Pedro Sánchez no se apeó de su posición. Defendió sus "convicciones", que cree "compartidas por la mayoría social" y salió de la cumbre de la OTAN de La Haya como entró: con un no a llevar el gasto militar al 5% del PIB. España mantendrá en el tiempo una inversión en defensa que entiende "suficiente, realista y compatible con el Estado del bienestar": el 2,1%. Un porcentaje que, esgrime el Ejecutivo, le permitirá cumplir con los objetivos de capacidades comprometidos con la Alianza, porque España es un "socio fiable". No cree suficiente esa cifra el secretario general de la organización, el holandés Mark Rutte, y menos aún Donald Trump, que enseguida lanzó su amenaza: negociará "directamente" con Madrid un pacto comercial y hará a España "pagar el doble" para compensar la diferencia. El Ejecutivo evitó responder escalando el choque. Lo que hizo fue minimizar las palabras del mandatario norteamericano, recetarse "tranquilidad" y recordar que la política comercial depende de la UE.

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El presidente español firmó, como hicieron los jefes de Estado y de Gobierno de los 32 países miembros, la declaración final de la cumbre en Países Bajos. Un texto en el que los aliados reafirman su "compromiso inquebrantable con la defensa colectiva" y en el que se comprometen a un gasto militar, de aquí a 2025, del 5% de su PIB, dividido en dos categorías: un 3,5% en defensa pura y dura y un 1,5% en cuestiones relacionadas con ella, como la protección de infraestructuras críticas o la ciberseguridad.

El presidente firmó, como los otros 31 aliados, el 5% de gasto de aquí a 2035, pero insistió en que solo gastará el 2,1%, el porcentaje que según el Ejército español bastará para cubrir los objetivos de capacidades

Pero lo que sostuvo Sánchez es que tanto la literalidad de esa declaración —en la que se habla simplemente de "los aliados", no de "todos los aliados"— como las cartas que se intercambió el pasado domingo con su "amigo" Rutte, en las que garantizaba "flexibilidad" a España, permiten al Gobierno un gasto menor del 5%. Del 2,1%, que es el cálculo que han hecho los técnicos de las Fuerzas Armadas españolas y que permitiría dar cobertura a los objetivos de capacidades pactados el pasado 5 de junio en Bruselas.

A Sánchez se le pudo ver inusualmente más aislado en La Haya que en otras grandes citas internacionales, en las que siempre se ha sentido muy cómodo. Pero de Países Bajos salió con su propósito conseguido: evitar un gasto del 5% del PIB que habría tensado de manera imposible las costuras de las relaciones con sus socios de izquierdas y que se habría traducido en un descomunal desembolso en defensa: de los 33.123 millones de euros que se invertirán en 2025 (el 2% del PIB) a más de 80.000 millones. El presidente, por tanto, se pudo anotar un tanto político en un momento de extraordinaria debilidad de su Ejecutivo por el caso Koldo / Ábalos / Cerdán de presunta corrupción en el corazón del PSOE, un fuego aún no perimetrado —queda mucha investigación judicial por delante— y que sigue amenazando la estabilidad del Gobierno.

Sánchez recordó que un gasto descomunal implicaría subida de impuestos o recortes del Estado del bienestar. Y desliza que Feijóo habría aceptado el 5% en caso de ser presidente del Gobierno

"Estamos hablando de que si hubiéramos aceptado lo que se había propuesto, España tendría que destinar de aquí al año 2035 más de 300.000 millones de euros. ¿De dónde salen esos recursos? ¿De más impuestos a la ciudadanía? ¿De recortes en el sistema de educación, de sanidad, de pensiones?", se preguntó, reproduciendo su línea argumental del domingo y lanzándose a continuación contra Alberto Núñez Feijóo, al advertir un dato clave para la feligresía progresista: si el líder del PP fuera quien estuviera al frente del Ejecutivo, más que probablemente habría aceptado acríticamente el 5% impuesto por EEUU. El jefe socialista, sin embargo, reivindicó la soberanía de España para decidir, para elegir, igual que él respeta que otros aliados sí deseen caminar hacia esa meta.

Podemos y PP replicaron enseguida a Sánchez con argumentos prácticamente calcados: quien ha mentido es el líder socialista, concluyeron. "La farsa terminó. Sánchez firmó el 5%", escribió Feijóo en X. "Puede decir el presidente del Gobierno misa, pero la declaración compromete a España", convergió la secretaria general de los morados, la exministra Ione Belarra.

"No voy a permitir que eso ocurra"

Sin embargo, la interpretación de Rutte y del propio Trump camina en la misma línea que la de Sánchez. "Hay un acuerdo sobre no estar de acuerdo en que ellos piensan que pueden alcanzar los objetivos de capacidades con un 2,1% del PIB; la OTAN dice que tiene que ser el 3,5% como para todos los otros aliados", describió el secretario general de la Alianza, reiterando su convencimiento de que una inversión del 2,1% será insuficiente. El presidente republicano se mostró airado durante su rueda de prensa de cierre de la cumbre, posterior a la de Sánchez. "Vamos a negociar un acuerdo comercial con España. Les vamos a hacer pagar el doble. Y lo digo en serio. Vamos a lograrlo", aseguró. Dado que los países de la UE tienen delegada su política comercial en Bruselas, lo que Trump podría estar sugiriendo es gravar bienes europeos que puedan afectar especialmente a España. Y es que el bloque comunitario está negociando ahora mismo un acuerdo arancelario que tendría que estar listo para el 9 de julio.

Vamos a negociar un acuerdo comercial con España. Les vamos a hacer pagar el doble. Y lo digo en serio. Vamos a lograrlo. España es el único país que se niega a pagar", protesta enfadado Trump, que sin embargo no se había encarado a Sánchez a puerta cerrada

"[España] es un lugar fantástico, y son gente estupenda, pero España es el único país, de todos los países, que se niega a pagar y, saben, quieren que les salga gratis, pero tendrán que devolvernos el dinero a través del comercio, porque no voy a permitir que eso ocurra. Es injusto", recalcó, avisando de que será él mismo quien negocie de manera directa con el Gobierno de Sánchez. España, insistió, ha sido el país "más hostil" de los miembros de la OTAN de cara a aumentar el gasto militar, algo a lo que no le ve "sentido". "Creo que España es terrible. Son el único país que no pagará el monto completo. Quieren quedarse en el 2%. Creo que es terrible. Y, como saben, les va muy bien. La economía va muy bien. Y esa economía podría hundirse por completo si algo malo ocurre. Es el único país que no paga. No sé cuál es el problema", protestó. Pero dentro de la reunión de los líderes, Trump no se encaró directamente con Sánchez, según confirmaban a este periódico fuentes de la delegación española.

El Gobierno evitó la pelea a campo abierto con Trump. En la Moncloa, ya en las horas previas a la cumbre, señalaban que Sánchez no iría al cuerpo a cuerpo con él, aunque defendería sus posiciones hasta el final. Lo cierto es que ambos ni se saludaron, ni intercambiaron palabras —fue la "casualidad", se excusó el presidente español—, y a la acusación de que España era el "problema" para la OTAN, el líder socialista respondió en su comparecencia que nuestro país "nunca" lo es, porque además siempre aporta "soluciones". Fue lo único que dijo, tampoco criticó el mensaje adulador y servil que Rutte mandó al dirigente republicano y que este colgó en redes sociales.

Restamos importancia. El tratado comercial tiene que ser con la UE, no con España. Nosotros somos amigos de Estados Unidos y estamos contentos con el acuerdo de La Haya del 2,1%", remarcan en la Moncloa

Tras la andanada del mandatario republicano, en el Ejecutivo lanzaban un mensaje claro: "Tranquilidad". No responder a lo que entendían como provocaciones, no entrar a la escalada dialéctica. Contención. "Restamos importancia. El tratado comercial tiene que ser con la UE, no con España. Nosotros somos amigos de Estados Unidos y estamos contentos con el acuerdo de La Haya del 2,1%". "Tranquilidad. Trump contesta porque hubo periodistas que le preguntaron por España. Si no, no hubiera dicho nada. Siempre que él dice es porque le preguntan sobre ello, no por iniciativa propia", manifestaba un integrante del Ejecutivo implicado en las negociaciones con la Alianza que finalmente concluyeron en "éxito" para España. "Calma, estamos tranquilos", respondían a su vez en Economía.

La relación comercial UE-EEUU, un "tesoro" a proteger

Precisamente el ministro Carlos Cuerpo quiso trasladar la respuesta oficial de sosiego de manera oficial a través de unas declaraciones a EFE en París. El titular de Economía recordó primero que España es un "socio confiable" y "estable" de la OTAN "que va a cumplir sus compromisos", garantizando los objetivos de capacidades pactados. Y a continuación subrayó que las negociaciones comerciales "se dan en el marco de la Comisión Europea, que es la encargada de negociar por parte de todos los Estados miembros, no solo para España, porque es la institución competente para ello". "Este es el marco en el cual se tienen que definir o redefinir las relaciones comerciales entre EEUU y los países de la UE". Cuerpo incidió en que la relación comercial de España con Washington, tanto a nivel bilateral como en el espacio de la Unión es "duradera y profunda". Y la que existe entre Bruselas y EEUU es "la relación comercial más importante del mundo", de ahí que sea un "tesoro" a proteger.

El ministro Cuerpo incide en que la relación comercial de España con Washington, a nivel bilateral como en la UE, es "duradera y profunda". Bruselas aspira a un pacto "justo y equilibrado" con EEUU

Los Veintisiete y Washington están ahora mismo negociando, de hecho, un acuerdo arancelario, y la Unión aspira a un pacto "justo y equilibrado". Cuerpo pidió no olvidar que ya hay recargos que afectan a bienes europeos: el 10% genérico, del 50% para sectores como el acero y el aluminio, del 25% al automóvil. Y si no se llega al acuerdo, "Europa tiene también las herramientas necesarias para defenderse". España es un "socio proactivo" que intenta que la profundización de las relaciones comerciales con EEUU sea un hecho, culminó el ministro.

En el Ejecutivo son conscientes de que la maniobra de Trump podía ser la de gravar bienes que sabe que pueden perjudicar especialmente a España. "Es una opción, sí, pero la UE tiene instrumentos para protegerse y para protegernos. Ahora hay que estar tranquilos y seguir trabajando", señalan desde el Ejecutivo. No tienen duda de que Bruselas, pese a que la negociación en La Haya para un gasto menor del 5% haya sido una empresa de Sánchez casi en solitario, no dejará sola a España. "Por supuesto que nos protegerán. El acuerdo de la OTAN está cerrado. Ahora, a otra cosa. Tranquilidad y confianza. No nos van a decir que nos peleemos con Trump solos porque Europa se tiene que mantener unida en el ámbito comercial. Es nuestra fortaleza", aseguran a este diario fuentes de primer nivel del área económica del Gobierno.

En el Gobierno admiten que EEUU podría gravar ciertos bienes que castigaran más a España, pero están convencidos de que la UE "tiene instrumentos para protegerse y protegernos". "Tranquilidad y confianza. La unidad es nuestra fortaleza", añaden

El PP tuvo que corregir su primera valoración tras ver la reacción de Trump. Fuentes del partido apuntaron, primero, que Sánchez se había "comprometido con la filosofía de rearme de la OTAN y con el 5% del PIB" pero para "calmar a sus socios" les dijo que había "engañado a la Alianza Atlántica" al señalarle que solo gastará un 2,1%. "Sus cómplices parlamentarios consienten sus mentiras, pero el PP no". Pero, a renglón seguido, Génova cargó contra un Trump que se había enfadado precisamente porque España no invertirá el 5%: "El PP tampoco consiente las amenazas a España del presidente de Estados Unidos. Y menos si pretende utilizar a los productores de nuestro país para vengarse de la insolidaridad del presidente del Gobierno. Por tanto, ni con el presidente que miente ni con el presidente que amenaza. Nuestro país volverá a ser un país respetado, fiable y solidario. Y lo será muy pronto", completaron.

"Feijóo no se entera ni aunque le traduzcan"

"Vaya cacao tienen", escribió en X el titular de Transportes, Óscar Puente. "Han quedado atrapados en su mentira. Querían hacer creer a los españoles que el Gobierno había cedido al 5% de gasto en defensa y han acabado criticando a un socio como Estados Unidos. Nosotros nos mantenemos en el marco del respeto institucional y nos remitimos a las negociaciones con la Comisión Europea sobre los aranceles", indicaban en la Moncloa. "Feijóo no se entera ni aunque se lo traduzcan porque él sí hubiera firmado sin rechistar lo que pedía Trump y, con ello, reducir el Estado del bienestar en España. Una vez más, la valentía y determinación del presidente Sánchez, en un momento complicado en las relaciones internacionales, marca el camino de la coherencia ética y política", abundó en X el portavoz de los socialistas en el Senado, Juan Espadas.

En el PP están atrapados en su mentira. Querían hacer creer que el Gobierno había cedido al 5% de gasto en defensa y han acabado criticando a un socio como EEUU", apuntan en la Moncloa. El Ejecutivo afea a Podemos su actitud coincidente con el PP

Un ministro se felicitaba del resultado positivo de la jornada: "Es mucho el ridículo que han hecho en el PP. También Podemos. Ha sido un triple bonus para nosotros hoy". Los morados fueron muy duros, pero no dejan de ser socios de investidura del Gobierno, aunque cada día más alejados. Pero tanto el cierre de la cumbre de La Haya como la respuesta iracunda de Trump daban oxígeno a un Sánchez que ha encadenado semanas muy duras y que todavía no ha resuelto la mayor crisis de sus siete años en el poder: el caso Cerdán, la presunta corrupción que anidaba en su partido y que se ha cobrado ya las cabezas de dos de sus hombres de total confianza, José Luis Ábalos y Santos Cerdán.

Al escándalo le quedan muchos capítulos, pero la cita de la OTAN en Países Bajos, la más complicada que el presidente ha tenido que afrontar en sus años en la Moncloa, se saldó en verde para él. Y no era sencillo porque su órdago lo lanzó en solitario. Y con el presidente de EEUU enfrente. Un enemigo muy poderoso y capaz de activar, también, a la izquierda cuando llegue el momento de las urnas. Sánchez ratificó este miércoles que serán en 2027, y con él de candidato, pero para entonces la carta de Trump puede ser una baza electoral. La Moncloa nunca ha querido perderla de vista.

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