Pedro Sánchez ha renunciado este sábado a su escaño en el Congreso de los Diputados para evitar que la Gestora del PSOE impida su principal objetivo: recuperar el liderazgo del partido. Por este motivo, a partir del lunes, como un militante raso, recorrerá "toda España" con su coche para "escuchar a los militantes y votantes de izquierdas" y construir "un PSOE del siglo XXI". Su sustituta será Carlota Merchán, concejala de Madrid.

"No voy a dejar la política sino a volver a ella como un militante más", ha anunciado, en una comparecencia en la que se le ha quebrado la voz al hablar de esta "dolorosa decisión". En esta nueva etapa que abre, Sánchez aspira a lograr un "PSOE autónomo, alejado del PP, abierto, unido y donde la militancia tenga voz en las decisiones trascendentes de la organización".

En este reto a los barones que controlan el partido, Sánchez ha reclamado la celebración de un congreso extraordinario con primarias inmediato para elegir a la nueva dirección del PSOE. "Hoy expira el mandato de la Gestora, el lunes deberá poner fecha, hora y lugar para la celebración del congreso.", ha advertido.

"Los socialistas queremos votar", ha repetido, para anunciar que "como militante de base dedicaré a partir del lunes todo mi esfuerzo en recuperar el derecho a votar y cambiar el rumbo equivocado del PSOE".

"Mi compromiso con el PSOE es, si cabe, hoy aún mayor, porque las dificultades nunca han sido para mí una excusa", ha asegurado, explicando que su renuncia pretende evitar que el PSOE profundice en "los males que nos acechan", en referencia a la ruptura que sufre partido. "Quien quiera trabajar en un PSOE unido y fraternal me tendrá a su lado. No habrá otra forma de coser que uniendo las voces de la militancia en unas primarias y en un debate sincero y constructivo", ha explicado, en referencia a las palabras de Susana Díaz sobre la necesidad de "coser" el partido.

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Una "encrucijada"

El ex secretario general y ex diputado ha reprochado a la Gestora del PSOE que le pusiera en esta "encrucijada". Ha insistido en que una abstención técnica de once diputados habría evitado la fractura del partido y del grupo parlamantario, ya que no se obligaría a elegir entre el compromiso electoral con los votantes o la lealtad al partido.

Ha explicado que dimite porque está en "profundo desacuerdo con facilitar el Gobierno de Rajoy". "No iré contra mi partido ni contra mi compromiso electoral. Dejo el escaño porque no renuncio a mis ideas y porque quiero a mi partido", ha explicado, antes de lanzar sus reproches.

Con una abstención mínima la Gestora podría haber evitado la división

"Con una abstención mínima la Gestora podría haber evitado la división. Hay sobradas razones para ello. La abstención es la ruptura de nuestro compromiso electoral y una posición contraria a la que mantuvo la anterior Ejecutiva y más del 40% del Comité Federal", ha recordado, antes de referirse a las "centenares de asambleas voluntarias" de militantes que han aprobado resoluciones contrarias a facilitar el Gobierno al PP.

En este sentido, ha denunciado que los barones se nieguen a celebrar una consulta entre la militancia sobre la abstención "que habría encauzado el debate y legitimado la decisión". "Democracia representativa también es eso: los votantes no eligen al PSOE en unas elecciones para apoyar aquello que quiere cambiar", ha puntualizado.

Con su gesto, Sánchez pretende "dar a la política sentido de fidelidad a la palabra dada y un  compromiso más allá de la conveniencia personal". En este objetivo, le mueve propiciar la "ejemplaridad y participación ciudadana" en política, a pesar del "dolor" que le causa abandonar un grupo parlamentario que ha dirigido durante dos años, todo un "orgullo".

Pido a la Gestora que no expulse del grupo parlamentario ni del partido a nadie

El ex dirigente del partido también ha alzado la voz para defender a la quincena de diputados rebeldes dispuestos a votar no a Rajoy. "Pido a la Gestora que no expulse del grupo parlamentario ni del partido a nadie, sería un grave error", ha advertido, antes de defender el mantenimiento de las relaciones con el PSC y recordar que esa revisión "sólo puede tomarse en un congreso federal". "Somos muchos los que defenderemos al PSC. En el PSOE no sobra nadie, ni un diputado, ni  un militante ni un solo voto. Sólo el liderazgo compartido con el PSC puede solucionar la crisis que está viviendo Cataluña", ha defendido.

En esta línea, "si los miembros de la Gestora tienen dudas sólo les pido que consulten el Reglamento del grupo parlamentario y la Constitución, que contemplan el voto en conciencia". Además, ha ofrecido su renuncia para evitar estas represalias contra los diputados díscolos. "Sería un grave error", ha insistido.

Sánchez ha terminado su intervención agradeciendo su trabajo a los militantes de base, que son los que "dan credibilidad al PSOE y harán posible su reconstrucción". También ha deseado suerte a Mariano Rajoy como jefe del Ejecutivo, aunque ha reprochado los casos de corrupción que asolan al PP y su negativa a asumir "las reformas que necesita nuestro país".

Tras su renuncia, y a partir del lunes, el ex secretario general se sumará al ejército que lleva una semana trabajando para propiciar unas primarias. El equipo nacional que está revisando las firmas recogidas para solicitar un congreso extraordinario se ha visto reforzado en las últimas horas por hombres de aparato de federaciones autonómicas leales a Sánchez. Incluso han enviado a más personas a Madrid para intensificar el trabajo. Con mayor organización, el equipo prepara plataformas para recabar más apoyos por agrupaciones socialistas de toda España.

Acercamiento a Rubalcaba

Fuentes cercanas al ex secretario general señalan que Sánchez intentó propiciar un acercamiento a Alfredo Pérez Rubalcaba para que facilitara la abstención técnica de sólo once diputados. Ese intento se completó con el amago de recoger firmas a favor de esta solución entre el grupo parlamentario.

Algunas fuentes señalan, incluso, que Sánchez habría ofrecido la renuncia a su acta a cambio de propiciar esa 'salida' a los parlamentarios que no se ven capaces de abstenerse, como los siete del Partido Socialista de Cataluña; los que ven peligrar sus pactos de gobierno territoriales como los representantes baleares o las independientes fichadas por él.

No sería la primera vez que Sánchez ofrece su cabeza a cambio de una solución para la división del partido. Ya lo hizo en el Comité Federal del 1 de octubre, que se saldó con su renuncia, cuando propuso a Susana Díaz su dimisión a cambio de que la votación fuera secreta en el cónclave. La respuesta fue la misma que ahora. La presidenta andaluza y Rubalcaba no quieren dejar abierto ningún resquicio que permita a Sánchez recuperar la Secretaría General a través del apoyo de la militancia en unas primarias. Por eso han impuesto la abstención en bloque, que deja al ex dirigente entre la espada y la pared: acatar la abstención o abandonar el escaño. No contemplan otra opción.

Sanciones a los 'rebeldes'

En cuanto a las sanciones que puede sufrir, Sánchez ha analizado sus posibilidades de defensa en un encuentro este viernes con la diputada Margarita Robles, magistrada en excedencia, y con Susana Sumelzo, otra de las diputadas rebeldes.

Al encontrarse en una situación similar, los tres estudiaron la posibilidad de que la nueva dirección socialista envíe al grupo mixto a una quincena de diputados, a pesar de que el PSOE pueda quedar así como tercera fuerza parlamentaria, por debajo de Podemos.

El sorpasso parlamentario, descartado en declaraciones a los periodistas por el presidente de la Gestora, Javier Fernández, no es el único inconveniente para el PSOE si expulsa a los diputados díscolos. También vería mermadas sus asignaciones económicas y tendría que competir con otro grupo parlamentario que podría, incluso, configurarse como germen de otro partido si la Gestora impide a Sánchez presentarse a las primarias.

La Gestora, "incompetente"

En este sentido, los diputados rebeldes mantienen que la Gestora es "manifiestamente incompetente" para decidir medidas como iniciar un expediente de expulsión del partido, ya que su única competencia estatutaria es dirigir el PSOE hacia un Congreso Extraordinario para elegir al nuevo líder.

Igualmente, consideran que el Comité Federal del día 23 fue ilegal, dado que los estatutos del partido sólo marcan un camino tras la mayoría vacante en la Ejecutiva: la celebración del máximo órgano entre congresos para convocar un Congreso Extraordinario que elija a la nueva dirección.

Susana Díaz es partidaria de suspender de militancia al ex secretario general

Si vota no, Sánchez se expone a que Susana Díaz intente cerrarle el paso a las primarias con un expediente sancionador que conlleve, incluso, la suspensión cautelar de la militancia en el partido. No obstante, el equipo del ex secretario general considera que la dureza de ese castigo convertiría a Sanchez en un auténtico mártir de cara a las bases.

Por su parte, los diputados rebeldes aseguran que no están organizados como un bloque, aunque sí que hablan entre ellos y se coordinan. Explican que sus motivaciones para no acatar el mandato de la abstención son diferentes en cada caso, y que muchas obedecen a cuestiones de conciencia, aunque la Gestora no les haya permitido recurrir a este voto.

También lamentan las presiones orgánicas que están recibiendo muchos diputados para que acepten la abstención, a pesar de que siempre han defendido el no a Rajoy: desde la pérdida de sus cargos en el partido e institucionales hasta la promesa de no volver a formar parte de ninguna otra lista electoral.