El Partido Popular y la comisión  gestora socialista alcanzaron antes de las primarias del PSOE un acuerdo que tenía por objetivo proteger a Susana Díaz de cualquier investigación parlamentaria sobre los Eres. El pacto secreto al que llegaron ambas formaciones consistía en que Ferraz se comprometía "a suavizar, a rebajar el tono", en la comisión sobre la financiación del PP que se iba a poner en marcha en el Congreso, y que ya no podían frenar, a cambio de que los populares "se olvidaran de la comisión del Senado", han explicado fuentes de Génova a El Independiente. De esta manera se evitaba que la presidenta de la Junta de Andalucía, a la que la gestora daba como segura ganadora en la contienda por el liderazgo del PSOE, se estrenara en la Cámara Alta dando cuenta del escándalo de los expedientes de regulación de empleo de su Comunidad.

Uno de los aspectos de ese acuerdo pasaba porque fuera el presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, el primero en comparecer en la también llamada "comisión Bárcenas". Ferraz no lo vio mal hasta el punto de que defendía hasta hace apenas dos semanas esa opción, a la que supuestamente se sumaba el PP de forma espontánea. Ello permitía al jefe del Ejecutivo pasar cuanto antes el trago de someterse a las preguntas de sus señorías, en una sesión maratoniana de varias horas, haciéndolo casi coincidir con su declaración del 26 de julio ante el tribunal que juzga la primera etapa de la Gürtel. Así concentraba ambas comparecencias antes del verano.

El acuerdo pasaba por "enterrar" la comisión del Senado promovida por el PP

El acuerdo se volatilizó con el triunfo de Pedro Sánchez. Su incontestable victoria convirtió en papel mojado una "hoja de ruta" que hubiera permitido a la andaluza coger las riendas de su partido sin más tensiones que las necesarias o, al menos, que las pactadas. Y el Gobierno parecía dispuesto a darle cierto respiro con tal de asegurarse un paso tranquilo de Rajoy por la "comisión Bárcenas" y una estabilidad en la legislatura sin grandes sobresaltos. En el entorno del entonces portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, aseguran que nunca trató con su homólogo popular, Rafa Hernando, más que la comparecencia en comisión de Rajoy, que los populares querían que fuera en el mes de julio y que, no se avanzó más al respecto. De la comisión en el Senado, aseguran, no hablaron dado que no era el ámbito de sus competencias.

El Independiente adelantó el pasado 9 de mayo cómo se ordenó al portavoz del Grupo Popular en el Senado, José Manuel Barreiro, y al secretario general del mismo, Javier Arenas, echar el freno a la comisión del Senado. Ni fecha de constitución ni composición de la mesa ni orden de los trabajos ni lista de comparecientes. Las instrucciones recibidas pasaban por no abrir ronda de contactos con el resto de los partidos para negociar la puesta en marcha de una comisión con la que se quiere contraprogramar la del Congreso.

Maillo acordó con Gutiérrez, de Ciudadanos, que se acotaría la investigación hasta 2004

El cambio de criterio de los socialistas, cuyo nuevo equipo parece dispuesto a entrar a saco en el grupo de trabajo que tratará sobre la presunta financiación ilegal del PP, retrotrayéndose incluso a la época de Manuel Fraga, ha ido paralelo a la revitalización de la de la Cámara Alta. El coordinador general popular, Fernando Martínez-Maillo, admitió ayer sin ambages que "sacaremos sus vergüenzas en el Senado" en alusión no sólo a PSOE, sino también a Ciudadanos y Podemos.

Los populares se sienten también traicionados por la formación de Albert Rivera. Maillo cerró con el secretario del Grupo Parlamentario de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, un pacto de modo que el periodo de investigación arrancara en el año 2004, cuando Rajoy cogió las riendas de Génova. Todo ello independientemente de que el PP, en su escrito del pasado viernes en el registro del Congreso, dijera que no se podía investigar más allá de 2015, fecha en que se convierte en delito la financiación ilegal de los partidos. Lo que ocurrió ayer en la primera reunión a puerta cerrada de la comisión es que Ciudadanos no ha hecho frente común con los populares para impedir que prospere la petición de PSOE y Podemos de no establecer ningún límite temporal, lo que permite que los trabajos puedan llegar a la época en que se fundó Alianza Popular.

Socialistas y populares ya pactaron retrasar el calendario de tramitación de Presupuestos

El "número tres" del PP dejó ayer entrever por dónde irán los pasos en el Senado. Los populares abrirán la investigación del caso de los Eres con las más que seguras peticiones de comparecencia de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y de los expresidentes del PSOE Manuel Chaves y José Antonio Griñán, amén de "todo el que pasó por allí". También contemplan que Pedro Sánchez comparezca para explicar la campaña de crowdfunding con que financió sus primarias o que el tesorero de Ciudadanos dé cuenta de si se ha financiado el partido a través de los grupos municipales de esta formación. Podemos tiene un capítulo aparte. Dice Maillo que ésta es "una oportunidad para tener mejores relaciones con Venezuela y llamar a personas que estaban fuera de España para que expliquen qué hacía Pablo Iglesias por allí y si cobró 200.000 euros a través de un paraíso fiscal".

No ha sido éste el único de los acuerdos al que llegó el PSOE de la gestora con Génova. Este medio reveló cómo se retrasó, a petición del PSOE, el debate en comisión  de los Presupuestos Generales del Estado para que no coincidiera con el proceso de primarias socialistas.