Llevo más de veinticinco años dedicado al liderazgo político y empresarial y hay una cualidad que siempre he considerado esencial para ser una gran líder: la autenticidad. La pandemia del coronavirus ha demostrado, como si hiciera falta, la enorme escasez de buenos líderes y también el rol único y destacado que ocupa hoy y desde hace muchos años Angela Merkel entre el club selecto de los grandes mandatarios que pasarán a la historia.

Contenido Exclusivo para suscriptores

Para poder acceder a este y otros contenidos debes de ser suscriptor.

¿Ya estás suscrito? Identifícate aquí