El Pacto del Botánico tendría muy complicado repetirse por tercera vez en la Comunidad Valenciana la próxima legislatura, así lo determina la última encuesta electoral de SigmaDos para el periódico digital Todo Alicante. El socialista Ximo Puig, actual presidente de la Generalitat, y sus socios Compromís y Unidas Podemos atravesarían dificultades para lograr la suma necesaria para la mayoría absoluta de 50 escaños de los 99 totales que componen el parlamento valenciano. La coalición supera hoy en dos esa barrera, pero ahora lograría entre 48 y 50 representantes, lo que permitiría un vuelco a la derecha por primera vez desde 2015. Los datos va en la línea de los ofrecidos este lunes por Target Point para El Debate y Data10 para OkDiario, que sitúan entre uno y tres escaños en juego para la viabilidad de un nuevo Ejecutivo del bloque de la derecha con el popular Carlos Mazón o de la izquierda con Puig al frente.

De manera individual, el PSOE-PSPV lograría 28-29 diputados autonómicos y un respaldo electoral del 25,6%, mejorando el registro anterior de 27 (24,2%). En el caso del nacionalismo valenciano, con Joan Baldoví como cabeza de cartel, éste descendería de 17 escaños (17,7%) a día de hoy a una horquilla de entre 14 y 16 (15,9%). También perjudica la suma de la actual coalición el retroceso de Unidas Podemos de los ocho (8,1%) a los cinco (5,6%) asientos, muy cerca del límite porcentual de cinco puntos que permite o frustra el acceso a las Corts. El número de indecisos también es patente entre partidos como el PSOE o Unidas Podemos: uno de cada cuatro socialistas y el 29,5% de los morados se replantea su voto.

A priori, la izquierda tiene más complicado sumar que el bloque conservador, por un escaño de diferencia. La diferencia que separa a la derecha, frente a los tres necesarios de la izquierda es, como mínimo, de un diputado. A Mazón y al PP se le estiman entre 34 y 36 escaños (39,1%), mientras que a Vox, 15 diputados y el 16,3% de los votos. Esa asociación solo necesita que el líder popular asegure 35 representantes para tener luz verde, lo que acota las posibilidades de la confluencia progresista. En este bloque, Ciudadanos desaparece por completo y el principal beneficiado es el PP, que incrementa notablemente su respaldo en las urnas. En total, el porcentaje de apoyo a la derecha suma 47,2% frente al 46,7% que suscribe a la izquierda.

La candidatura de la exlíder popular Isabel Bonig consiguió en mayo de 2019 19 escaños (18,88%) en la cámara regional; y los naranjas, por su parte, 18 (17,45%). Ahora, los de Mamen Peris quedarían fuera de rol parlamentario como se proyecta en los otros once escenarios autonómicos. De esas cifras logradas por Ventas, el PP capitaliza 16 huecos en las Cortes. Peris sumaría un 3,1% de los cinco puntos esenciales para entrar. Los populares, junto a Vox, que suma cinco parlamentarios y un 5,86%, son las formaciones que más crecerían en esta convocatoria del 28 de mayo.

La candidatura respaldada por Génova ganaría en las tres circunscripciones valencianas: Valencia, Alicante y Castellón. El sondeo llega en un momento de desgaste de la izquierda por asuntos autonómicos como la imputación de Mónica Oltra, la trama Azud y nacionales como el caso Mediador o las dificultades entre socio, PSOE y Unidas Podemos, para llegar a un consenso para reformar la ley del 'solo sí es sí'. En el caso de la derecha, se ha realizado con las diferencias entre PP y Vox por la intención del segundo de presentar una moción de censura contra Pedro Sánchez y su Gobierno.

El PP de Alberto Núñez Feijóo considera que puede beneficiar a Sánchez de cara a las elecciones de mayo por no existir una mayoría alternativa a la que ostenta en el Congreso de los Diputados, aunque en Génova también apuntan que la escenificación con Ramón Tamames como propuesta alternativa de gobierno acelerará un transvase de votos del PP a Vox. En la línea de la encuesta valenciana, la media de sondeos nacionales enfocan a que el próximo Ejecutivo deberá pasar por un acuerdo entre Génova y Bambú.