La familia de la tele: Sálvame ha muerto, que viva Sálvame

Fue La familia de la tele, en su monumental estreno en La 1 de TVE y RTVE Play este lunes 5 de mayo, el entierro de la sardina. Y el de Sálvame. Fue también el baile de San Vito. Los astros (la muerte del Papa, el apagón) quisieron que, justo dos años después de la noticia 'bomba' del fin de Sálvame en Telecinco, se estrenara La familia de la tele. A primera hora de la tarde (15.50), en La 1 de TVE. Después (16.50), por RTVE Play. Y al final (18.45), en La 1 otra vez. Un mareo. Recortaron Valle Salvaje y La Promesa, y eso no gustó al personal.

No es Sálvame, decían. No lo sé, Rick, parece falso (disculpen la referencia a La casa de empeños, pero el nivel es bajo).

El 'gran desfile' de 4 horas y media que retransmitieron sin teleprónter y a pelo mojado Paloma del Río (calentaba entre conexión y conexión como una runner cosmopolita con el semáforo en rojo) y Cayetana Guillén-Cuervo (se santiguó casi al final) fue una fiesta privada en la pública. El reencuentro de Chabelita (Isa Pí) y Chelo García-Cortés (hija non grata y ex amiga de Isabel Pantoja) y el desencuentro de Marta Riesco y Rocío Carrasco (ex novia y ex mujer de Antonio David Flores) fueron el punto y seguido de unas tramas congeladas en Mediaset España tiempo atrás. Los Guillén-Cuervo, los Pantoja-Rivera y los Jurado-Mohedano, sagas donde las haya, tuvieron su cuota de representación en la alfombra rosa de RTVE a Sálvame. Ni Lazos de sangre. Ni Masterchef.

Fue La familia de la tele un remake (adaptación) o un reboot (reinvención) de Sálvame. Aún está por ver. Dos chumineros bailó Lydia Lozano: uno, en solitario; otro, con Isa P., embarazada de 8 meses (Jorge Javier Vázquez fue el padrino de su boda con Asraf Beno).

La hija pequeña de Isabel Pantoja aseguró sentirse tranquila pero estancada en Mediaset España. Le faltó decir que quería salir de su zona de confort. Isa P. y Marta Riesco, a su manera, son Bárbara Rey y Chelo García-Cortés. Y hasta ahí podemos leer.

Desfilaron por Prado del Rey lo mejor de cada casa. La mujer de Kiko Matamoros, Marta López Álamo (quién dijo nepotismo). Sandra Daviú (la otra de El diario de Patricia), disfrazada de Julia Otero. Adela González como Alaska en La bola de cristal. Bob Pop, defensor de la audiencia, de Chicho Ibáñez Serrador. Víctor Sandoval, de frac, de pingüino, salido de La Promesa.

Hasta Mónica Pont, de Hostal Royal Manzanares, homenajeó a la Massiel de Eurovisión. Faltó Lina Morgan (Concha Velasco, Lola Herrera y Massiel iban noche sí y noche también al Deluxe). No acudió pero sí sonó Melody, Esa Diva, reunida a aquellas horas con dos presidentes. El de España (Pedro Sánchez) y el de RTVE (José Pablo López). Campo a través, por Prado del Rey, cruzó Jesús Cintora como si con él no fuera la cosa. Iba camino de Malas lenguas.

Lo más interesante se cocía en el palco "VIP" (entiéndanme). A saber cómo comentaron la jugada Sandra Daviú, tan desubicada como su peluca, y Ángel Pons, rostro de los servicios informativos de TVE. Entremedias, Carolina Sobe (Gran Hermano), que decía ser Letizia Ortiz. Más bien, Viola Davis en Cómo defender a un asesino.

Martín Barreiro, el hombre del tiempo (lo canta Carolina Durante), estaba a escasos metros de Meli Camacho, la amiga de María Teresa Campos. La misma que hacía teletienda en ¡Qué tiempo tan feliz! (Telecinco). La misma por la que multaban a Mediaset España por publicidad encubierta. Fue un cruce de universos curioso y más difícil de explicar que el de Marvel.

Hasta Mónica López, presentadora de las mañanas de La 1 en tiempos de Rosa María Mateo, se personó para dar el parte meteorológico.

Cada presentador y cada colaborador (Carlota Corredera, Núria Marín, Laura Fa...) tenía su minuto de gloria, su video de presentación, como en todo reality.

Muy probablemente algún televidente se hiciera la siguiente pregunta: ¿Pero usted quién es? Tenían razón: La familia de la tele es un programa-contenedor.

Fue también La familia de la tele una suerte de Mask Singer. El público no gritaba a quienes desfilaban que se quitaran el top (dónde estará Kiko Rivera), sino el capuchón. Las últimas en llegar fueron María Patiño y Belén Esteban, bien agarradas a sus bolsos. En ese instante, Patiño & Esteban, compañeras de cigarrillo y amigas hasta la médula, inmortalizaron a la España cañí. La misma que, tras las cámaras, arramplaba con los paraguas distribuidos por RTVE. Llovió, y mucho, en Prado del Rey, pero, como si de una procesión se tratase, el tiempo respetó los tiempos de la televisión.

Terminó tras 4 horas y media La familia de la tele como La Promesa. No como el rosario de la aurora, de momento, sino con un final por todo lo alto (¡tachán!) y un enigma por resolver: el plató construido en el estudio 5 de Prado del Rey. Sálvame no inventó la pólvora, pero humo vendía a las mil maravillas. Vuelva usted mañana.