El Senado acoge este martes un nuevo cara a cara entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el principal líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo; el tercero en lo que va de año y desde el desembarco del gallego a la dirección del Partido Popular (PP). La primera confrontación dialéctica cursó bajo el contexto de una sesión de control al Ejecutivo en el mes de julio. En septiembre, a petición propia del jefe del Gobierno para comparecer, por la aplicación de medidas y la elaboración del plan de ahorro energético que ya se ha enviado a Bruselas. Y, ahora, también por deseo de Sánchez para rendir cuenta de los acuerdos alcanzados en la última reunión del Consejo Europeo y para informar sobre las medidas sociales implantadas. También del reciente anuncio hecho en el Congreso de los Diputados: un nuevo paquete de ayudas para paliar el alza del gas de los hogares.

A este debate en la cámara alta, se le añade un plus diferencial a las otras dos pugnas entre Sánchez y Feijóo: la reactivación de las negociaciones para desbloquear el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Algo que ha fijado una burbuja en materia judicial, en la que nadie cede o especifica contenido relevante del encuentro último encuentro en La Moncloa y de próximas reuniones "para no reventar las conversaciones" ante "la última oportunidad" para dar salida a un nuevo Poder Judicial. Por lo demás, el enfrentamiento político entre PSOE y PP sigue en los mismos términos, y quedó demostrado el jueves en la sesión plenaria extraordinaria de las Cortes en las réplicas con Cuca Gamarra.

El viernes, Feijóo adelantaba en durante su participación en el 'Encuentro sobre los retos del futuro' organizado en Valencia por el periódico Las Provincias que la intervención que hará mañana en el debate es "previsible", porque contestará a Sánchez "como lo haría cualquier ciudadano". E insistió, una vez más, en que no entrará en la dinámica del insulto. "No nos preocupa la dialéctica o las formas" del presidente, "sino el país", aseguró el líder del PP haciendo referencia a la último pleno del Congreso en el que, según él, hizo "referencias poco amigables" a su partido. "Si el Gobierno quiere descalificar al PP, yo no voy a hacerlo", reiteró tras esa sesión.

Feijóo ultima los detalles de su intervención junto a Juan Bravo y su equipo de asesores, aunque pondrá al corriente a Javier Maroto en el comité de dirección

El líder del PP centrará sus quince minutos de réplica -cuenta con otros cinco de dúplica si lo desea- en la economía, así lo aclaró el mismo. Feijóo entiende que hay que fomentar el crecimiento, porque si no, no se podrá afrontar "la deuda, los subsidios o ayudar a la industria, entre otros asuntos. Asimismo, pedirá a Sánchez "más humildad y cautela", y menos "planificación e improvisación". En referencia, por ejemplo, al denominado 'impuesto de solidaridad', que desde el Grupo Popular en las Cortes señalan de maniobra fiscal en contra de las autonomías del PP: "¿Tienen un borrador que permita posicionarnos después de leerlo, o es que se trata de una improvisación", preguntó Gamarra.

Desde Génova, fuentes del partido aseguran que Feijóo está ultimando los detalles del discurso junto a sus asesores y al vicesecretario de Economía Juan Bravo, ya también dentro del grupo parlamentario tras ser designado senador autonómico por Andalucía junto al coordinador general Elías Bendodo. Éste estará, de rasgo claramente económico, estará focalizado a una de las cuestiones más relevantes de la actualidad: la crisis energética. No obstante, desde el equipo del dirigente popular evitan dar más detalles, e instan a esperar al propio pronunciamiento.

Feijóo ha adelantado sus coordenadas: el estado de la industria de cogeneración y electrointensiva serán claves en su réplica a Sánchez

Sí dan más detalles del hecho fuentes del PP en el Senado. Apuntan que, pese a que la preparación del discurso es cosa de Génova, el portavoz del Grupo, Javier Maroto, estará al tanto de los principales ejes del mismo. Por su cargo de senador, pero, sobre todo, por integrar el comité de dirección, que este lunes se cita en la sede nacional. "Feijóo ha dado unas coordenadas" en sus últimas reuniones, indican las mismas fuentes, como las desarrolladas con ASCER, ANFFECC y la Confederación de Empresas de la Comunidad Valenciana el pasado viernes. Allí demandó al Ejecutivo que priorice a la industria y adelantó una batería de medidas para apoyar la electrointensiva y la de cogeneración.

Entre ellas, la presentación de una proposición no de ley en el Congreso para financiar el precio del gas industrial a través de crédito fiscal, menos cotizaciones y menos IVA. Asimismo, un estatuto del 'consumidor hiperelectrointensivo' con una tarifa especial y el empleo de los fondos europeos para minimizar costes y modernizar procesos. Es algo que "puede aprobarse en semanas", expresó el propio Feijóo. "Es importantísimo", esgrimen desde el Senado los populares, que consideran crucial "hacer un estatuto para las grandes empresas electrointensivas, que consumen un 15% del gasto energético, y lo están pasado muy mal". Y eso, determinan, pone el riesgo la estructura industrial nacional. "Sin industria no hay futuro, no se puede ir dando palos de ciego", reprochan al Gobierno y ponen de ejemplo la situación del sector del automóvil.

Desde el PP en el Senado aseguran que las palabras de Feijóo buscarán ir enlazadas a la próxima presentación del plan de ahorro a Bruselas, algo que, a priori, estaba fijado para septiembre. Y, además, hará referencia al nuevo paquete de medidas anunciado el pasado jueves ya mencionado. Aparte de la industria, la bajada de impuestos tendrá gran protagonismo, con la insistencia en la deflactación del IRPF o la bajada al gravamen mínimo de los productos de primera necesidad. "Sánchez se ha olvidado de la clase media, y sus anuncios no afectan a casi nadie. Todo pese a contar con más de 30.000 millones de sobrerecaudación" y el recurso inédito de los fondos europeos, comentan en conversaciones con El Independiente. "Difícilmente se abordarán otros temas que no vayan por ahí", advierten.

Descompensación del tiempo

Los populares muestran su optimismo y afirman ser conscientes de "llevar la iniciativa" en la agenda político-económica: "casi todo lo propuesto por Feijóo lo ha acabado adoptando Sánchez" posteriormente. Consideran que este tipo de eventos en la cámara alta lo evidencian ante la opinión pública, aunque son conscientes de que también puede generar cierto rechazo por su carácter reiterativo. "Feijóo, a diferencia del presidente, tiene quince minutos de réplica y cinco más de dúplica, a él solo le vale ser conciso y claro", algo que entre los senadores conservadores creen que también juega a su favor de cara al ciudadano.

No obstante, en Génova hablan de "desequilibrio". Tras el último debate el 6 de septiembre, incluso, de "matonismo". Entonces, el líder del PSOE empleó 45 minutos de intervención y otros 20 para contestar a Feijóo tras su turno. Los populares, a principios de la semana pasada solicitaron por escrito a la Junta de Portavoces del Senado que se permitiese acotar más los tiempos para dar equilibrio a las intervenciones. Sin embargo, es algo que se rechazó, poniendo sobre relieve que en el Congreso, Sánchez y los grupos de la oposición cuentan con ese mismo reglamento.