Política

Cs sube la apuesta y retoma la 'vía Arrimadas' para desplazar a Iglesias y presionar al PP

La portavoz de Cs en el Congreso, Inés Arrimadas, da una rueda de prensa. EUROPA PRESS

"Ante el desastre absoluto, sólo hay un camino posible". Y por esa vereda no transita Pablo Iglesias. Ciudadanos se ha sacudido de las críticas vertidas especialmente por PP y Vox por haber apoyado una "tramposa y lesiva prórroga" del estado de alarma mientras el PSOE les "apuñalaba" por la espalda con un pacto con los proetarras. Y la 'traición' de Sánchez no sólo no ha lastrado futuras negociaciones con los socialistas. Lejos de volar puentes, los naranjas han optado por la estrategia de volver a ofrecer un pacto de Gobierno con su fórmula predilecta: la 'vía Arrimadas' que implica, de facto, borrar a Podemos de la jerarquía de poder.

Es el contraataque de Ciudadanos para presionar a Sánchez frente a los intentos de la formación morada de destruir posibles alianzas a futuro con Arrimadas, reconduciendo al presidente hacia los pactos con ERC y EH Bildu y reforzando un programa económico imposible de asumir para los liberales. "Si Sánchez piensa de verdad en los españoles, debe renegar del bloque de investidura. Ahí tendrá nuestra mano tendida", subraya un destacado dirigente de Ciudadanos. El jefe del Ejecutivo "debe entender que es el único camino posible", más ahora, apunta, "con una crisis económica que va a generar problemas laborales y de generación de riqueza tremendos".

El órdago de Ciudadanos trata de hacer mella en la brecha abierta entre los socios de Gobierno, tras una intensa jornada de desmentidos, contradicciones y reproches que ha disparado la tensión entre Ferraz y Podemos: mientras Iglesias se alinea con Arnaldo Otegi y pide el cumplimiento de la "literalidad" de la derogación íntegra de la reforma laboral, Ábalos y Lastra defienden la versión descafeinada del documento, mientras que la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha pedido directamente una rectificación tras mostrar su rechazo a que se derogue la reforma laboral, ya que "sería absurdo generar inseguridad jurídica". De hecho, ésta ni si quiera estaba enterada del pacto inicial de Echenique, Lastra y Aizpurua, e intervino de urgencia para dar marcha atrás para tumbar únciamente los "aspectos más lesivos" de la ley.

Ciudadanos también utilizará a Europa como elemento de presión para arrinconar los postulados de Iglesias y su peso dentro del Gobierno, habida cuenta de los recelos al programa económico del Ejecutivo de coalición en Bruselas, que medirá la solidez de la alianza entre Sánchez e Iglesias. Pese haberse enfriado la propuesta en los últimos días, fuentes del partido confirman que los naranjas no pueden cerrar la puerta a un pacto presupuestario que "propusimos nosotros" y que vendrá condicionado por lo que marque Europa, cuyas líneas maestras será la reducción de la deuda pública y el déficit, que choca de plano con las propuestas moradas.

La petición de una derogación íntegra de la reforma laboral del PP ha sido duramente censurada desde las filas naranjas, que ven "un disparate" y "una barbaridad" el documento original, lo que además genera "inseguridad" en torno a la imagen que refleja España de cara a Europa en plenas negociaciones. La propuesta ha sido criticada especialmente por la delegación europea, con Luis Garicano evidenciando el carácter "desastroso" que implica la caída de la legislación laboral cuando España está entrando en una crisis económica, y ha pedido públicamente una transición hacia la vía Arrimadas para huir del "enorme agujero económico" que dejaría "el Gobierno Frankestein II".

El PP, el tercero en discordia

Para llegar a plantear si quiera la vía Arrimadas, Ciudadanos tendría un desafío aún mayor que convencer a Sánchez: hacer lo propio con Pablo Casado, ubicado ya en el frentismo, en la alternativa y en las elecciones. "Si Sánchez reniega de sus apoyos, de ese Gobierno Frankestein, y hace políticas útiles y de consenso, estoy convencido de que, al menos, el PP se sentará", defiende otro dirigente de la cúpula naranja, presentando a los liberales una vez más como el "pegamento" que una los puentes que ya se ha encargado de dinamitar Génova.

Responden además a las críticas vertidas desde diferentes flancos del PP por su decisión de seguir apoyando la prórroga del estado de alarma mientras Sánchez mantenía una vía paralela de interlocución con Bildu, y censuran que los populares "han priorizado sus siglas" por encima de los españoles y han afrontado la tragedia desde un punto de vista "partidista". "El PP no ha hecho nada por aportar seguridad a los españoles", lamentan.

'Sí' aunque "Sánchez pacte con el diablo"

El pacto suscrito anoche entre PSOE, Podemos y EH Bildu dejó un enorme enfado en las filas de Ciudadanos, que califican de "inmoral" cualquier acercamiento a la formación proetarra, más allá del "revuelo" que, admiten, causó la ocultación del pacto paralelo en las filas naranjas.

Con todo, siguen suscribiendo cada letra del quinto 'sí' a la prórroga del estado de alarma. Pese a reconocer que "Sánchez nos ha engañado" y que "no confiamos en él" -el portavoz adjunto, Edmundo Bal, se ha encargado de subrayar este jueves que "no somos sus socios"- Ciudadanos defiende que ha primado "seguir salvaguardando la salud de todos los españoles por encima de intereses partidistas" y alegar que los expertos sanitarios siguen recomendando no recuperar la movilidad por el momento. "¿Qué hubiese pasado si el domingo todos hubiésemos salido a la calle?", se preguntan.

"Volvería a votar 'sí' aunque el PSOE hubiese pactado con el diablo", reconoce un dirigente. A cambio, Ciudadanos ha conseguido que Sánchez se comprometa a habilitar el Congreso durante el mes de julio para "seguir controlando al Gobierno" o la desvinculación de los ERTE al estado de alarma.

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