, intimidación y asedio asfixiante” contra los activistas y defensores de los Derechos Humanos saharauis.

De hecho, la propia Lefkir fue ingresada inconsciente en un hospital de El Aaiún en el marco de una manifestación durante la visita del enviado especial para el Sáhara Occidental del secretario general de Naciones Unidas, Staffan de Mistura.

No es la primera vez que Lefkir es objetivo de la represión marroquí. El pasado junio denunció ser víctima de violaciones de derechos humanos en declaración a El Independiente. “Llevo desde principios de mayo bajo asedio, tortura y abusos", detalló. La activista denunció entonces haber sufrido una vigilancia constante.

El 10 de mayo, coincidiendo con la celebración del medio siglo de establecimiento del Frente Polisario, Lefkir fue atacada durante la visita al domicilio de la familia de su marido. “Me exigieron que abandonara inmediatamente la casa bajo la amenaza de irrumpir en su interior. Me marché porque quería evitar que entraran y pudieran hacer daño a los ancianos y las mujeres”.

Lefkir es una de las activistas saharauis a las que el ministerio de Asuntos Exteriores español ha negado su participación en el programa de acogida de defensores de derechos humanos. En el caso de la joven, debía haber viajado al País Vasco bajo coordinación de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).