Conciertos, luces, dulzainas, campanadas, fuegos artificiales, salvas e incluso la Patrulla Águila sobrevolando la capital burgalesa. Así será el despliegue para celebrar los 800 años desde que el rey Fernando III y el Obispo D. Mauricio colocaran el 20 de julio de 1221 la primera piedra de la Catedral de Burgos. Este evento no estará exento de polémica, ya que la sustitución de las centenarias puertas de la fachada principal por la obra de Antonio López ensombrece el festejo.

El edificio más emblemático del gótico español se viste de gala para su 800 cumpleaños. Un programa de tres días ensalza el hito. Además, a los elementos flamígeros, renacentistas y barrocos que pasaron a formar parte de la catedral hace siglos, se les unirá una novedad contemporánea. Se tratarán de los nuevos tres portones de bronce que representarán a Dios Padre, la Virgen María y el Niño Jesús, en detrimento de los de madera que todavía dan paso a la catedral.

Enfrentamiento por las puertas de la Catedral de Burgos

El Cabildo Catedralicio de Burgos y la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) encabezan el proyecto de "unir la Catedral de Burgos con el mundo a través de unas puertas singulares que marquen el impacto de nuestro tiempo y de nuestra generación", explica en la presentación de 'Puertas que unen' Mario Iceta, Arzobispo de Burgos. Iceta considera que "es el momento de abrir Burgos al futuro y conectarlo con la historia. En los últimos 200 años no se ha incorporado a la arquitectura de la catedral una obra significativa". La instalación de las puertas tendrá que esperar a su finalización y no protagonizará la jornada, tal y como se presumía.

En las antípodas de esta decisión se encuentran decenas de historiadores, artistas y expertos en arte que han realizado un manifiesto contra el cambio. "Reiteramos nuestra frontal oposición a decoración tan aberrante, por abigarrada y anacrónica, que quitará protagonismo y armonía a la insigne fachada-portada, carátula de la siempre memorable imagen mundial de Burgos". Uno de los argumentos más poderosos contra la alteración es la condición de la Catedral de Burgos como única española que cuenta con la distinción de Patrimonio de la Humanidad de forma independiente, algo que peligra en caso de modificación. La organización del proyecto está en contacto con UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) e ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) para seguir con la inclusión de las puertas de bronce de Antonio López en el entorno catedralicio sin perder su actual estatus.

Firmas contra las nuevas puertas de la Catedral de Burgos

El rechazo es tal, que la petición de Change.org 'No al cambio de las puertas de la Catedral de Burgos' creada por el pintor Juan Vallejo, acumulaba casi 70.000 firmas.

El texto que acompaña a la solicitud esgrime que "ningún aniversario merece que se maltrate así a nuestro patrimonio". Asimismo, Vallejo recalca que "el arzobispado encargó este proyecto sin siquiera presentar un informe", algo que "debe ser comunicado con antelación a la UNESCO". Por un lado, la misiva tilda como "horror vacui" al "atropello artístico que ha encargado el Arzobispado de Burgos al escultor Antonio López"; por otro lado, se carga contra el presupuesto de la obra, "al atentado artístico se le une la aberración que supone gastar 1,2 millones de euros".

Modificaciones de la Catedral de Burgos

Desde su creación en el primer tercio del siglo XVIII de la mano de Fernando III y el Obispo D. Mauricio y bajo la esencia de las grandes catedrales de la región de París, la evolución constante ha distinguido los 800 años de la seo burgalesa.

Las Capillas de las Naves Laterales y el Claustro datan del siglo XIV. La Capilla de la presentación del Señor, la de los Condestables y las Agujas de la fachada principal fueron construidas en el siglo XV. Ya en el siglo XVI, se dio forma a El Cimborrio del Crucero y La Escalera Dorada. La Sacristía y la Capilla de Santa Tecla, en el siglo XVIII, fueron las últimas obras de importancia llevadas a cabo. Ahora, el nombre de Antonio López engrosará el currículum de la catedral; aunque debido a las reticencias y las complicaciones en cuanto a la conservación del enclave como Patrimonio de la Humanidad no se descarta que las ya más que famosas puertas de bronce ocupen otro lugar.