Se dice que un debate se pierde o se gana el día después. Porque mucha
gente se entera de lo que pasó por lo que cuentan los medios de
comunicación.

Casi seis millones de personas vieron en directo el cara a cara entre
Sánchez y Feijóo en la noche del lunes en Atresmedia. Esa es una gran
audiencia. Pero hoy, muchos millones más tendrán referencia de lo que
ocurrió viendo la televisión, escuchando la radio o leyendo los periódicos.

Si atendemos a esa valoración mediática (la opinión publicada, que decía
Felipe González), la inmensa mayoría de los medios dan vencedor al líder del PP. Hasta los medios afines al Gobierno, como El País, reconocen que el presidente no tuvo su mejor día.

El problema de Sánchez fue que se equivocó totalmente de planteamiento. En el fondo y en la forma. He aquí sus principales errores:

  • 1º Exceso de confianza. Dio por hecho que ganaría y no tenía preparada las respuestas a las preguntas y propuestas que le lanzó Feijóo.
  • 2º Subestimó al contrincante. Pensó que Feijóo saldría a la defensiva y se quedó desconcertado cuando el líder del PP salió al ataque desde el principio del debate.
  • 3º Centró toda su argumentación en una defensa de sí mismo. El presidente volvió a exhibir un egocentrismo sin límites. Fue quien sacó a colación el tema del Falcon, el sanchismo e incluso el grito "que te vote Txapote".
  • 4º Se comportó como un marrullero. Intentó que su oponente no pudiera argumentar. Sus interrupciones fueron constantes, hasta el punto de que los moderadores tuvieron que llamarle la atención en un par de ocasiones.
  • 5º No actuó como un presidente, sino como un aspirante. En lugar de mostrarse como un hombre de Estado, apareció como el líder que quiere derrocar al Gobierno. A veces habló como si no llevara cinco años en Moncloa.

Decía Karl Rove, que fue el principal asesor del presidente George Bush,
que en un debate gana quien sale mejor parado ante estas tres cuestiones: ¿Es un candidato fuerte? ¿Es un hombre que genera confianza? ¿Se preocupa de gente como yo? Pues bien, Feijóo respondió mejor que Sánchez a esos tres interrogantes.

El presidente ha desaprovechado una ocasión de oro para acortar distancias con Feijóo. Faltan aún ocho días de campaña y no se puede dar nada por decidido. Lo único que está hoy más claro que ayer es que el líder del PP tiene muchas más posibilidades que Sánchez de ganar el 23-J.