La sentencia con la que el Tribunal Supremo condena a los 12 dirigentes juzgados por su responsabilidad en el desafío independentista del otoño de 2017, notificada este lunes a las partes, establece condenas que suman un total de 99 años y seis de prisión y 104 años y seis meses de inhabilitación.

Las penas son notablemente inferiores a las que pedía la Fiscalía, que reclamaba un total de 177 años de cárcel para los acusados al imputar rebelión a nueve de los procesados. Esta tesis no ha sido compartida por los siete magistrados de la Sala Segunda del Alto Tribunal, que ni siquieran han valorado la posibilidad de una rebelión no consumada sino en fase de conspiración.

Por su parte, la Abogacía del Estado solicitaba 114 años de prisión -al tipificar los hechos propios de un delito de sedición, como finalmente ha establecido el tribunal, y no de rebelión- y la acusación popular de Vox 702 años de cárcel al sumar a la rebelión el delito de organización criminal.

Éstas son las condenas para el ex vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras; los ex consellers Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull, Dolors Bassa, Joaquim Form, Meritxell Borràs, Carles Mundó y Santi Vila; la ex presidenta del Parlament Carme Forcadell; el ex presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez y el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.

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A excepción de los ex consejeros Meritxell Borràs, Carles Mundó y Santi Vila, los nueve procesados restantes permanecen en situación de prisión preventiva desde la fase de instrucción. Dos de ellos -Jordi Sànchez y Jordi Cuixart- cumplen este miércoles dos años privados de libertad.