No hay una respuesta definitiva, de sí o no. Es prematuro, aseguran en Ferraz y en la Moncloa. Si Alberto Núñez Feijóo, como candidato a la investidura como presidente del Gobierno, llama a Pedro Sánchez para reunirse con él, "ya se verá" qué hacer. Ya se estudiará la respuesta, advierten en el círculo del líder socialista.

Por el momento, ni Sánchez ni el PSOE moverán ficha con el PP. Entienden que este es tiempo del encargado por el Rey y que debe ser él quien diseñe su estrategia cara a una investidura que está casi con total seguridad abocada al fracaso, dado que ya ha reclutado todos los apoyos posibles, 172 (137 de su partido, 33 de Vox, uno de Unión del Pueblo Navarro y uno de Coalición Canaria), y todas las demás fuerzas ya se han decantado y no pretenden salirse del no. Tampoco el PNV (5 asientos), que el miércoles propinó el enésimo portazo a los populares, aunque su portavoz, Aitor Esteban, está dispuesto a reunirse "por cortesía" con el político gallego. Distinto es que el PSOE y el equipo más cercano al presidente continúen con las negociaciones con ERC y Junts, y estas queden totalmente a resguardo.

Vamos a ver qué hace primero Feijóo, que lo lleva todo con mucha calma", responden en la Moncloa

Feijóo aseguró el martes, tras su audiencia con Felipe VI, que a partir del lunes comenzaría a llamar a los grupos para intentar sumar más respaldos. No reveló el orden pero la plana mayor del partido, al día siguiente, insistió en que se emprenderían contactos con todas las formaciones salvo Bildu. Es decir, que en la ronda se incluiría a Junts. El jefe de los populares ya pidió al presidente en funciones un encuentro después de las elecciones del 23 de julio, y en Ferraz replicaron que no lo habría hasta después de las audiencias del Rey con los líderes políticos, hasta después de que designara candidato. Y ya lo hay.

"Vamos a ver qué hace primero Feijóo, que lo lleva todo con mucha calma", responden en la Moncloa. Lo afirman con sorna, porque el jefe del PP recibió la encomienda del monarca el martes y decidió no levantar el teléfono hasta el próximo lunes, con el argumento de que será ese día cuando estén constituidos formalmente los grupos parlamentarios. Que no lo estuvieran, sin embargo, no le impidió tender puentes con Vox y UPN y firmar un acuerdo con CC, y apremiar al PNV para que le preste su apoyo, recuerdan en el PSOE. La dirección socialista ha cargado contra la maniobra "dilatoria" del jefe de los conservadores, abocando al "bloqueo" del país durante un mes, aun a sabiendas de que no podrá amarrar su investidura. Feijóo reclamó un margen de semanas para negociar, y la presidenta del Congreso, Francina Armengol, se lo concedió: señaló el pleno para el 26 y 27 de septiembre. 35 días después del encargo de Felipe VI.

Considerando que andan buscando tránsfugas, lo mejor es que terminen cuanto antes con esto y no caigan más bajo. Si llaman para una reunión, se verá", dicen en la sede federal

En Ferraz y en la Moncloa, por tanto, no dan por segura esa cita entre los dos líderes. "Nos la tendrán que pedir", apunta otro alto mando del círculo de Sánchez. Un máximo responsable de la sede federal anticipa que si Génova demanda la cita, se atenderá. Porque también los precedentes pesan: en 2019 el presidente demandó a Pablo Casado, entonces jefe del PP, un encuentro tras la doble cita electoral, y lo mantuvieron. Con ningún éxito, porque Casado negó la abstención a Sánchez en ambas ocasiones. En mayo y en diciembre de aquel año.

Ahora, oficialmente, la respuesta que emana de Ferraz es que todo se estudiará, sin dar el sí aún. "Se verá, si lo piden, cosa que no han hecho", abundan desde la cúpula federal, donde agregan una relevante apostilla: "Considerando que ayer [por este miércoles] y hoy [por este jueves 24 de agosto] andan buscando tránsfugas, lo mejor es que terminen cuanto antes con esto y no caigan más bajo. Si llaman para una reunión, se verá".

Hasta "bisoño"

Y es que en el PSOE han molestado las últimas palabras de dirigentes del PP, llamando al "transfuguismo". Los populares percuten a los socialistas para que les respalden, intentando abrir grietas entre ellos. Este jueves, el vicesecretario de Cultura del PP, Borja Sémper, apeló en RNE al PSOE y no solo a los "diputados incómodos" para que voten a Feijóo como presidente. Recogía así algo de cable, para no poner el foco en los teóricos parlamentarios críticos socialistas. Indicó que el mejor escenario sería que los dos grandes partidos se entendiesen aunque eso parezca "contracultura" y hasta "bisoño" cuando solo se habla de "bloques y trincheras". El dirigente gallego centró su campaña en un mensaje: la "derogación del sanchismo", la liquidación del proyecto político encabezado por el presidente.

Sémper indica que su partido se dirige no solo a los "diputados incómodos", sino a todo el PSOE

"Las palabras de Sémper los delatan. Hay que estar desesperado para hacer un llamamiento al transfuguismo, para que rompan la disciplina de voto", aseguró la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, en La hora de La 1 de TVE. Después, y desde París, donde participó en los actos de homenaje a La Nueve, el titular de la Presidencia, Félix Bolaños, calificó de "inaceptables" las apelaciones a los parlamentarios socialistas. Para el Ejecutivo y el partido, el PP está sugiriendo un nuevo tamayazo, la traición de dos diputados socialistas que impidieron al socialista Rafael Simancas presidir la Comunidad de Madrid en 2003 y que abrieron la puerta del Ejecutivo autonómico a Esperanza Aguirre.

"No deja de ser una forma muy extraña de abordar una posible investidura haciendo llamamientos a la traición de diputados que han sido elegidos con el voto de personas socialistas precisamente para parar en seco a la coalición ultra del PP y Vox". Bolaños recalcó que el PP solo podrá mantener los 172 apoyos que tiene ahora y le aconsejó "hacerse mirar" que hable simplemente de una posibilidad que no deja de ser una "traición". "Es realmente inaceptable llamar a diputados del PSOE, llamar al transfuguismo, cuando eso no es más que una traición a los electores y a los ciudadanos", remachó. También Ernest Urtasun, portavoz de Sumar, tachó de "ridículo" el llamamiento a los socialistas descontentos, y lo cree una "muestra la desesperación que tienen" y de su "aislamiento".

El PP apunta indirectamente a los socialistas castellanomanchegos, ya que el presidente de la Junta y barón regional, Emiliano García-Page, sí que se manifiesta crítico con la dirección de Sánchez. Desde hace años. La semana pasada, Page lamentó que Carles Puigdemont tenga el "mando a distancia" de la legislatura. Le respondió el presidente autonómico del PP, Paco Núñez: "Las pilas del mando a distancia las tienen los diputados socialistas de Castilla-La Mancha, y con su voto pueden hacer que los botones del mando dejen de funcionar. En la investidura tendrán otra oportunidad para pasar de las palabras a los hechos".

Un mes "larguísimo" para el PP

Ya ese mismo día el PSOE de Page volvió a rechazar la invitación del PP. Pero es que el propio presidente de la Junta también había pedido que no le mirasen a él cuando Vox apremió a los populares a buscar el voto de "cinco o seis socialistas buenos" que pudieran investir a Feijóo, opción que por cierto Génova descartó: a los que "hablan de transfuguismo y de votos burlescos" les replicó que ya conoce su afición por los tamayazos, pero que eso no va con él: "Yo soy demócrata, respeto lo votado y cumplo con las normas". Este jueves, su número dos, el diputado nacional por Toledo Sergio Gutiérrez, contestaba también contundente en X (antes Twitter): "¿Qué concepto de la democracia tienen en el PP? La frivolidad con la que dicen buscar tránsfugas (una manera de corrupción) es pasmosa. Y que el juicio social parezca naturalizarlo, también. Feijoo no será investido por su alianza con Vox y su radicalidad. Deben asumirlo ya".

Los socialistas hallan un nuevo ángulo de crítica al PP al abrirse Génova a una reunión con Junts

Los socialistas han hallado un nuevo ángulo de crítica al PP por su contorsionismo con JxCAT, formación con la que aseguran que se reunirán, dentro de la "normalidad institucional", en palabras de Sémper en RNE. "Junts es un grupo parlamentario que, al igual que Esquerra, más allá de las acciones que cuatro personas, cinco, diez, las que fueran, llevaran a cabo, representan a un partido cuya tradición y legalidad no está en duda", había afirmado la víspera el dirigente Esteban González Pons en Onda Cero.

Para Bolaños, el viraje del PP se trata de una "rectificación", pero les dio la "bienvenida al diálogo". "Es curioso lo que dice el PP que cuando el PSOE se reúne con nacionalistas e independentistas es para romper España y, sin embargo, cuando lo hace el PP es por el bien de España. Curioso, muy curioso lo que opina la derecha española en este sentido", remachó el ministro de la Presidencia en funciones.

La federación de Page rechaza totalmente votar distinto al resto del partido en el Congreso

El Gobierno da por hecho que este mes, el que resta hasta el pleno del 26 y 27 de septiembre, se le hará "larguísimo" al PP. "Todo un mes fingiendo que pueden obtener apoyos a esa eventual investidura de Feijóo. Ellos saben que tienen los apoyos que tenían la noche electoral y que tendrán cuando se vote. Tendrán 172 votos favorables y 178 votos desfavorables. Ese va a ser el resultado".

Mientras, el PSOE no muestra sus cartas de la negociación con ERC y Junts. Por ahora, el presidente sí ha dejado abierta la puerta al estudio de la ley de amnistía que le reclaman las dos formaciones separatistas, siempre que quede dentro de la Constitución. Pero no hay más pistas. El diálogo se guardará bajo siete llaves, precisamente para que no descarrile.