Política

El entorno de Sánchez hace llegar a Casado que el "gobierno progresista" no está cerrado

Apuntan a que el "plan b" ya está en marcha y Sánchez "virará" para buscar el apoyo del PP tras constatar que las exigencias de ERC son inasumibles

Pedro Sánchez y Pablo Casado, en La Moncloa. EFE

El "Gobierno progresista", en coalición con Unidas Podemos y con el respaldo necesario de ERC, aunque sea para abstenerse, no sólo está lejos de materializarse sino que se trata de una especie de enorme escenografía "para acabar virando hacia el PP". Éste es, al menos, el mensaje que le ha llegado a Pablo Casado tanto del entorno de Pedro Sánchez como de algún barón socialista muy refractario al llamado ejecutivo "frankestein", tal y como lo bautizó el fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba.

Cuántas más exigencias presenten los independentistas de ERC, cuanto más eleven su precio para permitir la investidura de Sánchez, más se cargará de argumentos el candidato socialista para considerar cegada esa vía. Incluso desde Génova las fuentes populares consultadas admiten que "no nos creemos que Sánchez trague con todo esto". Por eso, explican, tanto el aspirante a la reelección como Pablo Iglesias "están callados, no salen, lo que es algo rarísimo".

"Si aceptan las condiciones de ERC están muertos", aseveran en el entorno de Casado interpretando el mensaje recibido desde los aledaños de Sánchez, cauces que no se atreven a calificar de oficiales sino de oficiosos. Y si el presidente del Gobierno en funciones ya está pensando más en el "plan b" que en el "a", la presión se traslada al PP, lo que no es el mejor de los escenarios para la formación de Casado, donde no faltan voces, como la del gallego Alberto Núñez Feijóo, partidario de un entendimiento que evite un gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos.

Esperan que Casado dé el paso y no se lo vamos a poner en bandeja", dicen en Génova

En principio el mensaje "autorizado" pilota entre "con el PSOE de los ERE no vamos a ningún lado", que le espetó el secretario general popular, Teodoro García Egea, a la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, en su reunión del pasado martes, a "si lo que esperan es que todo esto falle para pedir una abstención patriótica, que pierda toda esperanza", que dijo el miércoles la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo.

Pero de fondo hay voces que defienden el sentido de Estado del PP, y aunque Génova no quiere adelantar escenarios sí tiene una cosa muy clara: "ellos esperan que Casado dé el primer paso y no se lo vamos a poner en bandeja. Lo que no va a hacer el PP es sacarles del lío en el que se han metido, que se cuezan. Lo que no puede ser es que pregunten dónde está Pablo Casado. No, dónde está Pedro Sánchez", se interrogan.

También hay muchos barones que no ocultan ser más partidarios de un acercamiento al PP que pagar el peaje del independentismo. Parecen haber asumido en mayor o menor medida el acuerdo de gobierno de coalición con Unidas Podemos, negociación que está ya cerrada a la espera de lo que hagan los de Oriol Junqueras, pero no depender de un partido cuyo líder está encarcelado por sedición y malversación. Lo cierto es que el castellano-manchego Emiliano García Page ha confesado públicamente que su acuerdo con Podemos la pasada legislatura le quitó el sueño muchas veces, parafraseando al propio Sánchez que parece haber recuperado ahora las ganas de dormir.

El presidente aragonés, Javier Lambán, que se apoya parlamentariamente en una ensalada de siglas, tampoco ha tenido empacho en exhortar a Ciudadanos para que facilite la investidura de Sánchez, de modo que éste "no dependa de los independentistas".

Votación en la Diputación Permanente

Lo acontecido este miércoles en la Diputación Permamente del Congreso da una imagen bastante aproximada de la "salud" de ese futurible "gobierno de progreso". Se debatía la convalidación del real-decreto para impedir la llamada "república digital catalana", esto es, un entramado digital millonario con moneda, censo electoral y hasta documento de identidad propio. PP y Ciudadanos han impedido la derrota del Gobierno en un tema capital para frenar al secesionismo, mientras Unidas Podemos se abstenía y ERC votaba en contra.

Bien es cierto que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, desvinculaba este decreto de la "república digital", afirmando poco menos que su objetivo era armonizar la legislación española en esta materia con la de otros países de nuestro entorno. Pero el propio Sánchez lo defendió durante la campaña del 10-N como una respuesta al secesionismo y la actitud de sus potenciales socios ha generado un enorme malestar en Moncloa que se está contagiando del pesimismo que ya invadía Ferraz.

Reunión Lastra-Rufián

Tampoco lo pone nada fácil la escalada de ERC en el Parlamento catalán promoviendo y aprobando una resolución que reivindica, otra vez, la defensa del derecho a la autodeterminación, reprueba la monarquía y acusa al Constitucional de vulnerar el derecho a la libertad de expresión, todo ello en competición con JxCat, lo que no pone nada fácil comprometer el apoyo de los republicanos, aunque el PSC haya "avalado" la legalidad de dicha resolución.

Precisamente hoy, la portavoz del Grupo socialista en el Congreso, Adriana Lastra, y su homólogo de ERC, Gabriel Rufián, se reúnen para la que debería cita trascendental de su futura colaboración destinada a desbloquear la investidura de Pedro Sánchez. Servirá para confirmar si se trata de la "escenografía" de un proceso condenado al fracaso, que acabe "virando" a un guión muy distinto con otros protagonistas.

Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete aquí

Te puede interesar