El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha protagonizado un acto en el Hotel VP Design de Plaza España, en Madrid, para hacer su balance del año en este cierre de 2023. Lo ha hecho un día después del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y tras ceder completo protagonismo en la jornada de ayer para que Isabel Díaz Ayuso hiciera lo propio desde la sede del gobierno de la Comunidad de Madrid. Allí presentes, entre otros, han estado la secretaria general, Cuca Gamarra, los vicesecretarios Esteban González Pons y Paloma Martín, así como otros rostros parlamentarios caso de Cayetana Álvarez de Toledo, Rafael Hernando o Ana Pastor.

Sobre la mesa, apelando a la "crisis económica, institucional y ética", Feijóo ha puesto de relieve la negociación de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) bajo la mediación de la UE y la moción de censura a UPN en Pamplona (Navarra) que concederá, por el respaldo a ella del PSOE-PSN, la alcaldía nuevamente a EH Bildu y a Joseba Asiron, quien la ocupó entre 2015 y 2019. Ésta ha procedido al mediodía y frente a ella hay convocadas distintas manifestaciones. La presencia institucional del PP correrá a cargo de la vicesecretaria territorial Carmen Fúnez y de Javier García, líder autonómico del partido.

Concretamente, Feijóo ha apelado al escenario político pamplonés haciendo alusión a esa "crisis ética" que a su juicio impregna al PSOE y a sus socios. Este año, "el Gobierno ha cruzado todas las líneas, y cualquiera [económicas, sociales e institucionales] serían un escándalo en otro país de la UE. Pero hay una concretamente indigna para aquellos que lucharon por la libertad y para el PSOE", ha considerado el dirigente popular. Esa es "la moción que otorga la alcaldía a [Arnaldo] Otegi, a Bildu". "Es la línea más impensable que se podría cruzar", ha advertido. Feijóo ha insistido en "el pacto encapuchado" entre ambos partidos que ya denunció desde el Congreso de los Diputados a mediados de diciembre.

El PSOE y EH Bildu "nos mintieron, nos engañaron y ocultaron para llegar al Gobierno, ha mencionado con retrospectiva a la foto que dio pie a un acuerdo de investidura "sin condiciones", dijeron los socialistas en octubre. Hoy España no gana una alcaldía progresista, pierde a un partido de Estado". Porque Sánchez, ha comentado, "ha llevado al PSOE fuera del constitucionalismo, del sentido común y de la dignidad; prefiriendo acabar el año brindando" con la fuerza abertzale. Tras ello, el líder nacional del PP ha enviado "todo el apoyo a Cristina Ibarrola", la alcaldesa saliente de Pamplona, y al equipo de UPN.

Entre las otras líneas rojas destacadas por el gallego, están la amnistía, que perjudica "a la separación de poderes, la igualdad de los españoles y busca reescribir la historia del país"; las negociaciones con "prófugos"; la supresión buscada de las ley que persigue las injurias a la Corona; o la "persecución de jueces" bajo acusación de lawfare. También la ruptura de "los contrapesos democráticos". Feijóo ha asegurado entender que a Sánchez "le molestan" esos contrapesos institucionales, y por eso los convierte "en agencias de colocación". Ha enumerado RTVE, el CIS, el CNI, el Consejo de Estado, la Fiscalía General del Estado, el CNMV "y ahora Correos", se ha referido tras el aterrizaje del socialista Pedro Saura a la presidencia del operador postal.

El presidente del PP ha asegurado que seguirán defendiendo la Constitución y la democracia frente a Sánchez. Porque "nadie ha llevado más lejos sus ambiciones" que él. "Los españoles pueden contar con este partido para señalar y denunciar las tropelías democráticas; hay una alternativa que se basa en el respeto de las leyes", ha añadido "en un momento en que los españoles esperan más de la oposición que del Gobierno". Relacionado con la amnistía está la renovación del CGPJ.

Feijóo se compromete a que la renovación del CGPJ salga adelante junto al PSOE, pero con un mínimo de reglas. Reivindica su propuesta inicial"

Feijóo ve la Justicia como último dique de contención frente al Gobierno. Y por eso, de cara a esa renovación a la que se compromete con "un mínimo de reglas", apremia que el PP va a vigilar que el organismo sea elegido con "garantías de independencia". La apuesta popular es la misma que la del año pasado hasta que se interrumpieron las negociaciones por la proyección del PSOE a derogar la sedición. Feijóo no ha afirmado, tras ser preguntado por ello, si su partido y él se abrirían a un modelo mixto de elección que dé protagonismo al Congreso de los Diputados y el Senado. Solo se ha limitado a destacar que “el Parlamento ya tiene un papel” importante. "Es por donde pasará cualquier reforma" y las cámaras eligen ocho de los 20 integrantes del Consejo. "La mayor responsabilidad de las cámaras es asegurar que no se interviene ni se intoxica el CGPJ", ha concluido al respecto.

Renovación del decreto anticrisis del Gobierno

La economía ha sido el primer pilar de este balance de 2023. Feijóo ve nuestra economía como "una de las peores de la UE". Ha hecho referencia a la pérdida de poder adquisitivo, al endeudamiento, al aumento de los impuestos y el precio de los alimentos, y a "una inflación que sigue por encima de la media europea". También a la pobreza energética, la infantil o el abandono escolar. Y ha mencionado que "lideramos el desempleo en Europa" tanto a nivel "general, juvenil y femenino". "Imagínense que diría la izquierda populista si estos fueran datos del PP", ha valorado. Relacionado con ello, ha salido a relucir directamente el nuevo 'escudo social' bajo decreto ómnibus que el Gobierno aprobó el miércoles en Consejo de Ministros para ampliar algunas de las medidas anticrisis que llevan instauradas desde abril de 2022.

A falta de que se someta a votación, a partir de febrero, en el Congreso de los Diputados para no decaer, el PP ha asegurado que respaldará la medida solo si el Gobierno atiende a dos reclamaciones que viene haciendo Génova desde mediados del año pasado: deflactar el IRPF y bajar al mínimo el IVA de los alimentos básicos como la carne, el pescado o las conservas. Aún no ha habido acercamiento desde el PSOE para abordar la cuestión, algo que Feijóo ve "insólito" mientras que sí se negocia con todos sus socios [Podemos lo ve como "un recorte", lo que augura dureza en las negociaciones con los socialistas]. Insólito le parece al PP, entre otros, que se bonifique el transporte generalmente, sin atender a las rentas, pero que "la luz suba para todos". "Queremos negociar las medidas, la cuestión es si el Gobierno quiere negociar con nosotros", ha sostenido Feijóo.

Prioridades para el próximo año

Bajo la mira están los procesos electorales. Pero, especialmente, las inminentes elecciones gallegas del próximo 18 de febrero. La lectura que hace Feijóo al respecto es que en Galicia "nos jugamos mantener el rigor en las cuentas y los servicios públicos, o que Sánchez instaure otra sucursal radical" junto a sus socios y el BNG que afecta a la "Constitución" y la "estabilidad". El líder del PP no ha entrado a valorar qué nivel de presencia tendrá en la campaña electoral, aunque todo apunta a que éstos adquirirán un claro tinte nacional. Él mismo ha apuntado que "históricamente los resultados de Galicia han tenido mucha repercusión en España". Sí ha señalado que, la misma libertad con la que él elaboró sus planes de campaña, es la que ha ofrecido al presidente de la Xunta y candidato Alfonso Rueda.

Vox ha pasado desapercibido hasta el final. No ha habido mención alguna en la comparecencia hasta el turno de preguntas. Ante la ruptura de relaciones entre Génova y Bambú, Feijóo no ha dado muestra de que entre sus propósitos esté reestablecer esas relaciones con su socio prioritario en cinco regiones y más de un centenar de localidades. Solo ha mencionado que si, ante la amnistía, "un partido critica más a Feijóo que a Sánchez, se equivoca". Él descarte separarse "un milímetro" de se objetivo de oposición. Sí ha vuelto a apelar a que el PP "es la casa común del constitucionalismo", recordando que con las cifras de voto contrarias a Sánchez, once millones, el PP hubiera logrado más de 190 escaños. Esa idea, mencionada en su investidura fallida, no gustó nada a Santiago Abascal.

Sobre Vox sí ha considerado que la acción del diputado y concejal en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, la semana pasada, golpeando el escaño del concejal Eduardo Rubiño, de Más Madrid, "es inadmisible". Feijóo cree que debe dejar el cargo, y si fuera concejal suyo "se lo propondría". Ahora bien, el gallego ha dicho que no acepta "las falsedades ni las dobles morales" de la izquierda. Y es que un suceso similar ocurrió en el Parlamento de Galicia: Xosé Manuel Beiras golpeó el escaño de Feijóo pidiéndole "decencia" y Yolanda Díaz, que también militaba en Alternativa Galega de Esquerda (AGE), "lo aplaudió".